Moans

Seokjin bufó molesto al leer el mensaje que le envió su jefe sobre el cambio de guardia de esa noche, sabía que la tolerancia era algo básico para su profesión, la tolerancia y el trabajo en equipo volvían eficaz la protección de aquellos que requerían sus servicios. Un guardaespaldas jamás debía ir por su cuenta sólo porque sí. Aunque hoy estaba tentado a hacerlo. El origen de su malestar no era exactamente Kim Namjoon, vamos, que le quedaban mejor los lentes ─cosa que jamás admitiría en voz alta─ que a la mayoría, era alto y tenía un cuerpo bastante tonificado pero ¡lo enviaron desde América desmereciendo su trabajo y el de sus compañeros! Al menos eso creía que significaba que Hoseok rogara por la ayuda de ese cerebrito bilingüe con mirada seria.

Ya se cumpliría un mes desde que Min Yoongi, uno de los más exitosos compositores y productores del medio, los contrató al recibir amenazas constantes hacia su novio Park Jimin y hacia su persona, decían saber la relación secreta que mantenían y no dudarían en hacerla pública además de dañarlos si Yoongi no renunciaba a su trabajo en BigHit, todo de una fuente anónima que no contó con que Min fuera un hueso duro de roer. Por otro lado el modelo estaba tan aterrado al principio que se encerró en su casa una semana, cerró todas las cortinas y sólo retomó su agenda cuando instalaron cámaras con lo último de la tecnología en toda la vivienda: alarmas, sensores de movimiento y todo avance en vigilancia que se les ocurriera además de traer a un agente del extranjero con un currículum envidiable.

Kim Namjoon nació en Corea, sin embargo, se fue a los Estados Unidos por una beca de deportes que ganó en el instituto. Decidió quedarse allá, donde, con una carrera de seguridad bien sustentada estuvo trabajando para un magnate de las Vegas hasta que Hobi le habló del trabajo: una semana después apareció por la puerta del cobertizo sonriéndoles a todos. Quiso darles la mano como saludo de buenas a primeras, puso celoso a Jungkook al acercarse a Taehyung "más de la cuenta" y habló una y otra y otra vez de su entrenamiento en América.

Por eso Jin detestaba hacer guardia con él, había notado que la antipatía era mutua porque adivinen a quién provocaba con sus constantes parloteos ¡sin contar que se adueñó de su taza de café! Era un descarado de lo peor.

Ingresó al cobertizo al calmarse, vio con extrañeza cómo Jeon se erguía igual a un pavo real en busca de pelea al ser descubierto muy cerca de Taehyung que tampoco era la viva imagen de la serenidad. Esos dos no sabían qué era el profesionalismo...o el disimulo en todo caso.

─ B-Buenas noches Jin hyung ─ambos lo saludaron al unísono.

─Haré como si nada ─se sirvió un poco de café─ ¿sucedió algo hasta ahora...algo referente al trabajo?

─N-No sé de qué hablas hyung ─habló el de sonrisa cuadrada leyendo sus notas─ el terreno está despejado. Pasó un auto negro por la entrada a las catorce horas, Jungkook lo investigó, pertenece a un trabajador estatal que reside a unas cuadras de aquí, el chófer es amigo mío así que no hay problema. Min y Park estuvieron todo el día en casa, ahora se hallan en la sala viendo una película.