El skater de cabellera anaranjada y el tercero al mando de scepter 4 comenzaron de nuevo su amistad después de lo sucedido en la pelea con el clan de los verdes en el que Misaki salvó a Saruhiko de una posible muerte provocada por un escuincle muy hábil.
Como habían acordado, Saruhiko le diría las cosas a Misaki de una forma en la que pudiera entenderlas, pero lo que no sabía, era si debía de decirle al pelirrojo que ya no sentía nada de amistad hacia el.Era algo más, un sentimiento que cada vez se hacía más difícil de esconder.
Desde hace mucho tiempo había tenido sentimientos de amor por el y sabía que tenía que decírselo aunque no tuviera idea de si esos sentimientos serían correspondidos o si el skater le dejaría de hablar si le llegara a decir.
Ese chico problemático era al que más amaba por sobre todas las cosas, con el descubrió algo que años atrás jamás pensaría poseer o tan siquiera llegar a pensar en tener , ese algo era el amor, aunque eso era algo que jamás se atrevería a decir en voz alta porque se le hacía estúpidamente cursi.
Sabía que Misaki era su debilidad y fortaleza al mismo tiempo, porque cedía muy fácilmente a lo que el rojo le pidiera, cosa que jamás haría con otra persona.
Por eso en ese momento se encontraba comiendo ese extraño platillo con piña, no tenía idea de como Misaki convertía revolturas de ingredientes en algo tan delicioso, a excepción de la piña, según él, mientras el de lentes comía, volteaba una que otra vez a ver al chico rojo que no dejaba de comerse la piña como si fuera un niño comiéndose su postre favorito.
-La próxima vez no pongas piña en la comida Misaki
Decía alargando la última sílaba del nombre de su amigo, el cual volteó a verlo con algo de enfado.
- Deja de quejarte de la comida mono malagradecido, la hice para tí, estás increíblemente pálido, de seguro comes pura comida instantánea cuando no vienes aquí.
Le decía Misaki apuntandole con el tenedor como si estuviera amenazandolo, Saruhiko sólo se rió levemente pensando en lo tierno que se veía ocultando su preocupación con su enfado, ya que el más bajo de estatura estaba levemente sonrojado.
- Gracias por tu preocupación Mi-sa-kii~
Decía Saruhiko mientras le revolvía el cabello y miraba con ternura al mayor ya que por el comentario se había puesto más rojo.
- Cállate mono estúpido, acábate tu plato.
Y Saruhiko siguió comiéndose los trozos de piña de mala gana, pero a final de cuentas, sabía que eso hacía feliz a su amigo, aunque no se sintiera satisfecho con esa palabra, ver como provocaba en la cara del skater esos cambios de tonalidades rojas le hacía darse esperanzas de que tal vez sus sentimientos si fuesen correspondido.
Después de terminar de comer, fueron a lavar los trastes, Saruhiko lavaba y Misaki los iba secando y se agachaba para guardarlos en una de las puertas de la alacena, cuando Saruhiko le pasó el último traste volteó por inercia a ver a Misaki, aunque lo que le terminó viendo fue su trasero, al principio se impactó porque no sabía que Misaki tuviera esas curvas tan bien marcadas por debajo de toda esa ropa floja que acostumbraba a ponerse, maldecía internamente que el de ojos ámbar usara prendas de ese estilo y se sentía todo un tonto por no haber visto esa característica del mayor antes.
Al momento de que el pelirrojo terminó de acomodar el último plato Saruhiko miró hacia otro lado para disimular que no lo había estado observando.
Se sentía extraño por tener ese tipo de pensamientos por alguien, cuando estaban en la secundaria su corazón apenas estaba desarrollando algo de sentimientos por ese muchacho. Ahora para él su mundo era Misaki, el calor que le hacía sentir el rojo por la acción de hace un momento le hacía estar ansioso aunque no se lo hiciera notar, pero tenía muchas ganas de comérselo ahí mismo, cosa que no haría por ahora porque el más bajo se asustaria ya que no tenía ni idea de lo que el de lentes sentía por el.
Sólo le quedaba buscar el momento adecuado de decirle lo mucho que anhelaba estar a su lado por siempre.
Una vez que Misaki se levantó de donde estaba acomodando los platos el más alto trató de quitarse las ganas de querer tocar al mayor, el último mencionado se dispuso a ir a la sala y tirarse en el sillón.
-Saruuu, vamos a ver el concierto de este grupo otra vez, ya esta puesto el disco.
Decía emocionado mientras daba pequeños brincos en el sillón volteando a ver a Saruhiko, el de cabellos negros se sonrió al ver tan tierna escena y se sentó a un lado de su querido amigo.
- Se ve que te gusta mucho esa banda
Misaki volteó a verlo con una sonrisa que para los ojos del otro, era la cosa más hermosa que podía ver en su vida, hacía que llenara su corazón de calidez.
- Sí, fue la primera que me enseñaste cuando empezamos a escuchar música juntos, ¿no te acuerdas?
Preguntó Misaki con una mirada de nostalgia sin borrar su sonrisa, dejó al menor sorprendido y con el corazón en la boca pues no esperaba que recordara aquellos tiempos con tanto detalle, sin pensar y mandando todo al carajo se abalanzó de golpe al pelirrojo sin darle oportunidad de reaccionar.
- Misaki, ¿te gusto?
El mencionado se quedó en shock pues no venía eso venir por parte del azabache, su corazón parecía un tambor y su cara estaba demasiado roja, no sabía que hacer para ocultarlo.
El pequeño también desde hace mucho tiempo había comenzado a sentir cosas por su amigo, pero su plan había sido guardarlo como un secreto hasta la muerte ya que tenía miedo de volver a perder esa preciada amistad que tenía con el azul, el sólo pensar en que el otro le dirigiera una mirada de asco o que lo ignorara lo hacía querer llorar.
- L-lo siento si te doy asco, de verdad quería esconderlo, pero me gustas demasiado Saruhiko.
Se había tapado la cara con uno de sus brazos porque se le habían salido unas cuantas lágrimas, no quería ni ver la expresión fría del otro después de decirle aquello.
El menor estaba feliz y preocupado de lo que el mayor le acababa de decir, así que se apuró en decirle lo que el sentía por aquel rojo mientras le quitaba el brazo que le cubría el rostro teniendo que hacer un poco de fuerza ya que el otro no quería que lo viera.
- Tonto, ¿cómo alguien como tu podría dar asco?
Le dijo mientras acariciaba sus mejillas quitando las gotas de lágrimas que iban pasando.
- A mi también me gustas demasiado Misaki.
El rostro de este reflejaba pura sorpresa, miró a los ojos azules del contrario para comprobar si lo que había dicho era verdad, pero sabía que no jugaría con algo como eso, no sabía que decir o si debía hablar.
Saruhiko se acercó despacio al mayor ya que aun seguía encima de el, acariciaba los cabellos naranjas para acto seguido depositar un beso en su frente con todo el cariño que tenía muy dentro de él.
- Misaki, seamos novios.
El rojo un poco mas calmado pero con la cara del color mencionado se acercó al azul dándole un beso en la mejilla para despues decir...
- S-sí
El de lentes se sentó acomodando a Misaki en su regazo y después lo rodeó con sus brazos como si se fuera a morir por no tenerlo cerca en ese momento escondiendo su cabeza en el cuello ajeno, se encontraba muy feliz al saber que el otro también sentía lo mismo que el ya que lograba escuchar sus latidos acelerados de su corazón.
Continuará...
Notas del autor:
Es la primera vez que hago un fanfic sarumi, que emoción. \( >U<)/
Espero que les agrade y si no es así díganme que fue lo que faltó por fa :'v
Más adelante habrá escenas rikolinas y zukistrukis 7u7
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El único en mi vida
FanfictionAdvertencia Esta historia es chico x chico, si no te gusta no lo leas, y si es lo contrario te invito a que pases a ver \(*^*)/ Este es un fanfic de K-Project, los personajes no me pertenecen. La pareja principal es SaruMi Tendrá escenas rikolinas s...