TRANQUILITY BASE HOTEL & TERESITA™

1. Star Treatment

Narra Teres™.

Llevaba años sin saber nada de Alexito. Creo que desde casi me internan porque yo, de pendeja, le conté a mi psiquiatra de mis pensamientos homicidas. No me juzguen, escuché mucho Nine Inch Nails y Trent Reznor es muy peligroso cuando tienes una enfermedad mental. En todo ese tiempo (dos años, a finales de 2017) me alejé de él, de Alex. Recuerdo que teníamos un reality show porque filtré nuestra sextape y nos ofrecieron hacer uno como el de las Kardashians en E! y la verdad estaba muy chido, nos la pasábamos tomando Dr. Pepper, adoptando gatitos y cantando karaoke. Hasta que me volví a deprimir porque pues no sé, estoy pendejísima y me fui, abandoné todo eso, pero sólo empeoró mi vida, terminé saliendo con simples mortales que no valían la pena y al final me hicieron aún más daño; perdoné ratas porque me creía Jesucristo o Dios (no sé, no sé nada de religión) perdonando los pecados de todos, y como diría mi primis, no sé porqué lo hice si ya tenían historial de ratas. Y como, repito, estoy bien pendeja, terminé convirtiéndome en una promiscua alcohólica con adicción a la nicotina y las pastillas para dormir. 

Luego escribí un remake de mi película favorita, Natural Born Killers, con Jake Gyllenhaal de protagonista interpretando a Mickey Knox, y obviamente yo como Mallory. El cast estuvo del 1, hasta logré que el mamón de Trent Reznor hiciera el score y también una canción original para el soundtrack. Ganó miles de Oscars, en especial por la escena donde Jake Gyllenhaal me mea en la boca. Aunque fue muy criticada, pues muchos decían que me estaba interpretando a mí misma; o sea a una loca que se la pasa matando gente, cogiendo y tomando pipí. La neta tienen razón, pero no pueden negar que fue una obra maestra y revolucionó el cine. Equis, el punto es que parecía que todo iba bien en mi vida,  pero la verdad es que no podía superar a todas esas ratas, aunque lo hiciera seguían ahí, buscándome e incluso acosándome, fue horrible, me sentía como el Dinosaurio Anacleto de 31 Minutos. Pensé en buscar a Alexito, pero sentí que si lo hacía, sólo iba a volver a mi pasado y me iba a poner peor, así que no lo hice y me seguí aislando. Cuando decidía salir por un momento, pasaba algo horrible. Así que me intenté suicidar tomándome casi cien pastillas de un montón de medicamentos prescritos que no sirven para nada (quetiapina, paroxetina y valproato de magnesio), lo publiqué en mi Twitter y se hizo un desmadre. No sé a cuántas personas llegó mi "carta de suicidio" (que qué bueno que sobreviví, porque estaba asquerosa; en mi defensa la escribí cuando ya estaba súper dopada), pero llegó a las suficientes como para que hasta mi familia se enterara. Qué oso, ahora todos saben que soy una enferma mental. Me tuvieron que llevar a un hospital todo culero donde me hicieron un lavado de estómago que duró casi dos horas y por si no fuera poco, me la pasé encerrada ahí dos días sin nada que hacer además de dormir.  Cuando por fin me dieron de alta me sacaron en silla de ruedas, no sé porqué pero me cago de risa al recordarlo. En fin, volví a mi casa y decidí cerrar todas mis redes sociales y hacerme unas nuevas donde máximo cien personas me podrían seguir. Fue mi era reputation, como la de Taylor Swift. 

La verdad es que ya casi no pensaba en Alex. Ni en nadie, lo único que quería era desaparecer, irme a un lugar como el mar, como lo hizo Trent Reznor cuando creó The Fragile, y morir de una congestión alcóholica. Intenté miles de cosas: pintarme el pelo morado, rosa, rojo, verde, hacerme un piercing (aunque debo de admitir que eso fue por Alex, quería parecerme a la canción que le escribió a la pendeja de Taylor Bagley cuando dice you're the first day of spring with a septum piercing), cambiar todo mi estilo de vestir... No puedo creer que hasta traté de ser amiga de los imbéciles de mi ciudad, qué asco. En fin, nada de eso logró llenar mi vacío. 

No sé qué me faltaba. 

Un día estaba en Facebook, como siempre, porque soy nini, y vi el anuncio del festival ese, Pa'l Norte. Ya ni los festivales me importaban.  No tienen sentido si nadie te quiere. Pero bueno, a ver qué pasa, a lo mejor y viene alguien chido.