Morado

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Escucho sirenas...quiero salir huyendo como antes pero no puedo ver nada ... estoy confundido, mareado, creo estar corriendo pero no siento avanzar hacia ningún lado...

Hasta... que algo me detiene.

Un grito, de un alma desgarrada y desesperada actúa como un interruptor sacándome de ese lugar. Más que por puro instinto me incorporo de mi posición y salto por la ventana. No me importa si esta cerrada o si los fragmentos del cristal me han cortado solo quiero huir de ese sitio, no, no puedo verlo, no a él ... no comprendo que sucede pero no quiero, no puedo...

Mis pies avanzan sin parar no tengo un camino fijo solo corro sin dirección alguna.

Varias horas han pasado o eso creo no estoy seguro, lo único claro es que he llegado a mi departamento. Abro la puerta y avanzo hacia el interior directo al cajón, pera sacar la dichosa lista que hice... todos los nombres se encuentran tachados ahora, algo en mi interior me dice que la vida de la zorra platinada no sera tan larga pero ignoro esos pensamientos.

Solo me queda uno, el causante de que mi ira saliera a flote, talves debería agradecerle ya que si no hubiera aparecido yo no estaría en esta realidad, ¡¿pero que estoy pensando?! nunca en esta vida o ninguna otra lo haría!! él es el causante que dio inicio a esto.

Mis fuerzas comienzan a descender, cada ves es más difícil controlar el cuerpo, debo hablar con él pero no ahora. El tiempo es limitado debo trabajar rápido antes de que vuelva a recaer.

..............

La mañana ha llegado sin apuros, el sol comienza a aparecer por el oeste marcando el inicio de las jornadas laborales. Desde lejos puedo distinguirlo.

Altura promedio, cabello largo de dos tonos, lentes particulares y ojos heterocromos.

-Owyn - susurro con rencor ese nombre.

Sin sombra de duda en mis pasos me acerco a él, aun no hay tantas personas en las calles por lo que si lo ataco en este momento todo pasaría desapercibido.

Aunque me encuentro enfocado en ésta misión, en mi mente sigue presente lo ocurrido en la noche anterior, sigo sin comprender porque no pude matarlo.

El estar distraído no es lo ideal en esta clase de tareas, me vuelvo más obvio al perseguir a mi víctima, ya se percato de mi presencia, su andar es más rápido que antes... creo que me reconoció.

La respiración se empieza a agitar, los pasos son cada ves más largos, ya no intento disimular que estoy tras de él... comienzo a correr para atraparlo, recorremos unas cuadras y cuando creo que lo voy a sujetar de la camisa una casualidad ocurre.

“¡¡CUIDADO!!”, se escucha resonar por la calle junto con el chirrido de un auto frenando. Cierro los ojos por inercia y al abrirlos de nuevo solo puedo enfocar el bulto que quedo a mitad de la acera, esta inerte, no demuestra ninguna señal. Avanzo a él y mis sospechas son confirmadas no respira ni tiene pulso, esta muerto... el responsable del accidente solo huye de la escena a toda velocidad, imito su acción y empiezo a alejarme.

La atormentada alma, camina entre los pasillos de un laberinto urbano sin pensar donde terminara, solo avanza sin reparo, ni con prisa ni con lentitud solo avanza hacia adelante. El andar de esos pies se detiene de repente, un prado vacío enfoca la mirada rojiza, aun se encuentra abandonado debido al clima y los inicios de una llovizna vuelven el ambiente frío, pero es el lugar perfecto para dejarse llevar por los pensamientos.

Morado y Turquesa  One-shot bxb Donde viven las historias. Descúbrelo ahora