Quiero gritar, salirme de mi,
de mi realidad espantar los miedos existenciales que estorban en cada paso del segundero,
que nadie tenga la posibilidad de opinar en la realidad particular del ser propio de mí,
una frontera tan señalada que nadie trasgrede.
Sí soy solitario ando en los bosques oscuros del egoísmo,
impotencia grande, inmensa que tengo para dejarme.
El tiempo corre con una atadura al cuello, un yunque que ahorca y a veces sofoca,
enceguece el camino dirigiéndome con pasos náufragos,
parezco robot, máquina autómata programada para desarrollar las funciones vitales.
Estoy atado por mis propias manos, ¿cómo llegué hasta acá?
La impotencia inunda los días, siendo un pez sin aletas que se deja llevar por la corriente,
¿por qué hay tanto problema para ser un salmón? Juré no regresar a un punto parecido
El muro intenso de los complejos divide los deseos de las acciones, puros miedos infundados,
frenos con un desarrollado sistema de discos con aleación de espejismos.
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vomitadero
Poetryexplosiones de palabras que inundan el tiempo y se recrean en palabras