Era Sólo Un Capricho

Prólogo

Prólogo;

Sonrió, estaba terriblemente emocionada, es que, maldición, estaba a unos minutos de entrar detrás del escenario para conocer a mí ídolo, después de eso sería el concierto, estaba emocionada, ayer había llorado mucho por esto, hoy no quería llevar, revise mi atuendo, unos pantalones cortos, shorts, mezclillas, unas sandalias, una remera que decía 'Te amo Biebs' sólo que en español, por Dios, Justin debe de estar encantado con tantas latinas. Sonreí de nuevo, no, él podrá resistirse a mi, no, tenía que lograrlo y por fin estaba tan cerca, la fila avanzaba, entraría sola, había venido sola, así que ¿qué más daba?, muchas fans salían llorando y todo por el estilo, sabía que sería duro, siempre me había imaginado este momento, como algo imposible, pues, mírenme ahora, en la fila esperando a entrar, miré detrás de mí, nadie, era yo la última, ¿lindo no?, dicen que las últimas siempre tienen el beneficio de pasar más tiempo con Justin, desde que tenía quince años había soñado, sueños mojados con él, si, eróticos, y ahora con diecisiete años, unos diez meses más dieciocho años, sabía lo que quería, sólo Justin viene una vez por dos años, joder, tenía que hacerlo, la última vez que lo vi tenía quince años y han pasado entonces dos años desde que él no hacía un concierto en mi país. Volví a mirarme, primero mis piernas, delgadas, blancas, un poco bronceadas, luego hacía arriba, mi estomago, plano, sonreí, mis pechos, bien para tener diecisiete años, tenía un buen trasero, 'joder _____ ¿en qué piensas?' Lo sabía demás, aparte de conocer a Justin, venía por otra cosa, y era que, él me quitara la virginidad.

Era un maldito capricho que he tenido que soportar cuando cumplí mis dieciséis años, joder, todas las noches despertaba húmeda por él, ni siquiera lo conocía, parecía loca, lo sé, pero era algo del cual no podía aguantarme, su sonrisa, su mirada, Dios, era un Dios griego, era tremendamente sexy, excitante. Y ahora sabía que lo conocería. Sonreí abiertamente, viendo como la chica de adelante mío entraba sollozando, ya me tocaría a mí. Miré a Kenny, no podía creer que lo tuviera en frente, me había sacado una foto con él desde que lo vi y gracias a Dios me permitieron entrar con mi cámara, le daría a Justin algo que no podría olvidar, por eso, él siempre me recordaría, no sólo porque puede que pase 'eso', sino por mi pequeño regalo, sonreí, era algo inocente por supuesto, no quiero asustarlo, ¡Joder!, tiene veinte años, seguro no es virgen '¡Para nada!' Reí. Cuarenta segundos después la chica salió llorando, con su mano en el corazón y corrió hacía su mamá, esa escena me conmovió por completo, mi mamá nunca me acompaña a estás cosas, menos mi papá.

Sentí que alguien tocaba mi hombro.

-Señorita, su turno -dijo el amable señor con un español no muy bien pronunciado, sonreí abiertamente, era el momento.

-Thanks -le dije, haciéndole saber que sabía hablar en inglés. Él me sonrió y me dejó pasar.

Mientras más caminaba por el gran pasillo, más mi corazón se aceleraba, no, no, no, ¡lágrimas no!, sabía que sería muy vulnerable, pero quería aguantar, sabía que podía, entonces, Moshe apareció detrás de una tela gruesa blanca, donde creo que es el Meet&Great y me saludó y me dejó entrar.

Ahí estaba, tan hermoso como siempre, mis piernas me fallaron al caminar, sentía como mi respiración se volvía lenta, volví a sonreír, sabía que esto era solo el comienzo, no de algo romántico, no, de algo excitante, de alguna forma lo lograré, lo sé, es un capricho, un *beep* capricho, y como caprichos se llaman, sé que es indudable que lo conseguiré.

Entonces, él me sonrió.