Dos minutos yacen,
Desde la última conexión,
Yo casi sin respiración,
Sigo sin confiar en el marcador, Que me señala las horas sin ti.
Y yo queriendo sacarte de una foto, De alguna de esas que tu tienes,
Así de perfecta
Aunque no tanto, como en persona.
Con ganas de escuchar esa voz,
Y ver a esa chica de mis versos
La misma que enloquece mis neuronas
Y reconstruye con su sonrisa todas mis ruinas.
Varios minutos yacen,
Desde la última vez que se conecto,
El reloj no me perdona ni un minuto,
Sigo preguntándome,
Que será de mí con respecto a ti,
Rara vez, halló respuesta,
Para tan atrevida propuesta.
Y aparentemente,
Son las mismas horas aquí que en marte,
He pensado, en paisajes y obras de arte,
Jamás me atrevería a compararte.
Ha pasado más de un minuto,
Desde la última señal transmitida,
Pausando así mi propia vida,
En sentido figurado,
Y aparte, en el mejor de los sentidos,
Te quiero bastante, y tanto,
Literalmente, y evidentemente.
