Tormenta.

Fuego.

Debes caminar con cuidado, cada paso que das, cada momento que pasa, cada segundo cuenta.

La gente habla, la gente dice: después de la lluvia viene el arco-iris, pero nos quedamos estancados, nos quedamos en un determinado momento, nos quedamos varados en las lagrimas, nos quedamos parados en la lluvia. Resulta que tienes que ir en busca del arco-iris, el no vendrá solo. 

En el hoy, en el ahora; nos encontramos varados en medio camino, nos rendimos sin intentarlo unos cientos de veces más y ese es el problema, nos quedamos esperando algo que no vendrá por su cuenta, varados en la tormenta y esta, apagando todas las esperanzas. Todos los sentimientos que dejamos en nuestro interior, cada palabra que nos guardamos es un incendio para provocar, solo nosotros tenemos el poder de decidir si queremos construir algo hermoso o destruir de manera horrorosa. Un poder que simplemente no controlamos o lo dejamos ir. 

¿Qué tal si aprendemos a amar?, sería como escribir un libro, un capitulo más en nuestra vida en el cual nuevamente tenemos las dos opciones que anteriormente dije. En este capitulo podríamos construir algo maravilloso o destruir a todo nuestro paso, pero, ¿y si solo existiera la primera opción?, por sentido común sería lo que se define como "correcto" y por este mismo, la segunda opción la vemos como la mala. Mezclemos las dos, ¿y si, destruyéramos de manera hermosa?

Volviendo al tema de hace unos momentos. Nuestro fuego interior, que poco a poco dejamos que se extinga, ese que es tan preciado que no nos damos cuenta, ese que pasamos por alto al fijarnos en las pequeñeces de otras cosas sin importancia, ese que pensamos que es malo y hacemos hasta lo imposible en apagarlo, o ese que le apagamos a los demás sin darnos cuenta.

Caminando bajo la tormenta, como todos, con la esperanza de llegar al arco-iris; levantando la mirada me di cuenta que solo caminábamos en círculos, que no llegaríamos a ningún lado y que esa llama de fuego lentamente se estaba desvaneciendo con cada gota.