Gakushū Asano, un pequeño niño de tan solo 13 años de edad junto a su mejor amiga T/N de su misma edad, no comprendían en su totalidad lo que sucedía a su alrededor.
Desde que tienen memoria todos los recuerdos de sus jóvenes vidas situadas en la hermosa ciudad japonesa de Hiroshima, han sido imágenes de adultos, para ser exactos sus padres, quienes siempre en sus rostros se notaba la tristeza y terror a las noticias que les brindaba la radio cuando el sol se ocultaba. Todo el tiempo las mismas desagradables noticias...luchas, dolor...perdidas.
A pesar de esto ambos jovenes nunca perdían las esperanzas de lograr ver un nuevo mundo y descubrir el mismo, ademas de descubrirse entre ellos. Unas inocentes miradas disimuladas mientras se dirigían a la escuela, un roce de sus manos. No necesitaban palabras para que se notara el cariño entre ambos.
Aunque T/N sabia el sentimiento que tenia hacia su amigo de cabello anaranjado, el cual incontables veces le ofrecía su almuerzo.
-No tengo hambre- mentía una vez mas la joven a Asano el cual noto que otro día mas ella no tenia que comer. -Come lo mio- dijo el de ojos morados para luego irse con su mejor amigo Sakakibara a jugar por allí hasta que debieran ir a su clase de matemáticas.
La de cabellos color c/c estaba en el corazón Asano y esta misma ansiaba mas que nada ya poder crecer y poder casarse con su mejor amigo. Para su mala suerte ese futuro estaba muy lejano.
Acababa de llegar el verano en la calida mañana de el 21 de junio de el año 1945, lo que daba comienzo a las vacaciones. Esperadas por muchos pero tortuosas para dos amigos los cuales no querían dejar de verse un mes entero y mitad de otro. Sus familias no se conocían y no tenían la tecnología necesaria para comunicarse.
Durante ese periodo de tiempo Asano viajo junto a su padre a Miyashima solamente una semana para ver a algunos familiares que el no conocía. En cierta forma se sentía en paz al ver los rostros de esperanza y felicidad en sus parientes los cuales repetían constantemente la misma frase -Todo acabara algún dia-.
T/N una madrugada despierta inquieta debido a una pesadilla donde ella se encontraba en un lugar frio, desierto pero sobre todo...sola. Se levanto en silencio de su cama para no despertar a nadie y abrió con cuidado una ventana y sintio tranquilidad al sentir el calor de los rayos de sol. No hacia gran cosa, ayudaba a su madre con la tareas de la casa, las cuales eran demaciadas, pero la menor siempre lo realizaba con una sonrisa no tan duradera.
La mañana siguiente ambos jóvenes tenían el mismo pensamiento -¿Que estará haciendo ahora?-. T/N salio de sus pensamientos debido a una gran luz cegadora que provenía del cielo anteriormente azul. Una gran y silenciosa bomba explota en la ciudad desintegrando todo a su paso, desde el edificio mas alto, al insecto mas pequeño.
Luego de unos desesperantes 5 meses, el Asano menor logra dar con su mejor amiga la cual estaba en un hospital junto a su madre y miles de sobrevivientes aterrados.
Una mañana fría de diciembre el pelinaranja visita a su compañera de tantas actividades y recuerdos pero, al cruzar la puerta del cuarto de hospital con el numero "111" a distancia la nota con sus ojos sin brillo y algunos rasguños en su rostro, ademas de las heridas graves de su cuerpo. Se le acerca lentamente y con cuidado toma una de sus manos haciendo que la menor lo mire y diga con dificultad - Voy a morir Gakushū...no termine el regalo que te hice...- el joven nota una caja color morado al igual que sus ojos, sobre la mesa de luz junto a la cama y la abre dejando ver un abrigo sin terminar color rojo como las rosas. No entendio el por que de ese color pero sin importar lo tomo sin dejar su expresion de sorpresa y alegria. Cuando volvió a mirar a su amiga la cual se había quedado dormida, esa felicidad de esfumó de forma leve. Aun ante sus ojos ella le parecía hermosa y sin mas le acaricio con cuidado la mejilla mientras le dio un pequeño pero inocente beso en los labios aun rosados de la única chica del cuarto de hospital. Al acabar esa acción sonrió decidido diciendo -Te vas a curar- y sin mas se retiro del lugar.
Esa misma noche al señor Asano se le hizo extraño que ,según las sirvientas, desaparecieran todos los elementos de costura pero sin darle importancia fue directo a su cuarto a descansar. En silencio el menor que estaba encerrado en su cuarto, con mucho esfuerzo a altas horas de la noche y tempranas de la madrugada. Tiempo el cual determinó para tratar de hacer un abrigo parecido al que su amiga le había dado solo que de su color favorito. Al acabar lo coloco en una caja blanca y lo llevo a escondidas a donde se encontraba la joven.
Luego de un largo rato de viaje y un momento de discutir amablemente con una enfermera con respecto al horario de visita, logro pasar al mismo cuarto el cual su amada lo recibio con mucha alegría al igual que el obsequio que la dejo facinada, a pesar de no ser el mejor y notarse que su amigo nunca antes lo había hecho, para ella fue lo mas hermoso y amable que le habían hecho. Cuando la hora limite que le permitió la enfermera se dio por finalizada, T/N le agradeció sin borrar su enorme sonrisa y Asano se retiro muy alegre hacia su casa sin imaginar lo que sucedería.
A la mañana siguiente T/N murió...
Han pasado los años donde se podía notar a un doctor reconocido de unos 35 años el cual vive en la ciudad de Tokio junto a su esposo, un hombre de su misma edad reconocido por ser un gran burócrata. Normalmente el de ojos morados tiene una mirada fría hacia todos menos hacia el pelirrojo pero lo que muchos de sus compañeros laborales se preguntan es... ¿Por que todos los días debajo de su ropa de trabajo lleva un abrigo color rojo, como el de el cabello de su esposo, sin terminar? Desgraciadamente nadie por miedo le pregunta y de ser así el no respondería.
Es un secreto que se llevaría hasta el ultimo día de su vida.
El secreto que comparte con su primer amor.
