✎Number Three

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Mi padre me envió a casa con mi madre para que me instalará y me preparará para mañana, la casa en donde vivían era la misma en donde me crié de pequeña, conocía cada rincón de ella, pero se que ella le hizo modificaciones por temas de "moda".

─La habitación de huéspedes está en el segundo piso y tiene la puerta color blanco─Antes se encontraba abajo, pero ahora está en donde era mi cuarto.

─Gracias.─Solte sin ganas e tome camino a esta.

Llegue hasta la puerta y la abrí, encontrándome con una habitación lujosa, sus paredes eran de un color blanco champagne, los muebles de un roble oscuro y brilloso, la cama a simple vista se veía cómoda e suave. Desempaque mis cosas y tome mi teléfono, rápidamente marque el número de sehun.
Sehun y yo éramos mejores amigos desde los 5 años, cuida de mi hermana desde que surgió el divorcio de mis padres y nunca dejamos de hablarnos. El la quiere a Hanni, como una prima claro, y si le oculto la verdad me odiaría y no es la idea.

─¿Quien es la maldita persona que interrumpe mi siesta de una hora y cuarenta minutos?─Su voz sonaba ronca y soñolienta

─Sehun mañana pasó a buscarte, y por favor no te demores eligiendo un maldito suéter.

─¿Abigail? Pero ¿cómo pasaras a buscarme si estás en Francia?─Comúnmente, Sehun es un estupido y no analiza lo que le dicen, su cerebro aún es pequeño para entender esas cosas.

─Te estoy mirando por tu ventana, iug te vistes mal hasta para dormir, como es posible.

─¡EH!─Se escucho como se volteó a ver su ventana e comenze a soltar risitas bajas─Mentirosa, no estas ahí.

─Eso no importa, estate listo para las siete en punto, no quiero que te demores más de veinte minutos ¿entendido?

─Entendido capitán, seguiré durmiendo, hasta luego se me cuida esa carita hermosa.─Sonrei e corte la llamada para terminar de instalarme.

Unas horas después mi madre envió a una mujer a preguntarme si iba a cenar en el cuarto o con ella, a lo que respondi que no iba a comer.
Suele pasarme que no tenga apetito en la noche y me levante luego a la madrugada para comer algo, aunque siempre mi padre dice que se me achicara el estómago y me moriré.

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La noche paso haciéndose las 3 de la mañana, tomé mi campera y me coloqué las zapatillas. Agarre mi patineta y abri la ventana, tire primero lo anterior y luego salte yo. Trepé la reja y empeze a correr tomando velocidad y poniendo la patineta en el suelo, me subí a esta y tomé la dirección para la ciudad.

Mi estómago rugía de hambre, hasta que vi una dulcería, frene y entre como un zombie que vio un cerebro bañado en sangre.  Empeze a buscar hasta que encontré unos Pockys con sabor a manzana.

─Interesante.─Susurre e sonrei para luego dirigirme a la caja. Coloqué la caja de los dulces en el lugar correspondiente.

─Buenas noches, ¡oh! ¿Es para jugar con su novio?─La cajera del lugar era una anciana que mientras me sonreía me observaba y mientras pasaba por el scanner el paquete, todo al mismo tiempo.

─No no, es que hace mucho no los probaba─Sonreí.

─Hmm no te creo─Solto una pequeña risita─Comúnmente las chicas llevan la inicial de su chico, haber muestrame tu collar ─Entrecerro sus ojos de forma chistosa

Accedí a la petición la mujer y saqué mi collar que se ocultaba debajo de mi campera.

─Es la inicial de mi segundo nombre, Atenea.

La inicial era una Bonita A con tres pequeñas piedritas,  pero solo quedaba una ya que vivo mordiendo el collar y esas cosas se salen.

─Lindo nombre pequeña, el pocky sale un dólar.

─Lo llevo─Saque el dinero y se lo entregue, ella lo tomó y me dio una bolsa con el paquete dentro.

─Oh, cuando quieras saber de tu futuro linda ─me entrego una pequeña tarjeta─ llama al numero y nos encontraremos en algún lugar.

─Lo tomare en cuenta, ¡muchas gracias!─ hize una reverencia y salí del lugar

Guarde la tarjeta en mi bolsillo y comenze a andar nuevamente en la patineta, comiendo mientras tanto los pockys. No iba a volver a casa aún, quería ver en qué había cambiado la ciudad. Me dirigí a una de las plazas más conocidas por sus restaurantes de lujos y Edificios caros.
Todo muy lindo pero de golpe siento una mirada en mi espalda, como que me quería traspasar, entonces volteó y encuentro a un chico observándome, el era alto, guapo, desde lejos se notaba su ego y me miraba con confusión.

¿Acaso la vestimenta que llevo es inusual? ¿Una chica no puede andar de noche por las calles hermosas de Seúl?
Lo ignoré y seguí con mi camino hasta que vi un manzano en una calle vacía pero linda, trepé al árbol y tomé una manzana, rápidamente me fui de ahí.

Y si, siempre probe las manzanas de todo el mundo, es mi fruta favorita y no la cambiaría por otra.

Llegue a la casa y entre,  deje la patineta escondida y empeze a trepar al balcón de mi habitación, una vez que ingresó a esta me encuentro con mi padre sentado en la cama

─Carajo..─susurre.

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 sɪ ᴛᴜ ɴᴏ ᴇʀᴇs ʜᴀɴɴɪ ¡¿ϙᴜɪᴇɴ ᴇʀᴇs?! ||| Jeongguk.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora