Capitulo I

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El recuerdo de mi primer tormenta.

Tan solo seis años tenía cuando perdí mi inocencia, esa noche la recuerdo aún como si hubiera sido ayer, años pasaron y esa noche se repetía en mi mente cada noche, ese día se libero mi primer demonio.

Era agosto del 2006, un rayo iluminó mi cama y un escalofrío recorrió mi espalda, por instinto habría mis ojos, desearía no haber despertado.

En la oscuridad del cuarto que dejó atrás el relámpago pude escuchar un sollozó, gire mi vista y me corazón se rompió en mil pedazos.

Mi madre de estatura mediana está, de ojos cafés y cabello corto, estaba de rodillas en la esquina de lo que consideraba mi casa, lágrimas caían de sus pequeños ojos, esos ojos que me habían visto con amor.

Frente a ella había otra silueta de gran estatura pero no logre distinguir quien era, en ese mismo instante un segundo relámpago iluminó la habitación y puede ver la ancha espalda de mi padre.

Y así como el cielo tronaba con cada trueno, el lleno de un odio tangible a mis ojos, dejaba caer su brazo sobre mi madre. Inclemente la golpeaba con un cinturón de cuero, ¿Por qué? No lo sabía, pero esa noche sentí repudio por ese hombre.

Sin embargó guarde silencio, cerré mis ojos para que no se escaparán mis lágrimas, esa noche se desprendió mi niñez, ese día perdí mi inocencia, perdí mi alma también, y un demonio tomó su lugar.

Llorando en silencio cerré mis sentidos, me di la vuelta y me dormí. Después de eso una semana entera no hablé, ni emití sonido alguno, me piel se puso pálida y mi cuerpo se desvaneció.

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