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No entendí.

¿Estaba diciéndome que aún con novio, besándose en las esquinas con él de forma poco forzada yo le gustaba?

Eso ni de broma.

No les voy a negar que mi corazón casi se sale de mi pecho y que mi ritmo cardíaco estaba por los cielos pero creer aquello me resultaba difícil. Porque vamos, Taehyung era un nombre hecho y derecho, nadie podía mandarle a tener un jodido novio por conveniencia. ¿Que acaso estamos en una novela? No.

Por ello, me armé de valor tras un par de minutos para escribirle, porque me había acobardado a escalas inimaginables y había lanzado el teléfono lejos de mí.

No sabía qué le diría, no quería ser un ansioso por decirle que a mí también me gustaba, que quería cinco hijos con él, que sé que tú también lo quieres pero ¡demonios! Debía mantener un poco de mi dignidad conmigo.

Tomé el teléfono dudoso, leyendo ese mensaje una y otra vez ¿y si era broma? Taehyung jamás me haría eso, ¿verdad? Pensé en si de alguna forma, esto habría sido un juego y lo tomara a broma, o si sólo se interesaba por mí gracias al glorioso sexo que teníamos. Es decir, teníamos momentos increíbles, pero jamás pasamos la parte en donde nos miramos a los ojos en el acto, mientras a través de mi mirada le expreso todos mis sentimientos y él los suyos. Claro que no.

Me sentí mal porque había estado con otro chico, tratando de superar a Taehyung y él hasta se había dado cuenta de los chupones en mi cuerpo, que no eran suyos pero le hice creer que sí para no tratar ese tema porque me avergonzaba haber acudido a Daehyun sólo para olvidar lo genial que se sentía estar con Taehyung, no sólo en el sexo, si no en los momentos que compartíamos como amigos normales. Amigos.

¿Qué debía hacer?


Falsa inocencia |  Taekook +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora