Capitulo Cuatro
—Ella ya no podía mas, había aguantado demasiado, quería alejarse, lo antes posible si pudiera. Pero no, no puede irse. El no la deja. Y no la dejara. “Es un mal.dito”, “ya no me ama”, se decía ella todos los días. Ya no la dejaba salir ni a trabajar, si iba a salir solo seria con él y con nadie más, no tenia amigas con quien hablar, sus padres hacia mucho que habían muerto por un trágico accidente automovilístico, y no tenía ni hermanos ni hermanas. No tenía a nadie. Estaba sola. —
— ¡ERES IGUAL A ELLA! ¡ERES UNA MAL.DITA PE.RRA ESTU.PIDA! —decía Harry jalando con mucha fuerza a ____ por las muñecas. —
— ¡Ya me tienes harta con tus: “eres igual a ella”, no sé de que mier.da me estás hablando! —Le grito ____ a Harry mientras lo veía a los ojos, sus jodi.dos y hermosos ojos que aun a estas alturas la hacían suspirar—estoy cansada de que me golpees sin ninguna razón—dijo eso con los ojos llenos de lagrimas y con voz ronca—
—A mi no me levantes la voz mal.dita—dijo Harry con fingida tranquilidad dándole una muy dura bofetada que la mando directamente al frio suelo—Voy a salir esta noche y llegare tarde, no me esperes despierta dulzura—dijo agachándose para estar a su altura, para tomar el mentón de ____ fuertemente, haciéndola mirar a sus orbes mieles—
—Haz lo que te de tu maldita gana Styles—dijo ____ zafándose de su agarre—¡me vale lo más mínimo lo que tú hagas, lárgate!
—Harry se levanto muy lentamente, no quería admitirlo, pero aquellas duras palabras le habían dolido en lo más profundo de su corazón. Sí, si tiene corazón, y uno con muchas cicatrices del pasado, las cuales aun no ha podido superar. Unas cicatrices que cada vez que se embriagaba las recordaba y lo hacían sentir peor, unas cicatrices que lo hacían sentir tanta furia e impotencia que se desquitaba con su pobre esposa... —
—Escuche la puerta de la casa cerrarse, y pensé “esta es mi oportunidad” con toda la lentitud y delicadeza del mundo, pude lograr levantarme, estaba completamente adolorida. Tome el teléfono y marque los números de la casa de mis suegros. Sonó una… dos… tres veces, hasta que por fin…
— ¿Si? diga—la dulce voz de una señora la hizo sonreír. Si, era Anne su amada suegra, la quería tanto como a una madre. Ella siempre le decía que fue lo mejor que le había pasado a Harry luego de “la otra”, a ella nunca se le había ocurrido preguntar, pero había decidido que este era el momento de saber la verdad—
—Anne, es ____, creo que necesitamos hablar—dijo ____ con voz quebrada—