Oneshot

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Se estaba despidiendo del único familiar sanguíneo que le quedaba y no podía ser más triste, el moreno sintió su corazón apretarse en su pecho mientras observaba a su hermana avanzar en la fila que se adentraba en el avión, a pesar de eso tuvo el valor para sonreír y hacerle una señal recordándole que esperaría su llamada. La joven rubia desapareció tras la puerta y el mayor en ese momento creyó saber cómo se había sentido su padre hace años cuando había enviado lejos a sus dos amados niños, sintió su garganta anudarse pero no iba a hacer una escena en el aeropuerto.

Mientras conducía su vehículo camino a casa, seguía pensando en todo lo que le había sido ocultado y arrebatado estos años, prácticamente su padre se deshizo de ellos para así poder proteger a ambos, que mal debió sentirse John de saber que la forma de cuidar a sus hijos era tenerlos lo más lejos posible de su persona, saber que no podía mantenerlos a salvo mientras los tuviera con él... El marín apretó el volante en sus manos, se sentía tan molesto, frustrado y triste, sabía que podía hacer a un lado esos sentimientos, pero tal vez pensar en eso un poco pueda ayudarle a tener la misma perspectiva que tenía su predecesor y llegar a conclusiones similares... No, no es así. La verdad es que no podía evitarlo, sentía como si estuviera aceptando una derrota y no es así, no va a dejar que esas personas sigan haciendo daño, sabe que va a encontrar la manera.

Estaba seguro de que Danny diría algo como "Está bien que te sientas así, es una prueba de que no eres un robot", pensar en eso le hizo sonreír, por primera vez desde que dejó el aeropuerto y sus pensamientos se amotinaban haciéndole sentir como hace mucho no se sentía, tan solo...

Llegando a casa estacionó y observó que el ya bien conocido Camaro se encontraba ahí también, lo que solo puede significar que la casa no estaba vacía. El comandante suspiró aliviado, no iba a admitirlo en voz alta pero llegar a casa de su padre y encontrarse solo, y con esos sentimientos no le llevaría a nada bueno, ahora su novio es la única persona que puede mantenerlo cuerdo. Abrió la puerta de la casa y al entrar escuchó un ruido en la cocina, cuando llegó allá, observó al rubio, que se encontraba buscando algo en el refrigerador.

--Danno...-- saludó esperando no haberlo asustado, aunque al parecer lo hizo, por que el pequeño detective dio un respingo.

--Cariño, tienes que dejar de caminar como un ninja por toda la casa...-- regañó muy cerca del tono que siempre usa cuando le pide que cambie algo que sabe que no sucederá.

El isleño dio unos cuantos pasos largos y rápidos y se acercó al policía para abrazarlo, Danny no puso ningún reparo en ello. Sin duda que esta persona lo hacía sentir mejor, aunque de nuevo sintió esa presión en su pecho y tragó el nudo que empezaba a formarse en su garganta, sintió las manos de su pareja acariciando su espalda y le apretó un poco más contra sí.

Danny lo sabía, su novio y amigo no necesitaba decirlo, ni siquiera necesitaba ver su expresión justo ahora para saber que no se encontraba bien, conoce a este hombre tan bien que, al principio, cuando se dio cuenta de eso, le dio miedo --Oye...-- llamó al tiempo que ponía unos centímetros de distancia entre ellos para poder ver esos ojos grises que tanto ama --Está bien... Mary tomará unas vacaciones de unos cuantos días lejos de esta isla, mientras lo resolvemos, eres como Superman, no hay manera de que no resulte-- explicó en un intento de animar a su jefe, quien asintió solamente, pudo detectar algo como más calma, pero la verdad es que Steve no lucía muy animado justo ahora.

El capitán de fragata estaba seguro de eso, sabía que con la ayuda de su equipo y de su pareja podrían reunir las pruebas suficientes para meter a la cárcel por mucho tiempo a los responsables de las muertes de John y Doris, así como el secuestro de Mary, sólo que la despedida no le había sentado del todo bien. Danny sabía que ahora podía ver un lado más vulnerable de Steve, igual que las noches que el más alto no podía dormir y las pasaban platicando de cualquier cosa, o cuando despertaba en medio de la noche por alguna pesadilla, a veces incluso al borde del llanto, sabe que no es tan fácil pero ya pasará, como siempre. Se habían quedado mirando unos instantes hasta que el castaño se acercó de nuevo para plantar un beso en los labios de su adorado rubio, un beso amable y delicado, que poco a poco fue subiendo el tono, gracias a la facilidad con la que el más bajito le seguía el paso.

El detective de Jersey podía fácilmente hacer que el comandante olvidara cualquier asunto y sabía cómo, al menos sacarlo por un rato de esta asfixiante situación en la que se encontraban, y sabía que tal vez ahora lo ideal sería no hablar mucho al respecto, el haole sabía acerca de todo esto, por lo que su novio le ha contado y por el caso que están tratando, así como sus propias investigaciones y sus conclusiones al respecto, no había cosa que deseara más que ayudar a encontrar a los culpables, pero no estaría mal que tomaran un momento para sí mismos, para estar juntos y liberar un poco de esa tensión que parecía afectar a los dos de maneras diferentes.

La luz crepuscular era lo único que iluminaba a través de las grandes ventanas de la casa, dando un ambiente muy lindo, Danny no iba a admitirlo pero le agradaba estar en ese lugar, con Steve, los dos solos conversando o haciendo cualquier otra cosa, y ni hablar de cómo se veía el bien trabajado cuerpo del marinero, con la suave luz del atardecer... Se diría a sí mismo que dejara de estar pensando en esas cosas, pero era casi imposible, es una de las tantas desventajas de estar enamorado.

Los dos pasaron gran parte de la tarde noche sentados en la sala, comiendo comida china y platicando sobre cualquier cosa que saliera a flote, Steve podía fácilmente perder la noción del tiempo cuando lo pasaba con su amado, las horas parecían volar siempre que estaban juntos a solas, lejos del trabajo y del resto del mundo (no contando las veces que podían pasar tiempo con Grace). Fueron a la cama y Danny se sentía satisfecho con su plan de hacer que Steve no siguiera luciendo como si estuviera en algún funeral.

--No podemos ir directo a dormir ni una noche... ¿O si?-- preguntó el oriundo de Jersey cuando el hawaiano lo besó de esa manera que lo hace desear hacer el amor hasta el cansancio, ya varias veces le ha dicho "Steve no me beses así" pero es como si le pidiera exactamente lo opuesto.

El marín sonrió como un niño que acaba de hacer alguna travesura, es bueno saber que tu pareja sabe lo que quiere, aunque esa manera de pedirlo hace que la imaginación del detective vaya muy lejos.

Se incorporó de su posición en la cama y se colocó casi de rodillas entre las piernas del Seal, ambos se miraron a los ojos un momento, Danny cómo si pudiera permiso de hacer algo, pero sabe que Steve le pertenece por completo, y esa mirada se lo confirmó. Bajó lentamente el pantalón junto con la prenda interior dejando a la vista la virilidad del moreno, y se acercó para empezar a lamer, alternando succiones y suaves lamidas, de vez en cuando acariciando con su dedo pulgar la punta del mismo, hasta que estuvo totalmente duro y la humedad resaltaba brillando en el orificio uretral, lo recogió con su lengua, escuchando el placentero sonido de su nombre saliendo de los labios de su pareja en tonos que solamente así podía escuchar, levantó la mirada azul y se encontró con la del más alto, su respiración entrecortada fácilmente podría delatar que se encontraba muy excitado, de no ser por que el rubio lo sabía ya por otra parte.

Steve por un momento pensó que Danny iba a cabalgarlo o algo así, idea de la que no habría tenido la menor queja, pero la sensación de los dedos del detective acariciando su entrada eliminó esos pensamientos de su mente, no podía quejarse de la versatilidad que tenía con Danny, ese "prende y apaga" de su lado posesivo era una de las cosas que más adoraba de su novio hablando de asuntos de cama. Un suave gemido salió de sus labios cuando el primer dedo se introdujo, por que estaba algo distraído en esos ojos azules y no lo esperaba tan pronto, así un segundo y un tercer dígito consecutivamente, el isleño no se acostumbraba del todo a que alguien le hiciera esto, pero desde un principio había estado haciendo excepciones con Danny, así es como desde aquella primera vez que el haole le pidió hacerle el amor, no puso ninguna objeción al respecto, ahora es apenas la segunda vez pero Williams parece haberse grabado muy bien la manera en la que al castaño le gusta ser tocado, por que fue exactamente a esas zonas.

Minutos después el rubio se adentraba lentamente y con cuidado en el interior ajeno, sabía que su novio no iba a "romperse" pero le gustaba tratarlo con esa gentileza que le ganaba quejas por parte del que era su jefe de unidad, además no podía dejar pasar la oportunidad de ver y escuchar de esta manera a Steve, debajo suyo, su piel brillando por la ligera capa de sudor mientras gemía su nombre y se estremecía cada vez que embestía en ese sitio... Era lindo que el más alto le cediera su preciado control de vez en cuando sin poner ningún tipo de excusa, esa tal vez es la prueba más grande de que ha logrado pasar todos esos muros de McGarrett que son tan fuertes que a veces parece como si pudiera tocarlos, para el resto de las personas

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