A Anna le costaba dormir esa noche.
El calor y la incomodidad de dormir en un lugar en donde técnicamente no la habían invitado la hizo estar moviendo se en aquel colchón inflable que Lichi le había prestado.
Estaría demasiado cansada para mañana si no dormía pronto, y eso Anna lo sabía, pero tenía una solución para el insomnio.
Rebusco entre las cosas de su mochila y de allí saco un dispositivo parecido a un ladrillo blanco, su "Game guy", la consola que su madre le había regalado en navidad hacia tantos años. Aunque no quería despertar a la chica junto a ella con el ruido, por lo que salió al comedor, a jugar un rato, en lo que esperaba que el juego la cansara.
Recorría ciudad tras ciudad en aquel juego, y justo cuando empezaba a sentir pesados los parpados, un sonido la despertó, la perilla de la puerta y detrás de ese sonido, un hombre fornido y moreno apareció.
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—¿Sara?— pregunto aquel hombre a Anna, claramente trastornado. Cualquier persona estaría así si ve a un desconocido en su hogar, pero, ¿Cómo es que este desconocido conocía el nombre de su madre?¿...Seria quizá?
—No—Contesto la chica tragando saliva— Soy Anna.
La cara de aquel hombre mostro un asombro difícil de conseguir en alguien adulto.
—¿Anna? ¿Tu...eres Anna? Eres idéntica a tu madre.
Al terminar la oración el hombre, Anna cambio completamente su actitud. De mostrarse tímida a estar completamente furiosa. Dio un par de pasos hacia aquel desconocido, levanto su mano y... un segundo después la mejilla del hombre tenía una marca roja idéntica a la mano de la muchacha.
—¡Estúpido! ¡¿Cómo te atreviste?! ¡¿Por qué me abandonaste?! ¿Por qué? ¡¿Por qué?!
Anna estaba al borde de las lágrimas, pero levanto su mano una vez más, pero esta ocasión la intercepto otra mano, fuerte y áspera. Llevo su mirada hacia arriba y la expresión del hombre había cambiado completamente. Era severa y también la veía como si le tuviera lastima.
—No creí que tu madre te hubiera maleducado tanto, ¿No sabes que es de mala educación lo que acabas de hacer?
—No creo que tengas el derecho a decir eso después de lo que has hecho.
—¿Y que es eso que he hecho? Dime, pues pareces estar muy bien informada de lo que ha sido de mi vida—Contesto el hombre con un tono sarcástico y fanfarrón.
—¡No necesito decírtelo! ¡Lo sabes bien! ¡Me abandonaste! ¡A mi y a mi madre y lo sabes bien!
Aquel hombre soltó a Anna y con una voz entre calmada u furiosa comenzó a hablar.
—¿Y eso es todo lo que sabes? ¿Eso es todo realmente? Pues ¿Sabes qué? Es hora de ponerte al tanto de todo, ya que parece que esa mujer que te crio no lo hizo nunca.
Anna retrocedió el par de pasos que había dado, estaba temerosa, definitivamente quería saber que había pasado, pero aquel impulso de furia, estaba segura que no había sido la mejor idea dejarse llevar por él.
—Lo que hice fue enamorarme de una mujer que pensé que me correspondía, me enamore tan profundamente que me case con ella y al enterarme de que un niño venia en camino deje mis estudios para centrarme en darle una buena vida a ambos. Les di un hogar, un departamento, no era mucho, pero creí que ella lo apreciaría. Me mate trabajando día y noche.
Aquel hombre empezó a llorar y se sentó en la mesa donde horas antes Lichi y ella habían comido.
—Creí haber hecho todo bien, solo para un día, al llegar más temprano de lo usual, descubrir que tu hablabas por teléfono con otro hombre al que si le decías papá, al contrario que conmigo. Y al enfrentar a tu madre sobre ello...
El hombre no continuo, tenía ya un nudo en su garganta que le impedía continuar. Anna intuía a donde se dirigía su historia, pero, tenía que confirmarlo.
Aquel hombre se levantó y camino hacia una puerta de manera cabizbaja.
—Papá— Dijo Anna para tratar de detenerlo.
—Lo siento Anna—contesto el hombre deteniéndose a mitad del umbral— yo no soy tu papá.
...
Lo siento por tardar con este capitulo, la universidad ha empezado a ponerse pesada, sobre app girl, actualizare pronto, pueden estar seguros. gracias por leer!!
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Un lugar en el fin del mundo (En Hiatus)
AdventureAnna ha tenido mala suerte toda su vida, y después de no poder quedarse en la universidad que deseaba por tercera ocasión consecutiva, de perder un trabajo y de pelear severamente con su madre. Decide buscar al que cree que es el responsable de toda...