Capítulo 1

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  Comenzamos a girar y girar con una de sus manos entre una mia y la otra en mi cintura, él con su perfecta sonrisa y yo mirandolo fijamente, devolviendole la sonrisa.
  Los holanes de mi vestido azul se mueven a mi alrededor y mis tacones hacen un sonido rítmico cada vez que muevo mis pies. Clap, clap, clap.
   Coloca sus manos en mis caderas haciendo que las mueva de un lado hacia el otro al compás de la música, paso mis manos por su cabello y las dejo en sus hombros, damos un par de vueltas más y hacemos un movimiento en el cual el toma mis manos cruzadas y yo paso por en medio de sus piernas, entonces el pasa una de ellas por encima de mi y me levanta, soltando mi mano derecha y girándome con la otra como eje, su mano izquierda hace presión en la parte baja de mi espalda y me acerca a él dejandome a menos de tres centímetros de su rostro.

  -Muy bien, Elle-dice Martha, acercandose moviendo las caderas de un lado a otro-. Mmmm...Adrian, tu debes mejorar tu postura un poco-pone una mano en la espalda de él y otra en su pecho, obligándole a erguirse-. Excelente, intenta también no pisar a tu compañera de baile cada vez que giras, ¿ok?
  -No es mi culpa-exclama Adrian-no llevo mis anteojos cuando bailo por que se empañan cuándo transpiro, y sin ellos no veo nada.
  Martha lo mira con reprobación y entonces revisa el reloj que esta en su muñeca derecha.
  -¡Miren la hora!-dice-. Es muy tarde, creo que deberían ir a ducharse antes de que oscurezca. No quiero perder a mi mejor pareja antes del concurso.
  Adrian y yo caminamos hacia la puerta y salimos hacia el corredor ya completamente desierto.
  -¿Que harás más tarde?-pregunta él
  Dudo por un minuto antes de responder:
  -Creo que iré a casa, estoy muy cansada y mañana tengo una cita temprano.
  -Mmmm...entiendo-Adrián esta a punto de dar vuelta a las duchas para hombres cuando de pronto pregunta-¿quien es el afortunado que consiguió una cita con Elle Phillips?
  -Bueno pues es alguien muy atractivo y por el que me siento muy interesada-bromeo, pero al ver la expresión en su rostro le empujo suavemente el hombro y digo:-Sólo bromeo, Adrian, tengo una cita de trabajo, aunque si me siento muy atraída hacia él...
  -¿Volverás a tocar?
  -¿Por que lo preguntas?, eso es lo que hago, ¿o no?.
  -Si, si, claro, eres una pianista fabulosa y todo,-él parece un poco incómodo-pero es sólo que tienes tanto talento como bailarina...
  Lo detengo levantando una mano y comienzo a caminar hacia las duchas mientras desabrocho los botones de mi vestido y quitó las horquillas de mi cabello.
  -Por supuesto que soy buena bailarina-digo sobre mi hombro-pero esto no es más que un pasatiempo, algo con lo cual puedo pasar el rato pero merece que tenga disciplina, mi vocación es la musica, específicamente el piano, siempre lo ha sido, probablemente siempre lo será, cariño.
  Entró y siento el familiar ambiente húmedo y sofocado que siempre a caracterizado a este lugar, me desago de mi ropa y maquillaje, quito la última horquilla dejando caer sobre mis hombros mi espeso cabello rojo, lo sacudo con mi mano y abro la llave de la ducha, dejando que el agua fría me lleve de nuevo a mi infancia.
  Estoy rodeada de agua, agua fría y cristalina, llevo un ligero vestido blanco que se adhiere a mi delgado cuerpo, mi rojo y largo cabello flota a mi alrededor y algunas plantas acuáticas rozan mis pies haciendome cosquillas, miro hacia arriba y veo el sol encima del agua.
  -Respira...-susurra una voz suavemente a mi oído, volteo pero ahí no hay nadie-...respira...respira...-la voz sólo repite esta misma palabra pero intento ignorarla, se que si respiro me puedo ahogar, aunque pensando lo bien, ¿como es que voy a salir si no se nadar?-...respira...respira...-tal vez respirar no sea tan mala idea, de cualquier forma lo tendré que hacer en algún momento, ¿o no?-...respira...-mis pulmones ya arden exigiendo oxígeno-...respira...-abro la boca para soltar el aire que he estado reteniendo y estoy a punto de respirar...
  El agua de la ducha deja de correr y yo recargo la frente en el azulejo de la pared, estoy jadeando, inhalo ondo y tomó mi toalla.
  Camino por los vestidores y al legar a la parte de los casilleros, encuentro mi ropa doblada sobre la banca, una lijera camiseta blanca, pantalones negros ajustados, tacones bajos y chaqueta negra, encima de estos, un hermoso tulipán azul con tantos tonos que resulta imposible contarlos, a un lado, una carta.

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⏰ Última actualización: Apr 08, 2019 ⏰

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