Al fondo de aquel aula se encontrab la maldita silla partida.Fuera el día que fuese, la gente siempre se sentaba en ella y las quejas invadían el salón.
Nunca nadie no se quejó. Siempre había alguien que lo recalcaba, tanto que la silla, contuvo tanta malicia, que fue poseída por un espíritu maligno.
Este era el espíritu de un animal no identificable que había muerto días antes por culpa del hambre. Era un ser muy rencoroso, pero al no poder matar a nadie, decidió meterse dentro de la silla para poder fastidiar humanos a su antojo.
De esta forma, la silla siempre se encontraba en un pupitre de la clase, para que la gente tuviera que moverla de sitio o usarla si no quedaba más remedio.
Un día la silla fue cambiada de aula. En aquel nuevo lugar, se sentaron sin quejarse, más bien, por alguna razón, se alegró por la silla. Aquella persona se sentaba sobre los metales de la silla, así que la madera partida no le molestaba, y era una silla un poco diferente, que tenía unos hierros uniendo las patas traseras y delanteras, donde apoyaba sus pies.
La silla comenzó perder malicia, razón por la que el espiritu maligno desapareció, probablemnte fuera exorcisado por la felicidad que había experimentado la maldita silla partida.

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La maldita silla rota
Historia CortaUna silla con el asiento partido en un centro educativo.