Desahogo.

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Ya no sé qué hacer.

Me he aferrado tanto, que pensar en una vida sin ti, me es sumamente doloroso y frustrante.

Pensar que no estará ahí en esos momentos de  mis triunfos (si es que llego a tener alguno).

Quiero que tengamos el resto de nuestras vidas juntos, pero hay algo que se pone en mi contra, es diferente las veces que viene, ejemplo, un sueño, una persona, al ver un objeto, y lo peor de lo peor es mi propio pensamiento. Imagino una hoja y acabo imaginando una vida completa, sin exagerar, pero eso es lo malo, no tengo suficiente autocontrol como para parar de pensar en algo que me hace daño, algo que ya había pasado pero lo recordé y me molesté, eso no está bien, pero no culpo a nadie, bueno, sí, a mí mismo, por tratar de ser el chico bueno cuando pequeño, por ser el hijo que menos problemas se busca, el que siempre callaba y estaba de acuerdo con todo lo que le decían, pero ya eso acabará, creo.