El día

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Algo empezó a sonar, mientras mis sentidos despertaban, mí cuerpo entro en dolor, en especial las muñecas, ayer empecé, me corté las venas, tenía meses pensando que si lo hacía o no, así que ayer me decidí. Abrí los ojos lentamente y el escenario a mí alrededor se fue viendo cada vez más familiar, mí cuarto era como si fuera de algún desconocido, pues no lo sentía como mío.
Bajé las piernas de la cama y me dirigí al  baño, cuando entre, al espejo me devolvió la mirada un chico alto, con cabello castaño claro y despeinado, sus ojos eran de color negro, tenía ojeras debajo de ellos. Ese era yo: Hiro Haneke. Ya habia terminado de hacer mis cosas en el baño cuando solo me quedaban unos cinco minutos para ir a clases.«Genial, tarde otra vez.» Pensé. Siempre llegaba tarde a la escuela, así que no era de sorprenderle a mis maestros. Escogí mi ropa y me la puse rápido, una sudadera negra con jeans rotos. Mi habitación quedaba en el segundo piso de mi casa, así que baje rápido las escaleras. A mis padres no les importaba si yo comía o no, les valía lo que me pasara, ya que, por sus creencias, piensan que es del diablo que a un chico le gusten los chicos, he igual con las chicas, y como yo soy gay, a ellos les vale pepinos que yo este bien o mal, he incluso los he oído hablar sobre mudarse y dejarme sólo con está casa, pero no me quejo, todo el tiempo es como si estuviera sólo. Baje a la cocina y agarré un pan, no tenía tiempo para prepararme algo, así que un pan no estaría mal. Salí a la cochera y  prendí mi moto, me monté en ella y me puse el casco, había ahorrado el dinero para comprarme una, sabía que mis padres no lo harían así que lo hice yo, y también tenía para la licencia, así que legalmente puedo manejar mi moto por la vida sin que nadie me diga nada. Arranque la moto y me fui.
Cuando llegué las clases todavía no empezaban.«Que milagro.» Por primera vez llegaba temprano, entre a la escuela y fui a mi casillero. Cuando llegué y lo abrí, una hoja se había caído y aterrizó en mis pies, me agache para recogerla y la abrí, decía:

Te veo en la terraza de la escuela a las 15:30,
si llegas tarde juro que tendrás varios huesos rotos.          
                                  N. M.

Okey, está carta es algo rara, pero de donde venia no era de extrañarse, la escribió Nero Matsuoko, uno de los bullys de la escuela.«¿Qué demonios es lo que quiere?» Pensé. Bueno, no sabría que es lo que quería si no hablaba con el ¿Cierto?
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5:10 p.m.

Faltaban 20 minutos para encontrarme con Nero, las clases se habían acabado y teníamos tiempo libre hasta las 16:00, así que empecé a pensar en que hacía en esos veinte minutos. Al fin y al cabo, decidí que iba a ir a la terraza y esperarlo ahí, no tenía nada más que hacer, así que era mi única opción. Cuando subí, me Di cuenta de que había mucha gente, parejas, unas estaban hablando, otras se besaban, otras a penas se miraban a los ojos.«¿Qué pasó Cupido por aquí o que?» Pensé con asco, ¿Para qué se enamoran, siempre hay un fin?¿No es mejor estar solo, así no tendrás que pasar por un doloroso final? No se como ven el amor otras personas, pero yo pienso que es una pérdida de tiempo, prefiero encerrarme en mi cuarto a ver anime que tener que estar con alguien. Me di cuenta de que no había nadie en una esquina de la terraza y me dirigí ahí. En cuanto llegue-por que está esquina estaba del otro extremo del que yo estaba- saque una cajetilla con cigarrillos, saque uno y no puse entre los labios, saque un encendedor y lo prendí, no fumaba en si, sólo lo hago cuando quiero matar tiempo.

—¿Fumando? Vaya que irresponsable.-Dijo alguien. Rápido agarré el cigarrillo, lo aventé al suelo y lo pise. Voltee a ver a la persona.Nero. Estaba a unos metros de mí. Es alto y fuerte, tiene el cabello negro azabache, sus ojos son azules claros, casi blancos, y se le nota desde kilómetros lo egocéntrico y pendejo que es.

—¿Para qué quería que viniera?-Pregunte sin rodeos.
—Quiero saber algo.
—No tengo información, lo único con lo que puedes joderme la vida es decirle a todo el mundo que soy gay, lo cual ya saben.-Respondí medio fastidiado.
—Eso no, no soy tan idiota.-Dijo en mi mismo tono.
—Entonces dime que quieres, no tengo todo el día.
—¿Quieres ir a una fiesta conmigo?- Su pregunta me sorprendió un poco, ¿Por qué Nero Matsouko, el hombre que me arruinó mi vida social, quisiera ir a una fiesta conmigo?
—¿Acaso no tienes amigos para ir que tienes que preguntarle al antisocial de la escuela o que?
—Claro que tengo amigos, no como tu, pero ya les pregunte a todos los que conozco, entonces dije: por que no, por lo menos tengo una buena razón para molestarte.-«Que imbécil.» Pensé. Era un idiota si creía que iba a ir a un lugar lleno de personas, aparte con él.
—¿Y tu como estas seguro que dirá que si?-Dije en tono burlón. De repente se acercó bastante a mi, rompiendo nuestro medio metro de distancia y con el, mi comodidad.

—Se todo de ti, Hiro, y también como seducirte.-Dijo, tomandoke de la cintura.
—¡S-Suelteme idiota!-Tartamude un poco, estar en esta cercanía con las personas me ponía muy incómodo, aparte que si era con Nero, tenía muchas más razones por la cuales me sentía intimidado.
-No, hasta que me días que si, no pienso ir ao cumpleaños de mi hermana solo.-¿El cumpleaños de su hermana? No sabía que él tenía hermanos. No quería ir, pero por lo menos se que habrá un familiar de él ahí, y si es de un hermano, supongo que también irán sus padres, por lo menos ya no podrá raptar me y hacerme que sabe que, este tipo es capaz de cualquier cosa que se ocurra.-¿Entonces?-Volvio a decir. Me abrazo mucho más fuerte y empezó a moverse, sentía como mi cara se ponía un poco más roja mientras pasaba cada segundo.
—Bueno, bueno, voy, solo alejate de mi.—Dije empufandolo del pecho. «Por fin, espacio personal» Pensé. Me molestaba bastante que invadieran mi espacio, me parece simplemente una falta de respeto.
-Bueno, te veo esta noche.- «Espero que estén sus padres.»

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⏰ Última actualización: Jul 26, 2019 ⏰

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