Esta es la historia de Helen Otis, de 14 años.
Por sus ojeras, pareciese como si no hubiera dormido lo suficiente. Él no se preocupa por su cabello negro desordenado, ya que no le gusta poner demasiado esfuerzo arreglarse, es innecesario.
Su asiento está en el fondo de la clase, al lado de la ventana. Allí dibuja silenciosamente, ya que dibujar es todo para él.
No le gusta socializar con la gente, haciendo de él una persona solitaria. Hay una persona que la están empujando al la salida de la escuela. Ese es Tom, él siempre es la víctima de bullying, no porque haya hecho algo antes, es sólo que no le agrada a los demás. Estas cosas pasan a menudo, y a Helen no le importa mucho. A pesar de que se siente mal por Tom, que no quiere interferir, ya que es bastante molesto.
Durante el recreo, Judy dice que ha desaparecido su reloj mientras ella lo busca. Helen no la ayuda, ya que no es de su incumbencia. De repente, alguien ve algo intermitente en la bolsa de Helen.
-¿Qué es esto?- dice Ban, pone su mano en la mochila de Helen y saca un reloj que está adornado con diamantes falsos. Helen se sorprende al ver que, ya que no sabe como llego allí.
-¡Ah! Ese es mi reloj! -Judy recibe el reloj de Ban después de ver la situación.
Ambos miran a Helen con una mirada extraña.
-Yo no fui- dice Helen, que sigue dibujando en su cuaderno sin levantar la cabeza.
-Sí, claro- Judy sale del salón con Ban al concluir la situación.
Al día siguiente, como de costumbre, Helen se sienta en su mesa de dibujo.
Se da cuenta de que el ambiente es raro a su alrededor, la gente empieza a murmurar sobre él, e incluso algunos lo llaman "ladrón". Él decide no explicar nada por sí mismo, ya que sabe que es inútil hacerlo.
A medida que pasa el tiempo, Helen se convierte en el nuevo objetivo de bullying; todo lo que le hacen es exagerado. A él no le gusta, pero él no se resiste. Él guarda los sentimientos en su corazón, guardando silencio.
Hasta que un día, Ban se dirigió a él y le arrebató el cuaderno, con sus dibujos sin terminar en él.
-Siempre hace estas cosas sin sentido- dice Ban como él arranca algunas páginas de dibujos, rasgando en pedazos, con ganas de ver la reacción de Helen. En este punto, todo lo que Helen a estado reteniendo hasta ahora explota. Él golpea a Ban en la cara, y comienza la lucha. Helen no es tan fuerte, por lo que fue vencido en poco tiempo. Otros estudiantes que fueron a ver la pelea, sin embargo, no a detenerlos. Hay gente que incluso le pisotearon su cara y su estómago.
Justo después de que suene la campana, todos dejan lo que están haciendo y vuelven a sus asientos antes de que llegara la profesora. Helen regresa a su asiento, como si nada hubiera pasado. El profesor entra en la habitación más tarde.
-Oh, Otis (Helen)! ¿Qué pasó? -Helen tiene tantas contusiones visibles que la profesora se dio cuenta justo después de entrar a la habitación.
Todo el mundo vuelve a mirarlo a él, esperando a que le dé una respuesta mientras lo miraban fijamente con una mirada asesina.
-Me caí de las escaleras, señorita- Helen responde y las miradas desaparecen.
De regreso a casa después de la escuela, sus padres también le preguntan qué pasó, y él responde con la misma respuesta. La chaqueta azul que lleva puesta cubre todas las contusiones que no sean las de su rostro. Sus padres le creen sin dudar. Por lo general, cuando los padres de Helen le preguntan como le va en al escuela, él siempre dice que está bien. Incluso mintió acerca de hacer un montón de amigos, vivir feliz todos los días. Helen se niega a decirle a sus padres la verdad, ya que él no quiere hacer que sus padres se preocupen por él. Unos meses más tarde, él, acostumbrado a los comentarios negativos, sobre él, y ser golpeado o humillado ha sido un acontecimiento normal para él, que es completamente inmune a estos ahora. ¿Quién lo culpo en primer lugar? ¿Por qué el culpable hace esto? Esto ya no importa. Nada importa ahora.