Hay un toque en la puerta de la habitación del hotel de Namjoon.
—Entra,— grita Namjoon. Él está acostado en la cama [entretenido por] Twitter.
—Hey,— entra Yoongi. —¿Ocupado?
Han pasado dos semanas desde la primera vez que tuvieron sexo, y hasta ahora, nada más ha sucedido.
No es porque no quieran, o al menos, Namjoon sabe que no es que él no quiera, sino porque, durante las últimas dos semanas, han estado increíblemente ocupados. No había tiempo para eso. Realmente no. La incomodidad ya no está presente, por lo que Namjoon está realmente feliz. Estaba preocupado de que hacer lo que hicieron empeoraría las cosas de alguna manera, pero no fue así. La confusión se ha ido. Ellos saben en qué página están ahora. Y sí, es un lugar extraño, pero al menos saben qué es ese lugar.
Pero, después de dos semanas, Namjoon se está volviendo a preocupar un poco. No han hablado de lo que pasó desde entonces. Su relación se mantuvo casi igual que antes. Aun trabajan bien juntos, como siempre lo han hecho, se hablan entre sí sin ningún tipo de rareza. No hay una tensión sexual ardiente que deban resolver en cada oportunidad posible. Son tranquilos el uno con el otro. Lo único que realmente ha cambiado es que ahora saben que existe esta opción... de sexo. Eso, y ahora Namjoon se masturba ante los pensamientos de tener sexo con sus dos mejores amigos sin sentirse culpable por eso.
Así que básicamente, hasta ahora, ha estado bien.
Pero después de dos semanas de masturbarse fantaseando con lo que hicieron, dos semanas de imaginar lo que podrían hacer y harían, dos semanas de pensar, imaginar y anticipar, dos semanas sin nada, Namjoon está empezando a... querer nuevamente. Y aunque sabe que esta opción de sexo existe, no sabe realmente cómo usarla, cómo... pedirla, lo que le hace sentirse un poco ansioso nuevamente. Y al ver a Yoongi entrar a su habitación de hotel esta noche, a Namjoon le parece que él también está sintiendo la tensión.
—No estoy ocupado,— responde Namjoon. —No.
Yoongi asiente, —Claro. Bien.
Da unos pasos dentro de la habitación y Namjoon coloca su teléfono en la mesita de noche, incorporándose.
—Uhm,— comienza Yoongi, y hay una extraña pausa incómoda donde Yoongi balancea sus brazos de un lado a otro. —Ha sido un largo día.
Bueno, al menos uno de ellos está intentando —Sí.
—Quisiera querer...— Yoongi mira a Namjoon a los ojos y deja de moverse. —Relajarme.
Hay silencio por unos momentos mientras se miran, y Namjoon se pregunta si es extraño que solo pensar en la posibilidad de tener sexo con ellos nuevamente haga que la sangre se precipite entre sus piernas.
—¿Dónde está Hoseok?— Pregunta Namjoon.
—Su habitación,— dice Yoongi, sosteniendo contacto visual.
Otro momento de silencio, luego Namjoon se levanta y agarra el antebrazo de Yoongi.
—Vamos,— dice y solo tiene tiempo suficiente para escuchar a Yoongi resoplar antes de que Namjoon tome su tarjeta y salgan por la puerta.
Caminan los pocos pasos hacia la habitación de Hoseok y tocan su puerta. Yoongi mira a Namjoon todo el tiempo que esperan, y Namjoon recuerda cuando Yoongi lo observaba a él y a Hoseok besándose por primera vez hace dos semanas. Se siente ansioso, excitado y un poco nervioso. Demasiada anticipación. Demasiadas expectativas. Necesita calmarse.
Hoseok abre la puerta, su cabello está mojado, parece que acaba de salir de la ducha. Los mira fijamente por un momento y, aparentemente, algo de ellos debe ha revelado a lo que han venido a buscar, porque no pasan ni siquiera cinco segundos cuando agarra a Yoongi y Namjoon y los jala hacia adentro.
