Sweet Jen

Boda K&E

¡Para nuestro personal ha sido todo un honor cubrir tan maravillosa boda! Desde la iglesia hasta la recepción todo fue un éxito y  los invitados disfrutaron junto a los recién casados cada momento. en la parte de abajo adjuntamos fotografías de todos los detalles.

~

Resumo en un par de líneas lo increíble que estuvo el matrimonio de Kevin y Elizabeth, realmente fué indescriptible. Kevin es como un hermano para mí, y una vez que finalizó nuestro trabajo como organizadores simplemente nos dedicamos a disfrutar de la gran cantidad de comida y bebida, del ambiente tan animado que había y de la música que variaba cada hora que pasaba porque para gustos, colores. Debo decir que su presupuesto tan amplio nos facilitó muchísimo las cosas, las decoradoras pensaron en cada detalle y no se les escapó nada, todos estaban tan eufóricos que la celebración continuó hasta el día siguiente para el que tuvo suficiente aguante. Y yo que pasé el día ayudando aquí y allá para no perderme de nada, a duras penas pude quedarme hasta las ocho de la mañana del día siguiente, escuché que muchos llegaron a las tres de la tarde aún brindando en honor al lazo que se había formado la tarde anterior.

Confieso que luego desperté con dolor en el pecho, náuseas y una jaqueca tremenda. Todo se lo atribuyo a la alta ingesta de comida, alcohol y a la infinita cantidad de postres que probé, pero nada que una larga ducha no resuelva. Al terminar de bañarme y después de vomitar un par de veces ya estaba como nueva, aún así me quedé en mi habitación lo que restaba del día viendo vídeos mientras simultáneamente repasaba cada tanto la página web de la empresa. Mi blog sólo tiene cabida los fines de semana y aún es viernes, ya tendré tiempo para invertirle mañana.

Entre los puntos resaltantes de la recepción recuerdo haber visto a una jovencita llorando por su ex-novio, un patán cualquiera que la abandonó por otra. También noté que una mujer de un diminuto y ceñido vestido  resbaló y cayó al suelo mientras bailaba la conga. Así otros cuantos que hacían el ridículo alegremente bajo los efectos del alcohol. Nada de eventos desagradables ni malos ratos, todos reían, comían, bailaban y bebían.

Por ahí pueden anotarme en la lista de los que recordaron a su ex y les entró melancolía. Eso sí,  mi momento fue mucho más controlado, porque después de tres meses de haber terminado ya debes haberlo aceptado lo suficiente, supongo. No hubo lágrimas ni lloriqueos, simplemente yo deseando compartir toda la alegría de ese momento con la persona que más quería en el mundo. Pero como el alcohol no surte efectos negativos en mi sistema, rápidamente fui a integrarme al bulto de gente que bailaba y hacía cosas graciosas. Fué una gran noche.