W a n t y o u b a c k .

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Auckland, Nueva Zelanda.
Jueves 17 de Diciembre. 18:34 p.m. 
Año 2020.

El día estaba nublado, corría viento y las hojas de los árboles caían poco a poco; el otoño estaba presente, pero pronto se iría y daría la bienvenida al invierno.

Mientras la gente comenzaba a prepararse para un frio invierno que estaba cada vez mas cercano, una chica de cabello blanco como la nieve se encontraba sentada en un café pensando en cuan agradable sería disfrutar su domingo trazando líneas en un parque, con vista a los árboles, los cuales ya estaban escasos de hojas, y a los pequeños exploradores, curiosos y ansiosos por averiguar un nuevo objeto en ese día.

Pero lamentablemente, esa no era su situación actual.

Frente a ella se encontraba un joven, el cual hablaba y hablaba, pero Amélie no le prestaba ni la más mínima atención.

Podía observar su boca moverse junto con sus manos. Al parecer intentaba enfatizar algo, pero lo que el no sabía es que su actual "novia" tenía su mente en otra parte.

Sus oídos tenían una especie de campo protector, el cual impedía que las palabras de Joe entrarán en estos y terminarán rebotando para -quizás- llegar a los oídos de alguien más, o simplemente perderse en el universo.

Amélie consideraba buena idea lo de perderse en el universo, en ese momento deseaba ser las palabras de Joe para poder hacerlo, pero era imposible. Aunque después de recapacitarlo, agradeció no serlo, ya que no le agradaría ser las palabras de alguien tan básico. Probablemente terminará siendo un "haiga" o algo por el estilo.

El por su parte, como bueno hombre lleno de testosterona, orgulloso de su sexo y sintiéndose superior, podía jurar que Amélie tenía su toda su atención puesta en el, ya que sus ojos efectivamente lo estaban mirando.

Incluso llegaba a pensar que tenía a la pseudo albina a sus pies, adorándolo y que podía hacer lo que quisiera, pero la chica nunca se iría de su lado.

Lamentablemente, nadie más que el y su mente infantil podían creer semejante fantasía.

Amélie estaba harta. Había aceptado salir con el una vez porque era guapo y pensó que pasarían un buen rato, ¡pero nunca quiso eso! Ahora el chico piensa que están juntos o algo por el estilo.

— Joe —habló finalmente, haciendo que el chico frente a ella se sorprendiera un poco

— ¿Si? —preguntó curiosamente. Amélie era una mujer de pocas palabras con el, y a pesar de tener cerebro de simio, sabía que si ella hablaba, el debía callar.

—Debo irme — mencionó con la serenidad que la caracteriza, mientras tomaba su bolso el cual anteriormente estaba colgado en el respaldo de su asiento.

—¿Tan pronto? — cuestionó con cierta decepción.

—Si — confirmó y sacó dinero de su bolso, para luego ponerlo sobre la mesa - es mi parte.

—No es necesario... — dijo tomando el dinero para entregárselo, pero su pequeña mano lo detuvo. Sus labios dejaron un pequeño beso en su mejilla y giró en su eje, para salir de la cafetería.

Al estar fuera abotonó su abrigo y comenzó el camino hasta su pequeño departamento el cual compartía con su hermana, Soleil.

Amélie no se sentía mal por su actuar, ya que nunca ha engañado a nadie.
Su honestidad y su manera de decir las cosas directamente, era lo que le gustaba a los chicos, pero al parecer después se olvidaban de eso y pensaban que todo iba para estar en "una relación".

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⏰ Última actualización: Apr 15, 2020 ⏰

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