Katsuki buscaba a su amado por todas partes, marcaba el número de sus amigas pero ninguna de ellas tenía idea del paradero de su amado, pensaban que estaría con el como cada jueves.
Su madre seguro pensaría lo mismo así que no la llamo y siguió buscándolo, era claro que estaría llorando y tal vez buscara la soledad para no preocupar a nadie.
¡Él no debía estar ahí! El insistente de Yo Shindo no comprendía que lo de ellos nunca sería, de alguna manera arreglo todo para que pareciera que el le era infiel a su Deku, a su razón de ser. Debía encontrar a Izuku para así explicarle todo. ¡Que fue una trampa!
Recordó aquel parque, al que iba con su madre cuando era pequeño.
Ahí lo encontró, junto a un bicolor que no le agradaba. Se acercó rápidamente y vio los orbes de su amado rojos en hinchados por la irritación de haber llorado. Al acercarse el chico se interpuso entre ellos.
— Quítate de mi camino mitad-mitad - exiguo molesto.
— No dejare que le hagas más daño.
— Yo no le hago daño, yo lo protegeré.
— ¿¡A que llamas cuidar!? Te estabas revolcando con Shindo. -. Al decir eso se abalanzó y golpeó al chico frente a él.
Cuando se cansaron de pelear notaron que faltaba la presencia de aquel chica de ojos de esmeralda.
Buscó toda la noche y no lo encontró, casi al amanecer recibió una llamada de Kyoka.
— ¡Escúchame bien tonto Explosivo! Te daré el beneficio de la duda y más te vale que no me equivoque. Izuku está camino al aeropuerto - al escuchar esas palabras corrió a su auto y emprendió camino al aeropuerto.
Lo encontró.
Esa cabellera verde era inconfundible, lo detuvo y el verde y el Rojo volvieron a chocar. El sonrió falsamente.
— No te vayas, por favor no me dejes ¡déjame explicarte!
— No es nuestro tiempo - dijo soltando su mano - quizás algún día nos volvamos a encontrar, no seremos las mismas personas y ya habremos madurado... bueno, yo habré madurado. Ta vez... solo tal vez sigamos teniendo el mismo amor y podremos estar juntos sin errores, sin desconfianzas o terceros... quizás algún día seremos tú y yo.
Le dijo dulcemente mientras limpiaba las lágrimas que salían de los ojos de Katsuki, el lloraba por ella.
Reaccionó tarde y abordó el mismo avión que el solo un minuto antes de despegar. Lo busco. No estaba en el avión...
En las calles de Londres esperó dos dias, conocía los lugares a los que Izuku iría y no estaba. Tomó el teléfono y llamó a Kyoka.
Regresó a Tokyo y Kyoka lo esperaba para llevarlo a casa. Tenía hombros caídos y la de cabello oscuro lo abrazó, ninguno sabía dónde estaba su amigo.
— Lo perdí... no volverá. Perdí a lo único que amaba - dijo mientras lloraba en su hombro.
— Volverá - susurró la chica triste - volverá porque aquí dejo su sonrisa.
Los ojos rojos se abrieron luego de aquel sueño que lo atormentaba cada día, pero luego de haberlo visto aquel día se había vuelto más real, más fuertes... más dolorosos de los que recordaba.
No lo había vuelto a ver, quizás volvió al país en donde se escondió de el.
Se levantó de la cama y dio un suspiro.
Terminó de arreglar su corbata y entró a aquel salón lleno de personas, sus padres estaban ahí, se dirigió a su encuentro y su madre elegantemente lo abrazó.
— Mi pequeño bebé, te amo tanto - dijo la mujer de cabello rubio recogido en un moño alto y ojos de color rojo como los de el, a su lado estaba su padre el cual no dijo nada, ninguno de los hombres Bakugo era de muchas palabras entre ellos, el tenía el pelo castaño al igual que sus ojos.
—Blasty amor mío - dijo una voz detrás de él irritandolo. El hombre de corto cabello rojo y ojos del mismo color se acercaba a los Bakugo.
— Te dije que no me llame así Kirishima- fue lo que respondió.
— Señora Mitsuki, prometo quitarle lo amargado cuando nos casemos - dijo a la mujer.
— Yo sigo intentando con su padre - fue su respuesta y la tomó del brazo para acercarse a caminar. Giró su rostro a su hijo y movió sus labios en un "lo siento"
Katsuki saludaba a algunos invitados que conocía gracias a sus padres o a su prometido, cuando vio una cabellera verde, la siguió entre la gente y la encontró. Otra vez estaba frente a Izuku.
— ¡Hola Kacchan! - dijo sonriente, esa sonrisa era falsa... el brillo en sus ojos no.
— No sabía que los Midoriya fueron invitados - fue lo que dijo, pues los Midoriya se negaban a hacer negocio con su familia.
— No fuimos, estoy acompañando a alguien. - no dijo nada, pero el supo leer sus ojos perfectamente. - estoy aquí con Todoroki Shoto.
Al decir eso la ira lo invadió, otra vez estaba Todoroki metido donde no lo llamaban... aunque esta vez quería agradecerle por traerlo.
El chico llegó y lo saludó a regañadientes, se odiaban. Pero sus empresas estaban casi funcionabas y debían aparentar en los eventos sociales. Ambos vieron a Izuku que hablaba por su celular.
— Mamá pero no puedo ir... esta bien... amor mío papi no puede darte el beso de buenas noches hoy... si, lo sé pero, esta bien. Iré en unos minutos. - luego colgó, Todoroki lo miraba con media sonrisa y el sin expresión.
— No puedo quedarme más tiempo, sabes como es el - dijo al chico a su lado.
— Si quieres te llevo y lo hacemos juntos - Izuku sonrió y asintió, luego miró a Katsuki.
— Felicidades por tu compromiso. - fue lo que dijo. No tuvo tiempo de responder pues el se había ido.
No se suponía que Izuku estuviese tan de acuerdo.
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Reencuentro- Katsudeku
Fanfiction- Tus ojos aún brillan al verme, nerd - Tus manos aún tiemblan cuando me tocan, Kacchan