Sex Headcanons [JJBA Edition] --PAUSADA--

Various [3]

Pedido por: DatenS

¿Cómo actuarían Kakyoin y Jotaro si su pareja les tocara de forma indebida en público?

✖ Noriaki Kakyoin

El pelirrojo adora el contacto físico y las muestras de cariño sobre todas las cosas, por ello no es raro que aproveche cada pequeño momento para tomar tu mano, jugar con tu cabello o simplemente abrazarte, sin importarle demasiado que estéis en público. No le extrañaría que tú le devolvieses las muestras de cariño, es más, lo agradecería, pero el hecho de que tu abrazo por la espalda acabe con una de tus manos acariciando muy cerca de su entrepierna es lo que acaba alertándolo, tornándose su cara en una amplia gama de tonos rojizos mientras su labio inferior tiembla involuntariamente. Sería una situación cómica y adorable para ti por verlo tan nervioso, pero sería una verdadera pesadilla para el más alto. Después de todo no es su culpa que su cuerpo reaccione de una forma tan "evidente" cuando tocas donde otras personas no tocan. Tal vez al estar en casa finalmente a solas acabe proporcionándote alguna especie de castigo, aunque más que un castigo sería similar a una de vuestras muchas noches románticas.

✖ Kujo Jotaro

Con Jotaro una relación es de toma y daca, así que si tocas donde no debes en el momento más inoportuno prepárate para que él también toque cuando no debe. A Jotaro le llega a molestar un poco el excesivo contacto físico pues adora mantener su espacio personal intacto, pero no le molesta tanto de vez en cuando que en alguna ocasión en la que estéis sentados en algún sofá o similar que acabes sentada en su regazo y aproveches la situación para echar una pequeña cabezada apoyándote en su pecho. Es una vez en la que, estando en casa de uno de los chicos, rememorando las muchas cosas que habían hecho en el pasado, aprovechaste que no tenías mucho que aportar para hacer lo antes mencionado, rodeando con tus brazos su cuerpo para esconder tu cabeza ligeramente entre su pecho y su chaqueta. La presencia de tu mano escabulléndose hasta su entrepierna para acariciarla provoca casi de inmediato que una de las manos del pelinegro se pose sobre tu trasero y lo manosee sin vergüenza alguna hasta ser reprochado por el pelirrojo del grupo. Si aquello no logra hacer que tu mano se retire, continuará pero esta vez colando su mano entre tus piernas. En caso de que ni eso consiga dar sus frutos, tendrás que aguantar ser cargada por el más alto hasta el baño de la casa para llegar a algo más serio, teniendo que aguantar las pequeñas burlas de los demás y la clara frustración del dueño de la casa.