Capítulo uno

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La imagen de Lindsey Stirling no dejaba de aparecer en todos los medios de comunicación habidos y por haber. Los fanáticos no dejaban de manifestar sus deseos de volver a verla, por medio de distintas muestras de fe: hacían cadenas de oración,  hacían campañanas para dar con el paradero, iban a dejar cartas y lienzos a lugares determinados. Los periodistas se habían dado cuenta de la repercusión de este hecho, y no dejaban de entrevistar a los que lloraban a su idola, haciendo de él una manera de escalar en la lista de noticieros más sintonizados.  

-Odio cuando sucede eso- dije dándole un sorbo a mi té de manzanilla - considero egoísta el hecho de lucrar con el dolor de las personas-; dejé la taza sobre la mesa y me crucé de brazos.

  -¿Otra noticia de Lindsey?- dijo mi asistente, entrando a la oficina.  

-No, otra noticia sensacionalista de sus fanáticos-.  

-Oh, tranquila-dijo él, sentándose a mi lado derecho- te llegó una carta, toma-.  

Lo miré incrédula y estiré mi brazo izquierdo,  manteniendo mi reacción. Las únicas cartas que llegan son los estados de cuenta de los servicios básicos, y una que otra amenazando con cortar los suministros.  

-Está sin remitente- dije aún más extrañada. Me levanté y fui por mi abrecartas.

Cuando abrí el sobre, pude ver una pequeña tarjetita que decía lo siguiente:  

"Señorita:  

Hemos notado que ha estado al pendiente de los hechos, y que cuenta con un número limitado de pistas, las cuales no son suficientes como para inculpar a alguien. Así que le proponemos lo siguiente: verla hoy a las 8, en el callejón próximo a su oficina, y discutir como gente civilizada.  

Venga sola.  

El Triumbirato."

Le pregunté a mi acompañante por la hora; faltaban diez minutos para las ocho de la noche. Me alisté para visitar a los que hacían llamarse "El Triumbirato", y salí a los cinco minutos.  

Al llegar al punto de encuentro, vi una sombra pasar y un escalofrío me recorrió. Me sentí la persona más estúpida al darme cuenta de que se trataba de un gato, pasando frente a mí.  

-¡Bu!- dijo alguien atrás de mí y yo di un salto del susto- sabiamos que vendrías-  

Mientras me recuperaba del susto, y miraba con cara de pocos amigos a las tres sombras frente a mí,  les preguntaba por sus identidades. Se hacían llamar "El Triumbirato", eran superheroes. Unieron fuerzas cuando supieron lo de Lindsey Stirling,  y ahora nos querían en el equipo.  

-Eso jamás-saqué una pequeña pistola del bolsillo de mi chaqueta, y apunté hacia el frente.  

Los conté rápidamente y me extrañó no ver a las tres sombras.  

-Ni lo piense, señorita- sentí un ruido y algo helado en mi nuca- Si dispara usted, disparo yo-.  

Sostuve mi arma lo mejor que mis temblorosas manos me lo permitían. Mi respiración se agitaba con cada segundo, y apreté los ojos en señal de frustración: estaba tan frita como un wantan.  

-Usted tampoco, señor- oi decir a una voz familiar atrás de mí;  era mi asistente quien apuntaba a mi atacante.

Él le pidió que bajara el arma, el superheroe le contestó que no podía si yo no lo hacía. Así que dejé de apuntar. Los que se encontraban frente a mí me pidieron dejarla en el piso, y patearla hacia ellos. Lo que hice fue guardarla en su funda.  

-No les regalaré mi herramienta de trabajo- dije seria.  

-Pensaba que eras detective, no asesina- dijo la sombra que me había asustado, anteriormente.

  -Digamos que existe una delgada línea entre lo que se llama justicia y lo que se denomina crimen-.  

La tercera sombra tenía una voz sumamente grave, como la de un narrador de dibujos animados. Empezó a comentarnos que deseaban trabajar codo a codo con nosotros, juntar fuerzas y unir recursos. Volví a insistir en que no me uniría a ellos: "más personas en el equipo, mayor fuga de información".  

-Sé que tienes una tarjeta identica a esta - dijo el que hacía llamarse Mister K - no sé si la haz leído- finalizó con un tono acusatorio.  

Miré a mi asistente temblar de nerviosismo. Caminé hasta él y lo miré con rabia. Le dije con un gesto que nos fueramos de allí y me siguió. Caminamos en silencio hacia la oficina tras abandonar el callejón; la calle no es un lugar apropiado para sacar cuentas.

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Hoooolaaa, lectores liiiindos ♡ Espero que les haya gustado el capítulo ^-^

Es el primer fanfic hecho y derecho que hago, y dejenme decir que estoy disfrutando mucho de escribirlo ♡ Además de ser una admiradora de Bastille y Fall Out Boy, amo la música que compone Lindsey,  hace que me sienta feliz ^-^

Quiero aprovechar de invitarlos a unirse al fc de Lindsey Stirling en Chile; realmente, los chiquillos son muy cutie pie y esforzados :3 y se pasa muy bien en las juntas ;)

Esop!

Panda hugs ♡

-. TinaSealie :3

Missing LindseyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora