Ya era demasiado tarde, cuando me di cuenta de lo que hice, ya nunca leyó los doscientos mensajes que le había enviado día tras día, jamás volvería a verlos, empezaba a hacerme a la idea de que nunca estaríamos juntos de nuevo, y comencé a creer que si en un futuro la veía le diría algo como: ¡hey! Te acuerdas de mí. El poeta sabes, he pensado en ti varias veces, es bueno verte, yo jamás te olvide. Fuiste una de mis musas.
Algo así por el estilo, ya que no sé como es que continuará su vida, si ella pensará en mi de vez en cuando, como hago yo ahora. Tal vez regresé por un último beso, me de las gracias, por algo que probablemente no hice, y no se vaya sin un abrazo antes de despedirse.
O quizás vayamos por un trago, o un café, para revivir viejos tiempos y desempolvar la memoria, y yo de impulsivo le diga: nunca deje de amarte, lo siento. Tal vez a lo mejor me lo guarde y sólo le reproche el por qué tuvo que irse, quiero saber la razón verídica del rompimiento de nuestra relación. Ya hasta la oigo decir que fui yo el estúpido que la dejo ir sin hacer nada, eso dolería mucho, por el grado de verdad que tiene.Creo que intentaré olvidarla, empezaré borrando las fotos, esas que me hacen recordar a detalle cada lugar que visitamos. Luego las conversaciones y screenshots. Y por consiguiente, a mí...
No hablaremos más de eso, ¿nunca? Nunca. Es mejor enfocarnos en los males necesarios que nos aquejan, como el estudio, y los ensayos. Haremos deporte en la tarde ¿basquetbol? Sí, por supuesto, invitaremos unos amigos, seremos libres, leeremos libros, ¿qué tal Romeo y Julieta? Jamás he leído Shakespeare. Me parece lo más maduro que podemos hacer. Pero ¿ya no iremos a la plaza? Estaremos en el parque ¿ya no tomaremos más helado? Compraremos uno de camino a casa ¿y ella, nos esperará al volver? ¿Crees que aún iremos a buscarla? Creo, que no sé -todos esos pensamientos me daban vuelta por la mente-. No pude evitar el mar que se había desatado en mis ojos, así que me entregue a él, en la oscuridad de mi cuarto. Sera una noche larga.
Cuando el silencio se hizo un poco más inofensivo, y me había deshidratado casi por completo, pude descansar para conciliar el sueño.
Desperté temprano la mañana siguiente, tenía los ojos todavía un poco hinchados por el llanto de la otra noche, así que salte de la cama directo a la pila a enjuagarme la cara, antes de que alguien me viera, de paso, cepille mis dientes; luego aliste mi mochila, me tocaban nueve materias ese día, de ahí que pesaba bastante por los cuadernos y demás cosas de estudio.
El bus siempre pasa a las 6:15 por eso debo estar en la parada desde antes, nunca se me ha hecho tarde, soy responsable en cuanto a la hora exacta se trata, ojalá pudiera decir lo mismo de mis tareas, es que a veces simplemente no sé, parecen no importar. Es totalmente ilógico ya que podría decirse que soy el más listo del salón, pero no el más aplicado, tal vez me parezco más a uno de esos genios, ya saben, como Einstein que no era el mejor de su clase, entonces algo así pero en versión mía, quitando la fama y las fórmulas, y la ciencia. "Estoy hecho para sobrevivir" -eso digo cada vez que gano el bimestre-, hasta ahora no he perdido ningún grado, por el momento estudio un bachillerato en diseño gráfico, aunque destesto dibujar, nunca fui bueno para eso, y pues es el primero de dos años, ja ja, con suerte llego con vida al final del año. Ya lo creo, me imagino la voz me mi profesora de matemáticas diciendo: ¡epa! Si usted es bueno con los números, ya lo veo trabajando como contador y graduándose como auditor en la universidad. Es aquí cuando me doy cuenta que probablemente debí hacerle caso, hasta me recomendó un prestigioso lugar para estudiar, pero bien, en primer lugar no sé por que elegí esta carrera, mis trazos no son los mejores, ni los más finos, ni siquiera son definidos, esto es un caos, y yo, un tremendo desastre.
Creo que pierdo el control, empieza a notarse, y más desde que ella, sí eso, pues estoy en el punto donde hago algo grandioso para mí, como salvar el año escolar, seguir jugando fútbol, y conseguirme... Una novia. Eso puede esperar, aún no he terminado de limpiar el último desastre, no puedo poner sucio sobre sucio, eso sería doblemente peor. Pero ya, enserio es hora de poner manos a la obra, aunque tal vez este bimestre este demasiado frito, el siguiente es el bueno.
El recorrido al Instituto nunca es aburrido al menos para mí, siempre me siento al lado de la ventana para observar la ciudad, sus calles e imaginar que hacen las personas que veo, a donde irán y de donde vienen. Al llegar allá casi siempre mis mejores amigos ya están ahí, nos ponemos a molestar, hablamos de tonterías y cosas sin sentido, pero también nos ponemos serios con asuntos importantes de vida o muerte, como ayudarnos en algo o discutir sobre chicas. Cuando llega el primer profesor a impartir su clase me relajo, y entro en modo observador, tomando toda la información que haya durante el curso.
Los recreos son geniales, con eso de las chamuscas que nos echamos, ya hasta tenemos nuestra propia parte del patio donde jugamos fútbol todas las mañanas, casi siempre solo nosotros, pero revolvemos los equipos, y como en todo juego se gana y se pierde. Es mi deporte favorito, desde principios de año se realizó un campeonato, quedamos en quinto lugar, yo era el portero, casi siempre perdíamos dos a cero, ganábamos uno que otro partido, el mejor fue aquel en donde anotamos tres goles a quinto "b" y pude mantener mi portería a cero; de ahí que sólo nos golearon tres veces, pero mi equipo seguía confiando en mí. Luego del descanso de treinta minutos obligatorios al día volvemos a los cursos donde nada interesante pasa la mayoría de veces.
En la tarde a las salidas, como se nos ha hecho costumbre desde que volví a estar soltero, mis amigos insisten en esperar a las alumnas del establecimiento de enfrente, si no estoy mal, se llama Colegio Tecnológico Comercial - COTEC por sus siglas- aunque no es muy llamativo ese nombre que digamos; enseñan solo básicos y diversificado. Y los tipos que estudian ahí parecen sacados de una serie juvenil -ustedes entienden-, algunos rubios, otros con cabello castaño, y muy bien parecidos, todos con relojes caros y ropa de marca, con mucha tecnología, ja ja, pero bueno, el punto es que las chicas que estudian allí, son divinas, pero parecen muy fresitas, ja ja ja, eso dice Ricky -que es el más apuesto de nosotros-, y Alexander siempre le réplica que no todas son así, aunque no lo hemos probado del todo.
Supongo que las noches son las más aburridas, y hasta en ocasiones la peor parte del día. Pues causan nostalgia, te llenan de soledad, y se te escurren más fácil los sentimientos más profundos que guardas dentro de ti.
Básicamente esa es mi rutina, así es mi vida. Quizás mi historia no sea la más impresionante, ni la más interesante, pero es la única que tengo.

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Mil y un veces tú
RomanceUna historia sobre dos jóvenes, que llegan a tener una historia muy peculiar...