COLORES DE LA NOCHE OSCURA

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̶ Recuerda quién eres – susurro aquella melódica y profunda voz

No se molesta en moverse, mantiene la cabeza baja y los ojos cerrados. Es la misma que ha repetido esa frase tantas veces, que a estas alturas parece más un mantra, un rezo, una orden. ¿Desde Cuándo? No se dio la molestia de contar el tiempo, ¿importa? Para nada, él tiene todo el tiempo del mundo, de este como otros quizás

El tiempo para los inmortales no pasa del mismo tiempo que de los mortales

– ¿La recuerdas? – repitió la voz más despacio, arrastrando cada palabra, mientras apretaba bruscamente la cadena que lo tenía prisionero del cuello. Arrastrándole del oscuro rincón, donde se había refugiado, lo arrastro hasta el centro de la estancia

Se dejó hacer sumiso. Aunque no hay a donde huir, todo el lugar está diseñado para contenerlo, para contener su legión. Una prisión construida a partir del material de su ataúd, asi como los sellos de su predecesor; a eso agrégale sellos de los dioses de otro mundo

– Responde – exige despacio soltándole sin consideración

Anubis, No dijo nada, ¿Cómo responder a esta persona? Esta que un día fue lo más valioso en su vida y ahora. Sólo abrió aquellos ojos llenos de misterio, para mirarla con indiferencia y aburrimiento. ¿Por qué no lo deja dormir? Quiere seguir soñando con Levi, soñar con aquellos días, quizás, no puede confiar ciegamente en sus recuerdos

̶ ¿Recuerdas quién eres? y ¿Por qué? – volvió a preguntar tan lento y despacio, que solo se oía un susurro por el silencio que brindan las profundidades mientras clavaba más profundo una de las cuchillas que se encontraban en su cuerpo saboreando la sangre derramada

El encadenado. Ni se inmuto por dolor y la agonía que le estaba haciendo sentir, lo sintió tantas veces que se acostumbró, esos castigos siempre fueron asi de severos. Aunque curiosamente no recuerda cuando comenzó. Pensándolo con detenimiento, ¿Cuándo se creó esta prisión? ¿Cuándo fue libre de su entierro? No lo recuerda con claridad; difícilmente puede recordar algo por su cuenta

Tiene la impresión que la primera vez fuel el más doloroso, tal vez esa vez dejo de ser humano, tal vez nunca lo fue, tantas cosas por olvidar, tanto que recordar

̶ Por supuesto que sí, Mika – respondió después de un largo silencio. Sonrío con ternura viéndola directo a los ojos, esos ojos que tal vez un día amo. Esos ojos negros le son repulsivos a comparación a la oscuridad que los son de Levi, de su amado capitán: son únicos. Incluso ambos siendo Ackerman

̶ ¿Quién eres? – pregunta ella satisfecho por aquella respuesta, se acerca con una sonrisa ladina.

Su sonrisa se borra de inmediato, la mente de este es otra vez caótico, la mente de Eren, es decir Anubis está lleno de demonios, su unión no parece restaurarse por completo. Ha pasado tanto que es difícil distinguir entre los dos, se han fusionado a un punto irreversible

¿Acaso aún quedan residuos del titán? No, imposible. Han estudiado a Eren desde que lo encontraron en las profundidades del mundo, lo que los estúpidos humanos llamaron la Atlantis

¿una ciudad idílica? ¿una civilización? Pamplinas, ese solo fue la tumba, no es correcto decirlo asi, pues Eren nunca estuvo muerto, más fue un sueño criogénico. Cristalizado desde el final de la guerra absoluta, o también conocido la guerra de mundos o amantes como lo llama ella: la guerra de Eren Jeager y Levi Ackerman

Hasta el día de hoy no sabe quién lo dejo allí, pregunta equivocada, ¿Quién lo creo? ¿Quién creo Atlantis? Se niega a creer que haya sido Levi, ese enfermo jamás lo hubiera enterrado. No existe forma que ese hombre enfermo lo haya dejado atrás, sin importar su odio, lo conoce lo suficiente como para estar seguro de ello

ORÍGEN DEL SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora