Mine

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Han pasado dos semanas desde que finalizó la Winter Cup y tanto el instituto Seirin como sus contrincantes ya han vuelto a sus rutinas de entrenamiento para el próximo torneo. Mientras todos entrenaban, en especial un pelirrojo y peliazul, en otra parte un grupo de personas estaban discutiendo algo muy distinto a lo que sería una rutina de ejercicios.

-¡Te digo que seré yo el que lo conseguirá!-gritó un rubio de ojos ámbar, piel algo pálida y con un piercieng en la oreja.

-¡Sigue soñando Kise!-le respondió también en un grito un peliazul oscuro, de piel morena y ojos de igual color al cabello.

-¡No te metas conmigo Aominecchi!-le gritó de vuelta el rubio ofendido.

-¡Parad ya, par de idiotas!-les gritó ahora un peliverde de ojos de igual color y piel blanca mientras les golpeaba en la cabeza con sus dedos vendados.

-¡Eso dolió Midorimacchi/Midorima!-se quejaron ambos a la vez en el momento en el que giraron a verle uno molesto y el otro con cara de cachorro apaleado.

Por respuesta solo recibieron una mirada amenazante junto con un aura asesina que les hizo enmudecer al instante. Todo quedó en silencio hasta que oyeron como alguien abría una bolsa de patatas y comenzaba a comerlas despreocupadamente.

-Ya recuerdo porque Mido-chin era el subcapitán.-comentó con voz neutra un chico alto con el cabello liláceo, piel blanca y ojos de igual color al cabello mientras comía con despreocupación.

-Murasakibara.-saludó también indiferente el peliverde.

-¿Y? ¿Porqué discutíais Kise-chin y Aomine-chin?-preguntó abriendo una segunda bolsa de aperitivos.

-Es por el día de San Valentín.-comentó el peliazul mientras se rascaba la nuca y miraba hacia otro lado.

-Sip. Yo digo que Kurokocchi me dará chocolates porque me quiere pero Aominecchi insiste en decir que eso es imposible.-terminó de explicar el rubio mirando enojado al mencionado.

-Si Tetsu fuese a dar chocolates a alguien tú serías el último de ellos, idiota.-respondió mirándolo a su vez de igual forma.

-Eeehh.... yo también quiero recibir chocolate de Kuro-chin.-comentó el ojilila por lo que se ganó dos miradas furibundas hacia su persona, aunque las ignoró al imaginar qué tipo de dulce le podría dar el sujeto en cuestión.

-¡Ni lo sueñes!-le gritaron ambos y de un momento a otro estaban los tres discutiendo.

El ojiverde suspiró cansado de tener que lidiar con ese trío de idiotas. Además se supone que habían quedado porque su pelirrojo ex-capitán les había llamado pero este ni siquiera había hecho acto de presencia todavía. Cabe aclarar que el sujeto de disputa de esos tres tampoco había llegado aún y esperaba que no lo hiciese mientras toda aquella estúpida discusión no terminase. Volvió a suspirar y entonces se percató de una presencia a su lado. Giró algo asustado y abrió los ojos en demasía al contemplar a la persona que tenía delante. Definitivamente los otros tres estaban en problemas.

Sin decir nada esa persona se acercó a los mencionados y se paró a su lado. Estos ni en cuenta puesto que seguían muy metidos en su pelea.

-Suena divertido.... ¿puedo participar también?-habló el recién llegado. Ante aquella fría voz todos se tensaron y giraron la cabeza lentamente como en el momento de las películas en las que los protagonistas van a enfrentar al monstruo de cara por primera vez.

En ese momento se encontraron con nada más y nada menos que con la persona que los había reunido. Un pelirrojo de ojos heterocromáticos, uno rojo y otro naranja, y de piel pálida les miraba con una sonrisa en el rostro lo cual les estaba causando escalofríos a los chicos, mientras que el peliverde solo suspiró y se golpeó la frente con una mano al tiempo en que negaba con la cabeza ante lo inútiles de sus ex-compañeros de equipo.

You're only mineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora