Turín, Italia Lunes, 18 de marzo 07:00 AM Suena el despertador, me revoloteo en la cama encontrándome il mio ragazzo (mi novio) con los ojos abiertos, sonriéndome.
–Buenos días, hermosa – me dice con su marcado acento argentino mientras me pone un mechón de pelo detrás la oreja.
–Buenos días, amore – le abrazo y le beso –Odio los lunes, no me quiero levantar– le doy un pico, hoy trabajaba. Soy profesora de inglés y francés. A las 9 impartía una clase de inglés para jóvenes/ adultos que se están preparando para sacarse el certificado B1. Hoy trabajo hasta las 20, obviamente con descansos entre medio pero me agota estre trabajo sobre todo los adolescentes que tenia por la tarde. (horario de Alessia en multimedia)
–Hoy cenamos en casa de Cristiano, no se si te acordás. Si querés después de comer te llevo a la academia para que a las 20 te pase a buscar directamente y nos dirijamos hacia allá. – me dice con una sonrisa y me mira con esos ojos brillantes.
–Perfetto – y me levanto de la cama para dirigirme al baño donde me tomo una ducha. Me cepillo los dientes, me exfolio la cara y salgo envuelta en una toalla hacia el vestidor. Me pongo unos tejanos negros, un body con mangas gris y una cazadora negra. Vuelvo al lavabo y me seco el pelo, al no darme tiempo para repasármelo con la plancha me hago una cola. También me maquillo natural, lo típico, bb cream, rímel, corrector y arreando. Paulo estaba en la cama con el móvil, hoy no entrenaba aunque me dijo que había quedado con los chicos.
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Antes de salir de la habitación le doy un beso aunque me coge del brazo y me tira a la cama otra vez y nuestro beso se alarga.
–Te amo– me dice entre un beso, llevamos once meses de relación, el mes que viene cumplimos un año, específicamente el día 12. Le conocí cuando Allegri me invito a ir al Allianz Stadium ya que yo impartía clases de francés a su hija la cual mejoro muchísimo en el idioma. Al finalizar el partido como estaba en el palco VIP, venía a buscar a algún familiar cuando yo me choque con él sin querer, ambos nos disculpamos y me fui de allí.
Me encontré al entrenador y me dijo que me quedara junto mi amiga que vino conmigo ya que iba a haber una cena para celebrar que llevaban muchos partidos invictos. Decidimos ir a la cena, ya que el partido acabo a las 20 y aún era pronto.
En esa cena nos volvimos a chocar pero esta vez hablamos e intercambiamos números. A partir de aquí empezamos a hablar y quedar mucho y a los dos meses después de conocernos me pidió ser su novia en el campo del Allianz Stadium, después de un partido el cual ganaron, delante de miles de espectadores.
A los cinco meses de nuestra relación decidimos mudarnos juntos y estoy más enamorada que nunca.
–Yo también, cariño, pero me tengo que ir. – me levanto– Te quiero bae– me dirijo a la entrada de la casa, me pongo mis botas y mis ray-ban de sol. Voy a mi escritorio y me hago la bolsa, pongo mi MacBook, los libros, mi estuche, la agenda y mi libreta. Dejo la bolsa en el recibidor de la entrada y me voy hacia la cocina a prepararme un café, de mientras me hago unas tostadas con tomate rallado, aceite y sal. Además me preparo un brunch que iba a ser manzana y kiwi. Procedo a cortar la manzana y pelar el kiwi y cortarlo y ponerlo en mi pequeño tupper, también añado unos frutos secos y pongo la tapa. Cojo el tupper y lo pongo en mi bolsa, cojo mis llaves y me voy hacia el garaje.
