No sé en qué momento termine de esta forma, sometido y suspirando una y otra vez ese nefasto nombre. Con la temperatura de mi cuerpo llegando a su límite, rogando por más.
Siento su lengua acariciar cada centímetro de mi sexo, recorriéndolo de arriba a abajo.
—Basta Bill. — Ruego pidiendo que se detenga, sin embargo no lo hace. Escucho una risa burlona saliendo de sus labios.— ¿Por qué debería hacerlo? Tu sabor es tan bueno, que podría estar así durante siglos. —Aun con todo y el placer nublando mi juicio, logro escuchar su contestación provocando en mi un estremecimiento que recorre todo mi ser. Con algo de esfuerzo logro abrir mis ojos para ver como su único ojo me mira fijamente y sonriendo de forma maliciosa vuelve a hablar. — Además , deberías estar acostumbrado ya, con el tiempo que lo hemos estado haciendo. Dime Pino ¿En verdad quieres que pare? — Y antes de poder darle una contestación, mi pene paró de nuevo a las profundidades de su garganta. ¡Maldición! No entiendo como puede volverme tan loco.
—Por favor, no no pares. — Salían esas palabras sin que pudiera pararlas y como si él esperase que dijera eso aumento el ritmo. Los gemidos de mi parte iban incrementándose casa segundo, sentía como estaba ya por terminar. — ¡BILL! —Gritaba su nombre en el momento final...sin embargo, todo el éxtasis se vino abajo al escuchar los golpes en la puerta de mi habitación y junto con la voz de mi hermana Mabel.
— Dipper ¿puedo pasar? — veía su sonriente cara asomándose entre la puerta.
—Ya estás adentro Mabel ¿Que qué quieres? — el nerviosismo me invadía, sentía la vergüenza quemar mis mejillas.
—Solo venía a ver que estuvieras bien. Ya que gritaste el nombre de Bill pensé que estaba aquí y te estaba atacando.
—Estoy bien, sólo fue un sueño. Ahora sal de mi cuarto quiero seguir durmiendo.
— ¿Seguro? Puedo quedarme contigo o decirle a alguno de nuestro tíos que vea.
— ¡No! Nada de eso anda ya vete — veo como sale sin creerme demasiado. Me siento en la orilla de la cama, cubriendo mi cara con mis manos tratando de ocultar toda está vergüenza. Pero sin lograrlo con éxito ya que escucho la risa de Bill en la esquina del cuarto.
Bueno se preguntaran como quedé en esta penosa situación, para eso tenemos que regresar unos meses atrás cuando decidimos quedarnos a vivir en Gravity Falls.El clima agradable del verano, es perfecto para disfrutar, relajarse, reír y pasar tiempo con los amigos.
Este sería el caso de los hermanos Pines; Dipper y Mabel, quienes después de un tiempo regresarían a ese loco pueblo lleno de misteriosos recuerdos.
Y esto fue posible gracias a aquella carta mandada por sus tíos, en la cual redactaban que regresarían de su viaje y estarían en Gravity Falls el próximo verano. Cuando sus ojos leyeron esa grandiosa noticia, no esperaron más y hablaron con sus padres de pasar el verano con sus tíos abuelos otra vez.—No puedo creerlo Dipper, en verdad regresaremos. ¡Estoy muy emocionada! —La cara de Mabel estaba pegada al cristal de la ventana del autobús y con su querido Pato a lado viendo el paisaje, pintaban un cuadro bastante animado.
—Vaya algunas cosas no cambian. — Dipper reía al ver la actitud infantil de su hermana, mientras que un pensamiento en específico invadía su mente. — Me pregunto si mis sentimientos por Wendy habrán cambiado. — Y más que una pregunta, era una afirmación que intentaba creerse.
Por fin después de un largo viaje, el autobús se detenía dejándolos en su destino. Con las maletas en mano los hermanos Pines comenzaron a caminar y seguidos de su pequeño cerdito decidieron andar un rato por el bosque, para recordar los viejos momentos y también para perder un rato el tiempo y llegar de sorpresa.
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Un Encuentro Inesperado (BillxDipper)
RandomHan pasado tres años desde aquel incidente contra Bill. Dipper y Mabel han decidió regresar a ese pueblo lleno de misterios y recuerdos para pasar otro verano, a lado de sus tíos que han vuelto de su viaje. Todo parecería estar en calma para los her...