-Y encima tiene el tupé de venir a burlarse, lo odio, no puedo entender como me tocan estos idiotas de vecinos- dije tirándome en mi cama, lo único ordenado en mi habitación-
-Tranquila amiga, sé que podrás sobrevivir todo esto, además sabes que puedes venir aquí cuando se te plazca- respondió mi amigo Max al otro lado de la línea, él era una de mis pocas conexiones con la ciudad-
-Si lo sé, pero no quiero cruzarme con mi padre por el momento, él tiene la culpa de la mayoría de esta mierda- explique bufando, era verdad, desde su infidelidad mi vida se había vuelto un infierno, pero seguí adelante por mi madre y me odiaba a mí misma, porque mi ser me rogaba volver a la ciudad, pero ver a mi padre significaba engañar a mi madre y no quería hacerle eso, además no quería verlo a el tampoco.
-Bueno, pero recuerda que siempre tienes lugar en la guarida de Max- dijo cariñosamente, agradecía al cielo por tener amigos así, fueron lo mejor que me paso en medio de todas estas situaciones-
-Por favor, deja de llamar guarida a tu apartamento, ya estamos grandes- dije riendo, parecía que por segundos me había olvidado completamente de mi realidad-
-Mientras que yo siga habitando aquí, así se llamara-dijo- tengo que dejarte pequeña Rose, hablamos luego- agrego para luego terminar la llamada-
Me quede sentada en la silla que acompañaba a mi escritorio, ya que la rotativa caminata durante la charla con mi mejor amigo era completamente necesario para que sea terapéutica. Aunque no entiendo aun el porqué de caminar de aquí para haya con el teléfono, lo sigo haciendo, costumbres.
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Un primer día de escuela en Manhattan hubiera transformado mis últimos tres días en una completa revolución, donde estaría en búsqueda de lo que combinara a la perfección con mi actitud de chica de último año hasta el cómo llegar y hacer una perfecta entrada, pero en territorio desconocido muy poco valía mi esfuerzo, mi nueva escuela era privada por lo cual era obligatorio vestir esos incomodos uniformes que pican como el infierno. Así que ya estaría tachando ‘’Glamour’’ de mi lista de ultimo año.
Mas haya de haber insistido repetidas veces por continuar mi educación en mi vieja escuela, mi madre se negó completamente, complicando mi vida al doble, pero ya estaba aquí y las decisiones estaban tomadas, por lo cual no me esmeraría en nada por intentar hacer un esfuerzo por volver a mi antigua vida.
Luego de desayunar mi madre insistió en llevarme a la escuela, ya que había perdido el autobús, como siempre, tarde. El establecimiento educativo si así es que podríamos decirle, porque no quiero perder la formalidad de mis palabras mientras les narro mi muy aburrida vida, era muy amplio, demasiado a comparación de al que iba antes. Pude notar a distancias en el patio delantero multitud de jóvenes, corriendo de un lado a otro y se notaba a gran escala la división de grupos que había, los deportistas, los extra estudiosos, los músicos y el micro grupo de frickis que ni ellos mismos se podían definir.
Me decidí por tomar asiento en una de las mesas que había al final del patio, no pretendía involucrarme con nadie de aquí, por mucho que me gustara llamar la atención, pasar desapercibido era lo que más quería en este momento.
Luego de estar unos minutos en mí mini burbuja virtual chequeando mi celular pude observar una sombra a mis pies, al levantar la vista no fue muy grata la sorpresa con la que me encontré, el, devuelta, en la escuela, esto se suponía ser un centro educativo no el infierno. ¿Qué hacía y por qué pretendía acercarse a mí?
Lo observe por un segundo esperando a que digiera lo que tuviera que decir y se marchara, pero en cambio, pareciendo que me desafiara, tomo asiento, si, justo enfrente mío. Iba vestido con el uniforme también, la corbata le colgaba unos centímetros después del primer botón de la camisa dándole un toque desarreglado, su pelo también estaba despeinado, lucia malditamente bien, debía admitirlo.
-Así que, ¿Nueva aquí también?- dijo luego de lo que pareció una eternidad-
-No, la verdad es que el director dijo que soy un muy lindo adorno para esta escuela y por eso ando caminando por los pasillos- respondí sarcásticamente, a lo que él solo sonrió de lado-
-Pareces una chica de mucha actitud Gardner, me gusta- agrego y lo mire con ojos abiertos, si ni siquiera habíamos hablado, ¿Cómo sabia mi apellido?-
-No sé dónde conseguiste mi apellido pero quiero que me digas que haces aquí y esfúmate de mí vista, me nublas el día soleado- respondí y dirigí mi vista hacia otro lugar que no sean sus ojos verdes, eran muy atrapantes-
-Tómatelo con calma nena, me gustan las chicas con actitud pero no quiero que me maltrates- dijo poniendo ambas manos en su pecho simulando estar herido mientras sonreía-
Su sonrisa sobrante y esos ojos observándome con superioridad estaban llevando mi rabia al máximo. Luego de contar hasta diez interiormente para no explotarle una bomba en la cara me pare de mi asiento chequeando el horario en mi celular, ya había comenzado la hora, y nuevamente, tarde.
-Disculpa asno de bosque, pero mientras tú te diviertes con tus patéticas bromas la gente normal tiene que ir a clase, así que si me permites- Dije parándome, camine unos pasos y cuando llegue a su lado sentí su mano en mi antebrazo-
-Espera- dijo- ¿Empiezas con química?- gruñí para mi interior y luego asentí-
Corrimos por los pasillos ya que llegábamos casi seis minutos tarde, ¿Es que acaso en esta escuela no suena ninguna campana que no me di cuenta del tiempo que paso?, llegamos a la puerta del salón y para mis lamentos el profesor Ligner según mi cartilla ya estaba dentro. Bufe cuando todo el mundo se dio vuelta al vernos entrar a mí y al chico anónimo, el cual nunca me había dicho su nombre, idiotas, como si nunca vieran a alguien llegar tarde. Pero claro, para los adolescentes dos personas del sexo opuesto entrando tarde a una clase solo podría significar algo y se les notaba a todos el brillo de curiosidad en sus caras, agh, odio a la gente chismosa.
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Bueno, hasta aca va, espero que vayan conociendo un poco mas a los personajes. Todavia no hay mucha accion porque son los primeros capitulos, pero prometo que se vienen cosas buenas!
-B
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Entre dos mundos.
Teen FictionRose Gardner, de 17 años vive un completo cambio en su vida cuando sus padres se separan y tiene que abandonar la ciudad Manhattan con su madre para ir a vivir a los suburbios. ¿Que nuevas aventuras la acompañaran en este nuevo comienzo? ¿Amor? ¿Ami...