Me sentí una idiota

119 6 1
                                    

Acababa de amanecer y la verdad no dejaba de pensar en lo de ayer, Daniel había sido tan dulce y no comprendía la razón de aquello. Anoche le conté a la Jose por llamada, lo que había pasado. No saben lo feliz que se puso, me decía que este sería mi gran amor, el que me ayudaría junto con ella a salir adelante. Yo le deje las cosas claras, que apenas habíamos hablado y que no sentía nada por él, bueno, nada grande porque la verdad me llamaba bastante la atención, no por ser apuesto si no por su forma de haberme tratado, pero era solo eso ya que no lo conocía completamente.  Quizás me cautivó el hecho de que se haya acercado a mí el día de ayer, sin importarle mi condición, se acercó a mí y me hablo. Hoy me fui a la Universidad muy temprano, me sentía con animo y hace bastante  tiempo que no me sentía así. Mi mejor excusa fue decirle a mi madre que tenía que llegar a hacer un trabajo complejo, pues bueno tampoco habría sido la primera vez que le mentiría y aún así tampoco le importaría lo que le dijera ya que no estaba ni ahí conmigo, su atención y cariño hacía mí no existía. Pero bueno, yo solo quería ver a Daniel y conocerlo, conversar con él, me sentía bastante ansiosa y extraña, yo jamás había actuado de esta manera frente a un chico. Cuando llegué a la escuela, estaba la Jose esperándome, nos saludamos y fuimos a comprar un poco de comida ya que no había desayunado, estaba fatigada. De pronto vemos a Daniel junto a una niña, estaban abrazados caminando, intercambiando sonrisas,  yo me sentí muy triste, muy mal, incluso utilizada. No sabía qué hacer porque se había dado cuenta que lo había visto y en ese momento al verlo me comenzó a saludar de lejos y me sonrío. Le comenzó a decir algo en el oido a la chica, yo me sentí horrible ya que sabía que se trataba de mí, él no dejaba de sonreír ¡Ay esa estúpida y tan bella sonrisa! Realmente no podía dejarla de apreciar. No supe qué hacer más que ignorarlo, me miré con la Jose y de pronto una tristeza y decepción me invadió, me sentía una idiota. Si estaba con una chica en una relación ¿Por qué había sido tan dulce conmigo? De verdad que no comprendía, me di cuenta que estaba bastante celosa y lo peor es que me sentía mal por estarlo, a mí siempre me ha costado sentir atracción por alguien, jamás he pololeado solo en primero básico con Santiago el cual ahora esta pronto a casarse, sorprendente si tan solo tiene 18 años pero bueno lo importantes es que está bastante feliz. Luego de eso fuimos al patio de la universidad y nos pusimos a repasar para la prueba que tendríamos al día siguiente acerca de tipografía. La Jose me miraba con una cara de pena, no me dijo absolutamente nada. Pero lo que sucedió a continuación fue bastante sorprendente. Mientras mi amiga me hacia diversas preguntas llegó Daniel, se sentó con nosotras y nos preguntó que estábamos haciendo. Yo estaba bastante molesta y lo único que le dije fue _Estamos muy ocupadas, estudiando y la verdad es que nos estas interrumpiendo... El me miro muy extrañado se disculpo y se marcho. La Jose me reto y me dijo que tampoco debía haberlo tratado así que me había comportado como una niña de 6 años yo no quise decirle nada porque sentía que era cierto. Luego de eso entramos a clases, la Jose estudiaba Diseño igual que yo. Ella era muy inteligente y bastante fuerte, me gustaba mucho su forma de solucionar sus problemas, siempre tan positiva y risueña era todo lo contrario a mi en todo sentido. Físicamente ella tenía el cabello rubio, era bastante delgada y alta. Sus ojos eran de color miel y su piel bastante blanca. Cuando la clase acabó nos fuimos directo a la biblioteca, mientras me llevaba en la silla cruzamos el primer pasillo y justo estaba Daniel con unos amigos conversando, noto que yo estaba pasando y me miró con una mirada bastante triste yo desvié la mirada seguía molesta y no me sentí mal por haberlo tratado de ese modo, quizás deberia haberme sentido mal pero no lo hice. Cuando llegamos a la biblioteca habían muchos estudiantes, nos topamos con Sofía una amiga de Jose me saludó muy cariñosa, no pensé que fuera así. Luego se fue ya que debía de hablar con un profesor de su carrera. En el momento que nos acomodamos llegó Daniel nuevamente y se sentó a mi lado. Me dijo lo siguiente: _ No quiero interrumpirte pero necesito hablar contigo, me quiero disculpar por haberte interrumpido hace un rato la verdad es que no fue mi intención solo quería conocerte un poco mejor. Cuando me dijo eso comencé a sentirme culpable por haberlo tratado mal. Le respondí: _ Daniel lo siento, sé que no te trate de la mejor forma posible y de verdad que te pido disculpas. Daniel sonrió y me dijo: _ Tranquila no te preocupes, ¿No quieres que vayamos donde mi hermana? Me dijo que te quería conocer pero piensa que eres pesada, sonrió. Yo quede completamente perpleja me alarmé y le pregunte: ¡¿Tienes una hermana, quién es?! Daniel me dijo: _ Claro, es la chica con la que estaba abrazado hace un rato es la luz de mis ojos es mi única hermana y siempre intento de protejerla pensé que te habías dado cuenta de que lo eramos si nos parecemos mucho. Yo me sentí horrible y culpable, nunca me imaginé que fueran hermanos pero ahora que me daba cuenta sí, se parecían y muchísimo no sabía que decirle, no sabía como reaccionar y quise serle sincera y respondí: _ Wow, pensé que era tu novia no tu hermana, le sonreí. Me dijo: _ ¿Broma? Claro que no somos novios es mi hermana aparte, no tengo novia y tampoco lo tengo como prioridad, el amor llegará cuando tenga que llegar, no considero que este desesperado. Yo estaba feliz, gritando por dentro. Pues no tenia novia estaba soltero y sinceramente eso me alegró. Luego de eso Jose me miro, ella estaba escuchando absolutamente todo. Daniel se fue ya que había quedado con juntarse con unos amigos para repasar. El día trascurrió no volví a hablar con Daniel ya que tampoco quise buscarlo, intenté evitarlo porque me sentía muy avergonzada. La Jose me dejó hasta la puerta de mi casa, entré y estaba mi mamá en el sillón llorando, no quise preguntarle ya que sabía que me ignoraria. La relación entre mi madre y yo nunca ha sido fácil, verdaderamente es compleja pero antes no lo era, cuando mi papá murió mi mamá entro en una depresión y luego de eso mi accidente la hizo una mujer muy fría. Yo sabía que ella se avergonzaba de mí pese a que jamás lo reconoce pero bueno no me afecta, de pequeña comprendí que la única persona que siempre estaría ahí es uno mismo. Gracias al cielo María siempre se preocupaba de mi era la empleada del hogar, una mujer muy amigable, bastante atractiva siempre le llovían los pretendientes, tenía 30 años pero demostraba mucho menos. María era mi madre ya que yo la sentía como una, siempre le contaba mis penas aunque me costaba muchas veces confíar ya que en la que realmente confio es en mi mejor amiga, Josefina. Pero María no lo hacía nada mal, sin duda me quería y yo a ella. Cuando llegué María me tenía la cena lista, me sirvió mi plato preferido, spagetis le quedaban exquisitos. Comenzamos a comer y le hablé de Daniel ella se puso muy feliz y me aconsejó bastante realmente sus consejos siempre me servían. A mi madre nunca le afecto el hecho que María me tratara como una hija, es más ella se lo agradecía y pues bueno, yo también. Ya era momento de irme a bañar, María era la que me bañaba y me secaba el cabello con mucha suavidad y también amor. Realmente estaba completamente agradecía de su constante ayuda y apoyo sin duda era una gran madre. Al momento de irme a costar tomé mi celular poner la alarma. Mientras sincronizaba la alarma me llego un mensaje de texto de un número  desconocido, me impresioné ya que no sabía quien era solo me dijo _ Espero que pases una agradable noche, un abrazo. Le contesté agradeciendo por su mensaje pero también preguntándole quien era. Me contesto al instante diciendome: _ Hey tranquila, soy Daniel me conseguí tu número con la Jose espero que no te haya molestado pero quería darte las buenas noches. Cuando leí eso me sentí muy bien no comprendía el porque de su cariño y constante preocupación pero la verdad me encantaba que fuera así conmigo pero yo no lo era con el no podía ser facil y caer rendida a sus pies. Daniel siempre tuvo una buena reputación en la universidad, nadie hablaba mal de el era conocido como el mejor jugador de baloncesto y el más apuesto muchas chicas querían salir con Daniel pero él no se mostraba interesada en ninguna. Me despedí con un buenas noches y le dije que soñara bonito, luego de eso me envió un corazón. No pensé que ese corazón me alegraría tanto, me sentía muy bien y feliz pero aún así era imposible que se fijara en mí ¿Por qué se fijaría en una chica invalida que jamás podrá abandonar su silla? A veces desearía con mi alma retroceder el tiempo y no haber salido a andar en bicicleta recurdo que el día del accidente horas antes estaba preparando mis maletas ya que me iría con la Jose a la playa por 1 mes iba a ser el primer viaje juntas fuera del país y estaba bastante ansiosa. Pensar que mientras andaba en bicicleta iba camino a su casa porque me iba a ir a quedar allá. Si hubiera sabido que ese sería el último día en el cual podría subirme a una bicicleta y sentir mis piernas jamás hubiera salido de mi casa pero bueno ¿Todas las cosas pasan por algo, no? 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 09, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

"Volví a sonreír"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora