Falsa inocencia | Taekook +18

One / único.

Como odiaba las fiestas.

Puro alcohol, chicas meneándose y otros muy alcoholizados haciendo cualquier estupidez que después ya no recordarían.

Pero, aquí me encontraba, en la fiesta de Park Jimin, el chico más popular de la universidad. ¿Por qué vine si tanto odiaba las fiestas? Pues porque mi mejor amigo me arrastró hasta aquí.

Y ahora me encontraba solo como consecuencia de hacerle caso, él debía estar por ahí enrollándose con cualquier chica. Mientras yo deambulada por toda la casa de la fiesta en busca de un baño. ¡Era enorme!

Me moví entre todas las personas con sumo cuidado de no llevarme por delante a nadie. Subí escaleras arriba y llegué a un pequeño baño. Mi chaqueta roja estaba un poco mojada por una bebida que "accidentalmente" habían derramado sobre mi. Al salir del baño me encontré con algo, o más bien alguien.

Kim Taehyung.

Era un sunbae. Habíamos charlado un par de veces pero no más de lo que quería que habláramos, raramente cuando estaba charlando con él me sentía incómodo y solía irme.

Era muy atractivo, su cabello negro con un mullet perfecto, ojos hermosos y labios rojos. Sin mencionar que tiene un cuerpo de infarto, pertenecía a un grupo de baile y vaya que eso le sentaba. Cualquiera con ojos se fijaría en él, incluyéndome.

Estaba moviendo la cadera ligeramente, sin casi notarse al ritmo de Bruno Mars al fondo. De pie frente al balcón frente al baño. Llevaba un odioso vaso rojo en la mano derecha y la otra la tenía posada en los barandales de metal. Al cerrar la puerta del baño hizo un sonido que estaba segura se escucharía y así fue, porque él volteó mirándome.

—Jeon Jungkook —Salió de sus labios y si no fuera porque estábamos relativamente cerca no lo fuese escuchado.

—Taehyung —dije mirándolo. De pronto sentía el deseo de irme pero ese plan fue cancelado cuando hizo un gesto con la cabeza dándome a entender que quería me acercara.

A pasos lentos me acerqué pero todo sin verlo, podía sentir su fulminante mirada sobre mi y aún así no tuve mucho valor para encararlo. Solo me dediqué a mirar la luna en silencio.

—Es hermosa, ¿no crees? —Habló.

—Sí —Respondí mirándola. Esperaba que si mis respuestas eran cortas, él se iría o haría que yo me fuese. Pero él seguía hablando.

—No he podido evitar darme cuenta de que estabas viéndome bailar.

—Yo no hacía tal cosa —dije evitando su mirada.

—Lo hacías. Al igual que en la universidad — su voz era tranquila, distante, mientras que yo no encontraba la mía, mis manos sudaban y yo quería irme corriendo. —. Tampoco es algo de importancia, porque hoy te he mirado incluso más de lo que tú en todo el año.

—¿Ah? ¿Me-me has estado mirando? —mi voz salió temblorosa.

Se acercó más a mi y me tomó de la cintura poniéndome los pelos de punta, acercó muchísimo nuestras anatomías haciéndome estremecer. Su cabeza se inclinó un poco hasta quedar en mi oreja.

—No he podido evitar mirar que el pantalón te queda apretadisimo y se te marca todo, Jungkook, eres un chico, sabes que eso atrae —No sé si era el alcohol que había en mi sistema pero su voz había sonado tres mil veces más ronca y sensual. Su aliento cálido me golpeó en la oreja erizando mis vellos y no pude evitar mirar hacía abajo, y efectivamente, los pantalones hacían que se me vieran más marcados los muslos.

—Bueno... —dije en voz baja. No sabia qué decir, me sentía estúpido. Demasiado.

—Jungkook permíteme —su voz había soñado baja, lenta y ronca. Se acercó a mis labios y abrí un poco mas mis ojos, ¿iba a besarme?