Capitulo único

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Muchos decían que Wes Weston estaba loco, si tú eres de esos que piensan lo mismo, ahora yo te diré que te encuentras muy equivocado, él sabia la verdad sobre esos dos seres fantasma que habitaban Amity Park y que eran reconocidos por los habitantes de aquella ciudad.

Vlad Master fue al primero que descubrió, era bastante notable lo mucho que el hombre destacaba entre toda la población, no solamente era una persona inmensamente rica, también era inteligente y con varios negocios que demostraban lo buen empresario que era, y por si fuera poco a eso hay que sumarle ser el alcalde de la ciudad.

Sin duda eso lo convertía en alguien muy influyente y con una muy buena reputación, pero si había algo que le molestara a Wes de ese sujeto era su prepotencia y su sonrisa arrogante que te decía con tan solo verla "soy mejor que tu" o "planeo algo maquiavélico".

Luego tenemos a Danny Fenton que, si bien no parecía la gran cosa, era hijo de dos caza fantasmas y que ya sea por sus actos heroicos o ridículos (en la mayoría de las veces) le daban cierta popularidad a ese normal (en apariencia) chico. Aquellos dos eran los mitad fantasmas que la gente tanto aclamaba y temía, Wes sabía muy bien el roll que ambos desempeñaban dentro de aquel lugar, uno era un villano, el otro un superhéroe y ser el único que podía deducirlo le incitaba a desenmascararlos frente a todo el mundo.

Seguro te preguntaras ¿porque?, ¿Qué gana Wes con eso? Bueno, digamos que ya estaba harto de que todos pensara que él, un chico común que solo deseaba una vida escolar tranquila, era aquel chico fantasma que todos aclamaban.

Al inicio solo trato de ignorarlo pues resultaba absurdo todas esa teorías y "verdades" que comentaban a sus espaldas, sin embargo, las contantes burlas y el acoso de sus compañeros lo hicieron investigar, quería revelar ante todos los secretos de esa ciudad que parecía tener los ojos cerrados ante los hechos más obvios y valla que encontró muchas cosas (evitando el hecho que Danny se transformó en sus narices para burlarse, sabiendo que nadie le creía aun si tomaba la molestia de contarlo), a veces deseaba no tener esa fuerte deducción y si bien el tenia futuro como periodista, su pasión era aquel balón con el que jugaba constantemente dentro y fuera de la escuela.

No es que Fenton fuera del todo malo, pero quería verdad y justicia algo que no le podían quitar y tenía derecho a exigir. Durante todo ese tiempo que dedico la mayoría de sus tardes leyendo reportajes, viendo noticias y siguiendo los pasos de Danny muy de cerca (ignorando el hecho de que parecía todo un acosador).

Su cuarto estaba tapizado de imágenes y teorías que daban fe de la poca cordura que le quedaba, llegando al punto de aislarse de todos sus amigo y compañeros, su padre no lo entendía y siempre lo regañaba por la "obsesión" con el chico fantasma.

Todavía recuerda el día que conoció a Vlad Master, fue en una cena que su padre preparo para su jefe y se vio obligado a ir, cuando lo miro mejor todas sus alarmas hicieron clic para posteriormente acusarlo de ser Plasmius frente a todas las personas, su padre le castigo por el espectáculo que le dio al hombre lo que incremento la frustración en el joven pelirrojo, el solo buscaba el bien estar de su progenitor y decir la verdad aunque pareciera absurda ¿acaso eso estaba mal?, el verdadero problema vino cuando aquella obsesión en búsqueda de la verdad cambio y se volvió algo mas difícil para el de reconocer...

Amor

Ya no buscaba pistas del joven fantasma, ahora solo lo buscaba para verlo por un momento, ya no realizaba las comparaciones de antes y dejo de acosarlo tan fervientemente, porque con vergüenza admitió que eso era extraño y algo aterrador, ¿le costó admitirlo?, sí ¿había pasado largas noches en vela tratando de aceptar su nueva realidad? por supuesto.

Fue gracias a Danny Phantom/Fenton que entendió una infinidad de cosas que antes el también ignoraba, sus ojos también estaban ciegos, pero de una manera diferente a los demás. Cuando se permitió conocer mejor al causante de todos sus problemas juveniles fue un mar de emociones y descubrimientos, entre ellas las que más destacaban es que a veces algunas cosas deben permanecer en silencio o bien escondidas, entre varias capas de mentiras (tantas como fueran posibles para un bien mayor).

Aprendió a conocer antes de juzgar y no por el solo hecho de ser famoso o alguien importante la vida sería más fácil, no, en realidad le parecía bastante complicada con muchas responsabilidades que él no quería tener, sin contar con aquel sentimiento de soledad que a veces rodeaba al chico fantasma.

Todavía recuerda el día en el que se disculpó e hizo las paces con el mitad fantasma, le había extendido un café y un pedazo de pastel de limón el cual sabia era su favorito, dentro de aquella cafetería no esperaba ser perdonado, bajando su mirada avergonzado por sus acciones y dejo que el chico decidiera. El pelinegro le sonrió de una manera dulce, le restó importancia al asunto (sabiendo que el tampoco había actuado de la mejor forma) y jalo al pelirrojo sentándolo a su lado, después de todo él también había hecho sufrir un poco al muchacho a propósito, olvidaría el hecho de que sabía sus gustos, al menos por el momento, y con ello una tregua silenciosa inicio, conforme pasaban los días su relación se volvía más cercana y en una noche de verano fue llego sentía que debía decirle a danny sobre sus sentimientos.

Juntando todo el valor que tenía decidió ir a su casa, cuando paso por el parque vio una escena que lo dejo totalmente sorprendido, eran Danny y Vlad juntos, no hacían nada más que tomarse de las manos y sonreír mirando la luna en aquel lugar bastante apartado, pero era suficiente para notar que aquello era un momento especial, con los minutos ahogo un sollozo, pues se dio cuente de que jamás tuvo ni tendrían una oportunidad, ¿qué podía hacer ahora con un corazón roto?

La única respuesta coherente que pudo pensar fue el más doloroso pensamiento que se le pudo ocurrir, tenía que dejarlo ir.

Así, derrotado y triste regreso a su casa para hundirse en un llanto que liberaría su corazón del dolor. Los días siguientes a los sucesos actuó de lo más normal frente a Danny, y así los días se volvieron semanas, las semanas en meses y los meses en años, con el tiempo Wes logro superarlo y con los años que ha vivido encontró un poco de sabiduría y experiencia que le permitieron convertirse en una versión el adulto que debía ser.

Si alguien le hubiera dicho a su yo adolecente que preferiría guardar aquel secreto que estaba tan desesperado por contar, se habría enojado con esa persona y nunca hubiera podido ir a la boda de su primer amor, ni mucho menos verlo sonriendo tan feliz, aunque no fuera con él lo llenaba de dicha verlo pues solo deseaba su bien estar. Wes tenía un corazón noble y cálido, tal vez en otra vida, en otro lugar o incluso tiempo sus sentimientos podrían llegar a ser correspondidos.

 La vida le enseño muchas cosa algunas de maneras desagradable, pero que lograron hacerlo fuerte y entender que los sentimientos que tenía por el chico fantasma jamás serian correspondidos, aprendió a dejar ir y sobre llevar las pruebas que le dejo la vida en un futuro quizá podría casarse y ser feliz con alguien más, alguien que llenara su vida mejor que el chico fantasma, entonces ese sería el momento en el que de verdad avanzaría y cerraría un ciclo de su vida, una etapa que representaba una parte importante de su adolescencia y que permanecería en su corazón hasta su último aliento. 


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