Capítulo 6

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   —Perdoname tú a mí, no he medido bien la fuerza —seguía sujetándome de la cintura, estaba pegada a él y empezaba a tener calor, será por la vergüenza. Mi pulso empezaba a acelerarse así que preferí alejarme de él por si acaso. No sabía qué decir, seguramente estaría colorada. Afortunadamente dos pequeñajos aparecieron.

   —Papá, papá, ¿podemos ir a jugar al parque? —preguntó Marc, el mayor haciendo un puchero y yo agradecí infinitamente su intervención. Una sonrisa se asomó en mis labios, estos dos irradiaban una ternura impresionante, seguían cogidos de la mano.

   —Sólo si vais con cuidado —asintió él y los pequeños soltaron un grito de satisfacción, abrazaron a su padre y a mí también, juro que de un momento a otro se me caería la baba. Salieron corriendo de nuevo dando pequeños saltitos y riendo. Dejé de mirarlos cuando oí la voz de Ricky.

   —Vane, Carmela necesita ayuda con algo, está en el baño —frunzo el ceño y asiento, me despido de Harry con dos besos.

   —Nos vemos luego —le sonrío y voy hacia el lavabo, antes cojo mi bolso de mano en el que llevo compresas y un tampón por si Carmela lo necesita. Siempre hay que ir preparadas, con el paso del tiempo aprendí a llevar siempre compresas en los bolsos o mochilas. —¿Carmela? —pregunto al llegar al lavabo, veo un pie asomarse por la tercera cabina y me acerco —¿Andrés?

   —Si, ¿tienes algo?

   —Claro, —le pasó mi bolso por debajo de la puerta —coge lo que necesites.

   —Me has salvado la vida, te debo una bien grande —suelta un suspiro de alivio, oigo el ruido del plástico de la compresa y luego del tampón.

   —Ni si quiera sé por qué tengo tampones si nunca los uso —comento para no aburrirme

   —Para dármelos cuando los necesite —suelta una risita y oigo como tira de la cadena y después abre la puerta.

   —Seguro es por eso —Se lava las manos y se las seca con papel para después mirarme

   —Te estaré eternamente agradecida —me abraza

   —Que fácil es ganarse tu amor, venga vamos a la fiesta, Ricky estará preocupado por tí —un leve sonrojo se apodera de sus mejillas, la he pillado.

   —Tu primo está bueno, qué le voy a hacer —Se encoge de hombros restandole importancia

   —No quiero saber lo que le vas a hacer, seguramente sean cosas para mayores de dieciocho y yo todavía tengo diecisiete —estamos llegando a la mesa, ella abre la boca haciéndose la ofendida y se carcajea. Ricky nos ve y se acerca

   —¿Ya estás bien? ¿Qué es tan gracioso?

   —Si ya estoy bien, gracias —responde ella

   —Nos reímos porque Carmela es una per... —abre los ojos y empieza a darme manotazos para que me calle lo que me hace reír. —una persona muy ruidosa —sonrío a mi amiga y le saco la lengua.

   —Mmh, haré como que me lo creo...

   —Os dejo, voy a bailar con mis abuelos —me despido para dejarlos solos. Me dirijo hacia la mesa de mis abuelos y me inclino para saludarlos con dos besos. —¿Abuela, bailamos? —pregunto primero a mi abuela, aunque sé que me va a decir que no.

   —No hija, ya he bailado y estoy cansada... —miro a mi abuelo que se niega nada más mirarlo. Veo como mi tío se acerca.

   —Papá, mamá ¿qué tal la fiesta? —pregunta y se sienta en frente de ellos.

   —Cansados... con ganas de ir a casa y dormir —llevamos tres horas aquí y ya están cansados, bueno, supongo que es la edad.

   —¿Tenéis algo que hacer el domingo que viene? —pregunta de repente, no sé si debería irme, siento como si estuviera en medio de una conversación en la que no pinto nada...

   —Creo que no, pero pregúntale a tu hermano, Leo. ¿Por qué? —responde esta vez mi abuelo.

   —Tengo partido, había pensado que podríais venir los cuatro a verme y luego ir a comer por ahí —¿los cuatro? ¿O sea que estoy incluida? ¿Partido? Estoy confundida. Mi padre se acerca como si hubiera escuchado su nombre y saluda a su hermano con un abrazo y palmadas en la espalda.

   —Hola Harry, cuánto tiempo

   —Justo estábamos hablando de ti Leo.

   —Espero que no me estén criticando delante de mi pequeña —dijo de broma y yo rodé los ojos, odio que me diga así. Harry sonrío de lado y negó con la cabeza.

   —El domingo que viene tengo partido, ¿queréis venir a verme y luego comer por ahí o ya tenéis algo planeado?

   —Iremos, por nada del mundo me pierdo tu partido hermanito —se me ablanda el corazón al oír hablarle así a su hermano... Me encantaría tener un hermano así, que me quisiera.

   —Genial, te mandaré la dirección por WhatsApp —Se dan un abrazo y mi padre se despide para ir al servicio. Yo pido permiso y voy al parque a ver cómo están mis primos. Los veo corriendo al tobogán y tirándose juntos, el grande abrazando al pequeño por detrás, gritando y riendo juntos. Ojalá sigan así cuando sean mayores. Cuando me ven corren hacia mí y me piden que los empuje en los columpios, así lo hago, oírlos reír me saca una sonrisa.

   —Grasias prima, eres la mejor —dicen los dos y estoy a punto de parar de columpiarlos y achucharlos a más no poder.

   Me paso la tarde con ellos, me he olvidado por completo de la fiesta y sólo estoy pendiente de sus risas y travesuras, quieren que me quedea dormir con ellos, pero yo les digo que no puedo, que tal vez otro día sí. Con esa respuesta ellos se ponen contentos  dando saltitos.

   —Seguro que a papá no le importa. —asegura el pequeño

   —Puede que otro día si pueda, porque hoy tengo que dormir en casa de los abuelos.

   —Jooo —hacen un puchero, pero segundos después vuelven a reír y jugar. Son tan lindos...

   Los invitados empiezan a irse, Carmela le pide el número a Ricky y yo me alegro mucho, éste despide de mi con dos besos y halagos hacia mi vestido, Carmela me dice que me está mirando el, en sus propias palabras, "buenorro que ha estado bailando contigo", después de eso me da una nalgada riéndose y afirmando que él ha visto el movimiento y se ha fijado en mi culo. Yo me sonrojo y le doy un abrazo, a veces es un poco tonta y me hace pasar vergüenza, pero aún así la quiero muchísimo. Los pequeños se despiden de mi diciendo que nos veremos pronto para jugar y un abrazo con mucho amor. Mi tío me da dos besos que parecen muy lentos y me ponen nerviosa y se despide con un "hasta el domingo". Quiero que ya sea domingo. Después de eso nos vamos a casa de mis abuelos, donde mi padre recibe un mensaje que no esperábamos.

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Espero que hayáis disfrutado de este capítulo, ya se va acercando la parte salseante, no quiero hacerlo de manera precipitada porque quiero que sea todo coherente.

Por favor, votad y comentad, siempre os lo pido, pero es lo que más me anima a seguir subiendo la historia.
Me encantaría que me dijerais lo que os está pareciendo la historia.

Besoos 💋

Leila_Rosel

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⏰ Última actualización: Mar 17, 2019 ⏰

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Tito Harry (H.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora