El Filo de Demacia

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Los demacianos eran conocidos en todo el continente por ser los guerreros mejor preparados para la guerra. Entrenaban desde niños y a pesar de que utilizaban armas anticuadas nunca nadie había podido penetrar los muros de su nación.

Yuuto provenía de un linaje de guerreros demacianos. Muchos de ellos pertenecientes a las élites de la misma. A la edad de 10 años fue enviado a la capital para entrenar con el ejercito demaciano.

Desde el primer día demostró disciplina y dedicación, superando rápidamente a los otros cadetes. En su estancia en el ejercito conoció a May, una gran estratega que también se llenó de elogios desde el día en que llego.

Yuuto viajó por toda Demacia junto a un grupo de cadetes que sobresalían del resto. Querían convertirlos en un ejercito de élite, capaces de romper las filas enemigas, infiltrarse en bases enemigas y preparados para combatir en cualquier lugar. Recorriendo Demacia se prepararon a luchar en diferentes climas, conocieron a su pueblo y desarrollaron vínculos fuertes que les permitirían estar más coordinados. May fue asignada capitana del escuadrón demaciano y se les asigno proteger un pequeño pueblo alejado de todo, un pueblo que estaba fuera de los muros demacianos. Al llegar, los lugareños informaron que llevaban meses siendo atacados por bárbaros freljordianos y que solían saquear sus viviendas a menudo, pues ellos no eran guerreros y debían huir muros adentro hasta que se retiraran. May hizo la promesa de protegerlos de cualquier peligro mientras estuvieran allí.

Las temperaturas de la zona eran bastante bajas, mucho más bajas de lo que ellos estaban acostumbrados. Era parte de su entrenamiento mantenerse allí durante seis meses, soportar los fríos y entrenar con las tribus de salvajes freljordianos que solían atacar la zona.

May envío uno de sus soldados a explorar la zona, con tal de encontrar información útil sobre su enemigo. Al volver, el soldado informó que diviso a una docena de bárbaros que se aproximaban a su ubicación. May ordenó a sus soldados prepararse. "Esta no es una batalla de práctica, aqui intentarán acabar con sus vidas si se descuidan lo suficiente. No quiero volver a casa sin uno de ustedes, chicos. Cada uno protege la espalda del otro y recuerden que la prioridad es el pueblo" dijo Yuuto a viva voz cuando ya estaban todos en posición. Pronto divisaron a sus enemigos, y estos al percatarse de que el pueblo se defendía por primera vez, cargaron con todo.

"Por Demacia!" gritó Yuuto al lanzarse a por sus enemigos. Sus aliados respondieron con la misma energía. El combate empezó. Los bárbaros eran más en número y el frío parecía no afectarles. Yuuto se deshizo rápidamente de su contendiente utilizando sus dos espadas, y comenzó a avanzar. Se enfrentaba solo a muchos, pero eso no era una desventaja. Yuuto esquivaba y se re posicionaba lejos de ellos rápidamente hasta que pudo ver sus puntos débiles y ataco, cobrando la vida de tres freljordianos. Demacia castigaba a los bárbaros sin piedad y los obligaron a replegarse. May dio la orden de seguirlos, y así fue hasta que se perdieron en la ventisca. Caía demasiada nieve como para continuar, y ella dió la orden de retirarse. "Imposible! Si nos retiramos ahora ellos se reagruparan y atacarán con más fuerza!" replicó Yuuto. "Es una orden de tu capitán, Yuuto!" contestó fuertemente May.

Yuuto se negó a oírla y decidió perseguirlos solo. "El que quiera acabar con esto hoy, que venga conmigo". Yuuto avanzó, y a pesar de que muchos querían seguirlo, May se los prohibió y les ordeno volver al pueblo.

Tras varias horas de angustia, una silueta apareció bajo la ventisca. Era Yuuto, se le veía exhausto y lastimado. Traía la cabeza de una mujer en su mano derecha. May corrió a recibirlo y le abrazo efusivamente. Agradeció que su amigo estuviera vivo, y luego de reprochar sus acciones, le pidió que explicara la cabeza que traía consigo. "La tribu de bárbaros que estuvo saqueando al pueblo no volverá a molestar" fue la respuesta de Yuuto.

Al cumplirse los seis meses volvieron a Demacia, en donde fue condecorado por sus acciones y se les nombró como el ejercito de los inquebrantables, o solo Los Inquebrantables.

Tras esto fueron enviados de ciudad en ciudad, protegiéndola de los malvados que corrompían a su nación, ajusticiando a aquellos que usaban su fuerza sobre los demás. Fue entonces que durante su viaje llegaron a un poblado cercano a la capital. Allí, una turba de personas agitadas rodeaban a unos cazadores de magos. Los cazadores exigían que de les entregase una pequeña niña acusada de ser maga, para llevarla ante la justicia. Cuando vieron llegar al ejercito de los inquebrantables, los pueblerinos les suplicaron piedad. "Solo es una niña, ella no le ha hecho daño a nadie" apeló la madre de la pequeña a los soldados.

"Se convertirá en un problema!" reprochó uno de los cazadores "Si no la entregan, tendremos que llevarla a la fuerza"

Yuuto se interpuso entre la estocada que estaba propinando uno de los cazadores de magos a la madre, y cortó la espada en tres partes con el filo de sus espadas.

"Como osas a hacer algo así?!" dijo dando un paso atrás aquel cazador de magos. "Traidor!"

"Como puedes atacar a tu propio pueblo y decir que lo haces en nombre de Demacia?" disparó Yuuto, poniéndose en posición de pelea.

"Q-que haces Yuuto?" preguntó nerviosa May. Todos estaban muy tensos.

"Lo que cualquier soldado demaciano debe hacer. Proteger a su pueblo"

"E-es una maga.." dijó May, en voz baja.

"Es una niña" Respondió Yuuto.

El cazador de magos exigió a May arrestar al traidor. Ella y todos sabían que, a pesar de que Yuuto tenía razón, estaba quebrantando las leyes de su nación al proteger a un mago. May, muy afligida, dio la orden a sus soldados de arrestar a Yuuto. Titubearon un poco, y luego se acercaron a él. Yuuto embistió a dos de sus compañeros, advirtiéndoles que no se le acercaran a él ni a ningún civil. Entonces May ordenó, gritando, que detuvieran al traidor. Todos los soldados cargaron contra Yuuto. Él repelió los ataques y devolvió algunos, iniciándose así una dura batalla entre quienes alguna vez fueron amigos. Con el pasar de los minutos los ataques de los inquebrantables se hacían más potentes, y Yuuto respondía de la misma manera. Pronto el combate se volvió a muerte.

Atacaban a puntos vitales de Yuuto y este, junto con esquivarlos, los devolvía. Uno de sus ataques dio en el corazón de uno de los soldados de May, quitándole la vida. Fue cuando ella decidió entrar en combate. Yuuto era veloz y sus ataques nunca podian ser detenidos por nada. Pero el escudo y la fortaleza de May parecían no tener un talón de Aquiles. Tras un grito de Yuuto, sus espadas y ojos comenzaron a emanar un aura anaranjada. Sus movimientos se hicieron más rápidos y sus espadas podían cortar el propio escudo de May, el escudo mas resistente hecho en Demacia. Uno de los cazadores de magos gritó que Yuuto era uno de ellos, e intentaron detenerlo con un ataque combinado. Yuuto detuvo sus ataques y atravesó el cuerpo de uno de ellos con facilidad. Alzó su mano y canalizó sus deseos de acabar con el yugo de los cazadores de magos. Canalizó su deseo de proteger a su pueblo, y lanzó una devastadora onda explosiva mágica. Acabo con los cazadores de magos, y con otros soldados de May. Ella ordenó la retirada. Antes de irse, ambos cruzaron miradas. La de Yuuto desafiante, y la de May decepcionada. Los pueblerinos festejaron y agradecieron a Yuuto por protegerlos y proteger a la niña.

Esa tarde, Yuuto se fué del pueblo. Se fue de Demacia. Sabía que no podría estar más ahí después de lo que hizo. Decidío buscar donde aprender a controlar su nuevo poder, y así, emprendió su nuevo viaje rumbo al este.

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