Ambos subieron por el ascensor, al llegar al piso, Audifaz mandó a avisarle al jefe que ya había llegado junto a su hijo, esperaron un poco y la secretaria invitó a que pasaran.
Audifaz primero tocó la puerta, ambos esperaron la aprobación para poder abrir y luego, sólo escucharon un "adelante".
Al entrar a la oficina, lo primero que vió Aristóteles fue a aquella chica, probablemente tenía la misma edad que él, tenía el cabello largo, unos ojos muy bonitos, y unos rasgos muy definidos.
Tenía que admitir que era bonita.
"Buenos días, señor."
"Buen día, Audifaz."
Un silencio se acomodó entre ellos.
"Bueno, le presento a mi hijo, Aristóteles."
"Hola Aristóteles, un gusto conocerte."
Ambos estrecharon sus manos.
"Es un gusto conocerlo."
"El gusto es mío, y bueno, ella es mi hija, Sophie."
"Hola." Saludó tímidamente la chica junto con una sonrisa.
"Es una jovencita muy guapa."
"Muchas gracias, su hijo también lo es."
Aristóteles se sonrojó, no estaba acostumbrado a recibir halagos por parte de la gente.
"Muchas gracias, y tú también eres una chava muy guapa."
"Bueno, deberíamos dejarlos para que se conozcan, ¿no es así Audifaz?"
"Claro que sí, yo digo que vayan a tomar algo a la cafetería y así puedan hablar un poco."
"Estoy de acuerdo con usted. Hija, ve con Aristófanes..."
"Es Aristóteles, señor."
"Sí, perdón, ve con Aristóteles a la cafetería."
"Está bien papá." La chica se dirigió hacia Aristóteles "¿Vamos?"
"Hummm... sí, vamos."
Ambos salieron y se dirigieron al ascensor.
Un silencio se formó entre ellos, pero se rompió luego de que las puertas se cerraran.
"¿Puedes creer que nuestros padres hicieron que nos conociéramos para que al final fuéramos pareja? Porque yo aún no."
La confianza que mostraba la chica era sorprendente, apenas lo conocía y ya le hablaba como si fueran amigos de toda la vida.
"¿Te comió la lengua el ratón?"
"Lo siento, es que me siento un poco nervioso."
"¿De verdad te gusté?" la chica abrió los ojos sorprendida.
"¿Qué? No, para nada. Además... Tengo pareja."
"Así que... Pareja." La chica subía y bajaba sus cejas con picardía.
"Sí... Pareja." La sangre se le había hasta los oídos, parecía un tomate.
"¿Por qué no dices de una sola vez que tienes novio? Es más fácil y corto."
"¿No tienes problema?"
"Eh... No, estamos en el siglo veintiuno, es normal." La chica contestó.
"Bien..."
"¿Y por qué sigues en el closet? Creo yo, que aún sigues ahí."
"Una parte de mi familia rechaza a los que piensan diferente y no quiero que mi propia familia me rechace."
"Wow, estamos en tiempos díficiles, ¿eh?" Exclamó la chica y ambos rieron.
"Sí, lo sé. Y tú, ¿por qué estás en esta situación?"
"No es nada difícil de explicar, papá no quiero que salga con alguien que sea de distinta situación económica y bueno, bah, es una basura."
"Pues déjame decirte que nosotros tampoco tenemos mucho que presumir."
"Pero tu padre es uno de sus empleados, justo por eso lo eligió, y porque, además, es como su mano derecha."
"Eso tiene sentido para mí."
"Y... ¿Enserio te llamas Aristóteles?"
"Claro que switch."
"Que nombre tan... Peculiar pero muy original."
"Lo sé."
Ambos llegaron a la cafetería, buscaron una mesa y se sentaron. Otro silencio se formó entre ellos, a pesar de haber hecho ligero y cómodo el ambiente, seguía siendo raro el motivo por el cual estaban juntos.
Duraron alrededor de cinco minutos en silencio, hasta que Sophie decidió romper el silencio.
"Oye, esto es un poco incómodo."
"No me digas." Respondió con sarcasmo.
"Jaja, que gracioso."
"Ya, ya, perdón."
"¿Y si comenzamos de cero? Realmente es un poco raro toda esta situación."
"Me parece excelente la idea."
"Entonces... Hola, mucho gusto, soy Sophie."
"Hola Sophie, es un gusto conocerte, yo soy Aristóteles."
Y una sonrisa apareció en el rostro de ambos.
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Lie [aristemo]
FanfictionAristóteles Córcega y Cuahtémoc López son pareja en secreto. Audifaz quiere que si hijo sea feliz y que mejor idea de felicidad que una novia. ¿Qué pasaría si Sophie apareciera?