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Un chico adulto joven de tez morena se encontraba durmiendo comodante en un diván con un cojín debajo de su cabeza y una manta azul cubriendo su cuerpo.
A lo lejos, unas sirenas de carros de bomberos y policías resonaban en toda la calle.
De pronto, una alarma comenzó a sonar al lado del chico, indicando que era hora de despertar, así que se levanto con pesadez y se dirigió al cuarto de baño.
Ya en este, el muchacho abrió la llave del agua caliente para llenar la tina y así poderse dar un baño.
Mientras la tina se llenaba el joven fue al comedor y buscó un salero por la mesa y al encontrarlo se encaminó a la cocina.
Todo esto mientras unas voces brotaban de debajo del piso del departamento.
Pero no eran animas lo que se oían, si no los diálogos de una película que se estaba reproduciendo en el cine localizado debajo de los departamentos.
Al mismo tiempo, el chico preparaba huevos cocidos en una cacerola de vidrio.
Este salió de la cocina en dirección al baño nuevamente con un temporizador en forma de huevo en una mano el cual iba programando.
Ya en el baño, comenzó a desvestirse frente al espejo mientras revisaba unas marcas en su cuello que tenían la pinta de ser arañazos de algún animal.
Completamente desnudo procedió a meterse al la tina y recostarse en ella, apoyando la cabeza en uno de los bordes para cerrar sus ojos y relajarse.
Mientras tanto, el temporizador comenzaba a sonar cada vez más rápido y más fuerte hasta que una campana se escucho, dando a entender que el tiempo de cocción de los huevos ya había llegado a su fin.
Al salir del baño, el chico arrancó una hoja de un calendario con la fecha del día anterior. Leyó el reverso de esta encontrándose con una frase que decía: "El tiempo es solo un río que fluye desde nuestro pasado".
Regreso a la cocina y apago la lumbre de la estufa para sacar los huevos cocidos de la cacerola y que estos se enfriaran.
Se quito su toalla del cuerpo, se vistió y tomo sus botas marca Rivera, las cuales boleo rápidamente con un curioso cepillo que simulaba la cola de un ave.
Nuevamente retorno a la cocina, pero esta vez para pelar los huevos y preparar dos sándwiches, uno lo empaco en una bolsa de papel que metió en una pequeña mochila y el otro lo puso en un plato con unos trozos de zanahoria cortada acompañándolo.
El joven salió de su apartamento con la mochila en la espalda y el plato en una mano, solo para adentrarse en otro departamento que se localizaba al lado del suyo donde se encontraba un hombre mucho más grande tanto en edad como en estatura que él sentado frente a un escritorio sobre el que había unos planos de un proyecto de tecnología que estaba desarrollando el mayor.
Sin dejar de ponerle atención a su trabajo, el hombre le hizo plática al más chico, quien había dejado el plato con la comida en una esquina del escritorio donde no pudiera caerse.
Tadashi - ¿Te despertaron las sirenas?, hubo un incendio en la fábrica de chocolate - comentó despegándose de su trabajo por unos minutos para prestarle atención al moreno quien ya se había sentado en un sillón cerca de la televisión la cual estaba encendida en una película - mmm, ¿hueles eso?, que aroma a cacao tostado, tragedia y delicia todo en uno -.
El jovencito a su lado asintió con su cabeza para después hacerle señas de que comenzara a comer lo que este le había traído.
Tadashi - Hay mi querido niño, me moriría de hambre si no estuvieras cuidandome, soy el típico inventor muerto de ham... mira eso - comento el hombre sin terminar su frase inicial. En el televisor estaban mostrando la escena de un señor elegante bajando unas escaleras con una danza muy graciosa pero habilidosa - es muy difícil, otros artistas lo hicieron diferente pero hermoso - le dijo el inventor a nuestro joven amigo.
El chico salio del departamento dejando al inventor Tadashi con su trabajo y ya en el pasillo decidió imitar el baile que había visto minutos antes, el cual por cierto le salio muy bien.
Después de su breve interpretación propia del baile, el joven salió a la calle por una puerta roja que daba a unas escaleras de metal.
El chico iba bajando cuando un hombre de la tercera edad llamo su atención.
Mr Friedricksen - ¡Miguel! - grito el dueño de los departamentos y del cine al lado de estos, el señor Friedricksen quien junto con su nieto Russel pegaban las letras correspondientes en la cartelera del cine - cuando traigas lo del alquiler quiero que te quedes a ver la película de la biblia ¿Sí? aquí tengo dos boletos gratis, ven con tu vecino Tadashi es un buen hombre; película de la biblia y comedia, ya nadie viene al cine les daré palomitas gratis y soda -.
Miguel tomo los boletos y se retiró con un gesto de cortesía y agradecimiento mientras oía como el señor Friedricksen regañaba a Russel por poner mal una palabra en la cartelera, lo cual provocó una risilla nada maliciosa en Miguel (y no es sarcasmo 😆).
Miguel se puso a curiosear en las tiendas de la avenida de camino hasta la parada de autobús al que se subía para ir a su trabajo.
Durante su trayecto en autobús, Miguel iba silbando una canción para después poner su mochila en la ventana y recargar su cabeza en ella como si de una almohada se tratase.
Después de unos cuantos minutos en el transporte, Miguel finalmente llegó a su trabajo, el
" Centro de Investigaciones Aeroespaciales " donde laboraba como personal de limpieza.
El chico se dirigió al elevador y tras esperar unos segundos este se abrió para dejar entrar a Miguel junto con otras personas.
Al bajarse del elevador Miguel se detuvo un momento para sacar unas cosas de su mochila o en eso estaba cuando una voz lo llamó.
Era su compañero y único amigo en el edificio, Leonardo San Juan.
Leo - ¡Miguel! - grito el mexicano quien se encontraba formado en una fila detrás de una checadora para registrar su entrada a la planta -rápido ya estoy aquí, tienes que llegar a tiempo -.
Karmi - Oye ¿Qué haces? estamos esperando - reclamó la empleada.
Leo - Dejalo en paz mujer, yo reserve su lugar - le contestó.
Karmi - Si me reportan me iré contra ti y el mudo - amenazó.
Leo - Adelante Karmi, adelante - exclamó sarcásticamente.
Leo y Miguel se fueron entonces a cambiar su ropa normal por el uniforme de la empresa a los vestidores de hombres.
Leo se quito sus zapatos y comenzó a masajear un poco las plantas de sus pies.
Leo - Ugh, mis pies me están matando - se quejó - Hoy hice salchichas envueltas antes de salir y realmente se las devoró,
sin "gracias" ni "que bueno quedo" ni "pío" dijo, la mujer es callada como una tumba pero si las cachetadas fueran halagos sería Shakespeare - platicaba Leo mientras limpiaban lo que parecía ser la sala de exhibición de un gran satélite artificial.
A Miguel solo se le formaban sonrisas y expresiones en el rostro.
Y efectivamente Miguel era mudo, así que esa era su forma de comunicarse a parte de su lenguaje de señas.
Leo - y luego llego a casa y preparo el desayuno: huevos, tocino y pan tostado, le pongo mantequilla a su pan mmhh de los dos lados como si fuera una niña y ni me da las gracias - se quejaba Leo mientras limpiaba unas oficinas junto con su compañero quien solo lo escuchaba atentamente - tu darías las gracias porque eres educado pero lo único que tenia Marcela hace años era el magnetismo animal, lo perdió hace tiempo (no estoy denigrando a las mujeres) - comentó Leo al mismo tiempo que entraban en un laboratorio en proceso de trabajo, fue entonces que Leo pegó el grito en el cielo - ¡¿Qué significa esto!? ¡¿No pueden poner la basura en su lugar!?, para eso es el basurero difícil de creer ¿y el basurero qué? - protestaba el chico quien recogía papeles y plástico regados por todos lados e igualmente regañando al jefe del grupo de empleados que habían provocado el desorden.
Varian - Si si, lo siento Leo lo siento - respondió el empleado con pena.
Leo - No se que están haciendo pero es un monumental desastre - volvió a quejarse.
Ernesto - ¡Leonardo cierra la boca! - le regaño el jefe de seguridad del centro espacial.
Leo - Si señor - obedeció.
Ernesto - No tienes porque regañarlos -.
Leo - Lo siento señor de la Cruz -.
Ernesto entonces pidió la atención de todos los presentes en aquel laboratorio.
Ernesto - Un momento de su tiempo, el día de hoy recibiremos un nuevo equipo y recursos en el T4 - fue entonces que Ernesto señalo a una mujer vestida con ropa elegante y de gran belleza - Liv Amara nos apoyara con estas investigaciones, ahora no quiero reforzar ni hablar demasiado pero es posible que este sea el recurso más importante que se haya tenido en estas instalaciones -.
De pronto, la puerta del laboratorio se abrió para dejar pasar a un grupo de hombres con una cápsula de metal llena de agua, pues según parecía había algo ahí adentro que pretendían conservar con vida...

"La Forma Del Agua" (Higuel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora