BABIES >CAMREN< |TERMINADA|

Capitulo 10.

Un nuevo año, un nuevo comienzo. 

Es lo que siempre dice mi mami cuando termina el año. 

Me levanté con muchos ánimos, bajé de la cama de mi mamá cuidadosamente pero caí de pompis, yo me quejé y mi mamá se levantó asustada.

– ¡Camila!.–Mi mami miró donde había caído, me levanté limpiándome la parte trasera; mientras mi mami se levantaba tallándose su ojo y dando un gran bostezo... el cual me contagió y también bostecé, mi mamá sonrió y señaló hacia abajo para que bajáramos. Cuando llegamos a la cocina mi mamá dijo. 

– Lau, está vez no desayunaremos.–Yo abrí mis ojitos y mi boquita.
– ¿Por qué?.–Pregunté haciendo un pequeño puchero, Mamá sonrió.
– Porque iremos a la casa de Lauren.–Yo sonreí, en estos últimos días Lolo y yo hemos sido más unidas y me alegraba por ello.
– ¿En serio?.
– Sí.–Sonrió.– Así que cámbiate.–Mi mamá sonrió ampliamente y yo subí a vestirme.

Ya no hacía frío, ni llovía, el año empezó con una cálida mañana.

Me puse un pantalón y tomé mis tenis en mis pequeñas manitas para que mi mamá me ayudara.

Bajé las escaleras y cuando estaba a un escalón, brinque, caí de pie con lo cual me puse orgullosa, entré al living y mi mamá se estaba colocando una sudadera.
– Mami, ¿Me ayudas a ponerme mis tenis?.–Mi mami sonrió y me cargó para sentarme en el sofá, le di mis tenis y me los colocó, ya para al final bajé del sofá, mamá cargó dos cajas forradas y le tomé la mano, miré curiosa las cajas, estás estaban forradas de color verde como los ojitos de Laur, me dio más curiosidad.

– Mami, ¿Qué hay en las cajas?.
– Ya verás.–Salimos de casa, y cruzamos la avenida, caminamos un poco, después mi mami soltó mi manita para tocar la puerta, escuché un grito.
– ¡Papá ya llegaron!.
– ¿Papá?.–Pregunté confundida. Abrió la puerta un hombre con cabello negro, alto y gordito. El hombre reía y Lolo le tomaba de la mano.
– ¡Hola Sinuhe!.–El hombro abrazó a mi mami y Laur me miró feliz.
– ¡Camz!.–Me abrazó inesperadamente, mis mejillas las sentí calientes, Lolo y el mayor se separaron del abrazo al mismo tiempo y el hombre nos dejó pasar.
– ¡Sinu, estoy en la cocina!.–Gritó la mamá de Lolo.
– ¿Quieres qué los deje debajo del árbol?  - Sí, por favor Mike.–El hombre sonriendo tomó las cosas y caminó hasta el árbol de Navidad blanco, decorado hermosamente.
– Papá, ¿Qué hay en esas cajas?.
– Lauren, por última vez.–Se inclinó a la altura de Lolo y le acarició su mejilla.– No soy tu papá, soy amigo de tu mamá.–Sonrió.
– Pero yo quiero que seas mi papá.– Y Lolo brincó para abrazarlo, yo solo veía aquella escena. Lo que me puso triste, porque yo no veía a mi papá, siempre está en el trabajo.

Raios, debí haber traído a mi Pati... yo me iba a ir con mi mamá cuando un agarre me detuvo, giré y vi a Lolo, sosteniéndome del brazo, me sonrió.
– Vamos a mi cuarto a jugar. –Yo asentí. Lolo me tomó de la mano en eso sentí una pequeña energía que pasaba por mi mano; sonreí. Ambas caminamos a las escaleras que dirigían a su cuarto, cuando llegamos me soltó y corrió a su caja de juguetes. Yo me fui a sentar en su cama.

– ¿Sabes qué tendrán las cajas?.
– No lo sé Lolo.
– ¿Crees qué sean para nosotras?.
– Tal vez.–Lolo dejó de buscar para girar a verme.
– ¿Qué tienes?.–Se acercó a mí.
– Nada, solo... extraño a mi papá.
– ¿Tu papá está en el cielo?.–La miré.
– ¡No! Está... trabajando.
– Ya veo.–Lolo sonrió y me abrazó.
– ¿Por qué mucho cariño?.
– Porque te quiero.–Lolo se separó del abrazo y me dió un beso en la mejilla haciéndome sonreír. Volví a sentir como una energía me recorría, pero esta vez... en mi espalda; Lolo se levantó de la cama para volver a buscar en la caja de juguetes.

– Yo también te quiero.