Era uno de esos días en que me encanta despertar por las mañanas, consciente de que mi única inspiración a seguir adelante y yo, compartiremos un instante de nuestro tiempo para para resumir lo mucho que nos amamos y extrañamos el uno al otro en 45 minutos cada sábado
Pero hoy no fue así ya que después de preparar todo para poder contarle a mi media naranja todo lo que me han pasado en la semana y lo que fue más importante un problema de salud por el cual pensé que lo perdería todo y lo más importante que la perdería ella. Ella me dejó parado; literalmente parado en el mismo lugar donde cada sábado ella suele esperarme y todo por temor a que el mundo sepa o se dé cuenta de lo que ya sabe...
( Que la amo... )
