Nos había tomado medio día llegar al pueblo, a simple vista era uno muy rico.
- ¿Aquí hay un monstruo?- preguntó Dororo- Parece un pueblo con mucho dinero.
- Parece que si- le di la razón. Pero, lo único que lo hacía "rico" era el tamaño, era muy muy grande. Sin embargo, no habían arrozales o cultivos, tampoco animales.
- ¿Alguien dijo un monstruo?- se nos acercó un aldeano seguido de muchos más. Lo miré atentamente, lo primero que hizo fue ver a Dororo, después al chico y por último a mi, de pies a cabeza, y se detuvo a ver mi espada- ¿Qué sucede con ese monstruo?
- No asumas que no lo sabes- se burló Dororo.
- Escuchamos que están en problemas- añadí de manera fría y distante, creo que sorprendí a Dororo, ya que se volteó a verme con cierta confusión en su rostro.
- En fin- suspiró el niño y colocó la mano derecha en su cadera y con la izquierda señaló a nuestro acompañante- Están de suerte, este tipo de aquí es el mejor en matar monstruos. ¿Qué te parece?
- ¿Realmente puede hacerlo?- cuestionó el aldeano. De alguna manera no me brindaba confianza, la gente de la aldea estaba muy serena y no preocupada o asustada por el monstruo.- ¿Estas seguro?
- Tan seguro como cualquier cosa- contestó- Justo el otro día golpeó a uno de esos monstruos y lo hizo pedazos.
Los aldeanos se acercaron más y se "sorprendieron" de una manera muy fingida. Hay algo muy raro.
- Entonces, ¿Qué te parece? No pierdes nada con darnos una oportunidad- añadió Dororo.
- Qué afortunados somos al que hayan venido- respondió el aldeano- Si lo matas por nosotros, el pueblo hará mucho para pagarte- se dirigió al chico que nos acompaña.
- Me gusta la forma en la que hablas, jefe- rió Dororo.
- Solo estoy reemplazando al jefe, mi nombre es Denkichi.- aclaró el aldeano- El nombre de nuestra jefa es Bandai, ella se ha lastimado las piernas y no puede moverse- hizo una pausa- De todos modos, siéntanse libres de quedarse en mi casa, no tengo mucho que ofrecer pero, ¿Quieren algo de cenar?
- Realmente me gusta la forma en la que hablas- aceptó Dororo, me limité a no decir nada más, aveces se juzga de manera incorrecta a las personas y espero estar haciendo lo mismo con estos aldeanos.
- Vengan por aquí- nos invitó a seguirlo. Dororo nos tomó de la mano y nos llevó detrás del aldeano.
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.Llegada la noche y después de la gran cena que nos dieron, el hombre nos brindó su establo para dormir ahí dentro.
- ¡Ah!- gritó Dororo para luego dejar caer su cuerpo sobre una paca de heno- No recuerdo haber comido tanto en mi vida- eructó.
- Pero son bastantes llamativos para un pueblo preocupado por un monstruo- Lo interrumpí.
- Tampoco tienen muchos arrozales- añadió Dororo.- ¿Cómo hacen tanto dinero?
- No lo sé, todo es muy extraño- me senté entre ambos chicos.
De pronto, corrió una fuerte corriente de viento y apagó todas las velas, entre la oscuridad se escuchó el sonido de una campanita y la puerta del establo se abrió, entró la luz de la luna y con ella se aclaró la visión, dejándonos ver un monstruo parado en la puerta.
- ¡Monstruo!- gritó Dororo muy nervioso.
- ¡Tra- Tranquilízate!- Lo abracé pero de alguna manera logró escaparse, corriendo hacia nuestro acompañante.
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Lirios || Hyakkimaru y Tú || Dororo
FanfictionEste fanfic está inspirado en el anime Dororo (2019) y se desarrolla en el mismo espacio/tiempo. (t/n)___, una chica que fue expulsada junto a su madre y hermana de la aldea que las vio nacer, escapa del templo en el que se refugiaban con destino de...