Capítulo 3

46 3 2
                                    

Mierda, la hermana de John tenía carácter. Eso tenía que admitírselo pero además de eso no era ni por asomo como se la había imaginado. Se la había descrito muy diferente a como era. No era tan bajita, el problema eran los 2,10 metros que John media, él era más bajo, con su 1,85 la altura de Nicolé no era tan descompensada apenas unos 20 cm de diferencia. Y mierda no podía encontrar esos kilos demás que su hermano le aseguró que tenía. Tenía curvas sí, pero todas en los lugares que tenían que estar. En una cosa sí había tenido razón tenía los ojos más hermosos que jamás hubiese visto.

Joder, si seguía así iba a tener un problema con la erección que tenía. Estaba en una mesa rodeado de gente que hablaba de negocios así que tenía que concentrarse de una maldita vez antes de que metiese bien la pata.

-Que te haya traído a la cena de la familia y que te haya presentado a mi hermanita no te da ningún derecho a comértela con los ojos.

-No sé a qué te refieres. Tu hermana no es mi tipo y lo sabes. Si estoy aquí es por tu empeño en seguir con las negociaciones de un trato que ya está más que cerrado.

-No sé yo, aún no tengo muy claro lo de nuestra cooperación, quizás tenga problemas con el hecho de que quieras acostarte con mi hermanita.

-Te lo repito no es mi tipo y además nunca dejo que lo personal interfiera con lo profesional.

-Eso espero porque me cabrearía bastante que Nicolé entrase a formar parte de tu larga lista de conquistas de una noche.

-Puedes estar tranquilo, no me interesa.

-Queréis dejar de hablar de Nicolé como si fuese un trozo de carne expuesto en un mostrador. Ya bastante malo es escuchar los desprecios que tu otra hermana le hace constantemente como para que tú también empieces –le reprochó a John su esposa.

-Cielo, yo solo estoy advirtiéndolo de donde están los límites con mi hermana.

-Es decisión de tu hermana acostarse con quien mejor le plazca, ya es mayorcita como para decidirlo por su propia cuenta, no crees –Carla parecía molesta con su marido.

-Prefiero seguir imaginando que la vida sexual de mi hermana es inexistente y aún mejor no lo quiero a él metido en sus bragas.

Bien, esto se ponía interesante porque él en este momento quería llevársela de ese maldito comedor y enterrarse en ella tan fuerte y profundo que… mierda tenía que llevar sus pensamientos a otro lugar.

  -Por favor, muchachos estamos en una cena familiar, no creo que este sea el momento para hablar de esos temas -los recriminó el padre de Carla.

-Solo le estoy advirtiendo a Dean. Por cierto ya sabes donde quieres instalar la nueva sede de la empresa.

-Aún no, supongo que por el momento puedo arreglarlo todo desde la oficina central de Nueva York.

-John me había dicho que querías cambiar de ciudad, pero si sigues con la oficina en el mismo lugar va a ser un poco difícil -le comentó una Carla muy interesada.

-Fue una idea que tuve hace tiempo, pero que casi he desechado dado…

-Buena noches a todos -dijo de repente Johnathan Wende levantándose de su asiento y ayudando a levantarse a su mujer. -Madelaine y yo tenemos el placer un año más de darle la bienvenida a nuestra cena familiar de Navidad. Han escuchado bien, familiar porque cada uno de los presentes esta noche aquí son considerados mucho más que amigos o vecinos, todos y cada uno de ustedes junto con nuestros hijos y nietos forman parte de la gran familia Wende….

Un regalo con retrasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora