Mi Oso Legendario 🐻 KaiSoo 🐻

Mi Oso Legendario

Solo hasta hace unos años se creía que los seres humanos eran los únicos que habitaban el planeta Tierra, eso hasta que una noche por las calles solitarias de la provincia de Gangwon-do un señor, algo tomado cabe decir, dice haber visto a un "cambia formas", de los que se creía existían solamente en los cuentos infantiles, y que aunque poseía la forma de "humano" lo vio convertirse en el legendario Oso Negro Asiático.

Aquel señor era el profesor de historia, el Sr. Do, casi es asesinado por una pandilla que lo quiso asaltar esa noche, al verlo solo los chicos quisieron aprovechar y lanzarse en su contra, solo que tuvieron la mala suerte de que en medio de los forcejeos y golpes que le estaban dando al pobre hombre llegará en su ayuda un chico que a simple vista lo veías en sus 20's.

─ ¿Así que se creen muy rudos como para atacar a una persona mayor? ─ Pregunto aquel chico con voz calmada mientras se interponía entre los vándalos y el cuerpo cansado del Sr. Do ─ Muy bien, pues yo les enseñaré a respetar a los mayores ─ Diciendo eso lanzo el primer golpe contra aquellos y se armó un caos en aquel callejón.

Había algo en ese Señor que le decía a Jongin que lo cuidará, y además estaba el hecho de que había un aroma, aunque leve, que lo ponía sumamente feliz. Ese aroma era lo que lo cautivo y debía saber de quién era y porque no podía dejar de percibirlo.

El Sr. Do quedo sorprendido por la excelente condición con que contaba su salvador pues después de unos cuantos golpes a cada uno todos ya se encontraban en el suelo medio inconscientes.

─ Gracias muchacho ─ El Sr. Do dijo mientras intentaba levantarse ─ No sé qué me habría pasado si no me hubieras ayudado ─ El chico se acercó y lo ayudo a sostener su peso.

─ No tiene que agradecer nada, era lo correcto, no podía dejarlo ─ Respondió el joven con una sonrisa brillante.

─ Yo me llamo Do Jeong Hwan, puedo saber, ¿Cómo se llama mi salvador? ─ Dijo el Sr. Do aguantando su dolor y tratando de sonreír

─ Me llamo Jongin, Kim Jongin ─ respondió el moreno ─ ¿Se encuentra bien? ¿Quiere que lo lleve a urgencias para que le revisen sus heridas? ─ pregunto preocupado el moreno.

─ No te preocupes, estoy bien, así me veas viejo todavía puedo resistir esto ─ Dijo con una sonrisa más grande el Sr. Do.

A pesar de las negaciones por parte del Sr. Do, Jongin decidió acompañarlo a su casa para mayor seguridad. Cuando estaban en camino no se dieron cuenta de que una camioneta los estaba siguiendo ya que iban entretenidos con la pequeña plática que tenían. En uno de los callejones por el que tenían que pasar para llegar a la casa del profesor fueron interceptados por ese mismo vehículo del cual salieron otros tipos pero a diferencia de los anteriores estos llevaban pistolas, al ver esto Jongin se preocupó por la seguridad de su acompañante por lo que aunque fuera arriesgado tendría que usar toda su fuerza sino no se libraría de estos hombres, pero primero...

─ Sr. Do, ¿Puede caminar por si sólo lo que falta de camino a su casa? ─ Jongin estaba decidido a darle el tiempo necesario al profesor para que se fuera y así poder convertirse en su animal y lidiar con esos sujetos.

─ Si muchacho, pero no puedo dejarte solo con ellos, debemos llamar a la policía, que ellos se encarguen – El Sr. Do no sabía la verdadera identidad de esa pandilla pero con solo ver sus ojos sabía que debían tener mucho cuidado.

Entre los sujetos había uno que destacaba, era alto, con expresión en blanco, cabello negro y algo ondulado, piel blanca y una sonrisa que daba escalofríos s la mirabas demasiado tiempo. Era el jefe de ellos, de eso podían estar seguros, así como también que este no era un humano ordinario, era un cambia formas como Jongin.