Tabula Rasa

Scars

Tabula Rasa.
Capítulo II: Scars.

Jongin pasa la primera noche mirando alrededor de toda su casa. No hay nada más que pueda hacer. No tiene una licencia, no tiene un teléfono funcionando, no puede hacer nada más que caminar, pero está un poco lejos de algún lugar en el que quiera estar así que sólo se queda sentado.

Mira a través de todos sus armarios y todos sus cajones, descubriendo qué hay de nuevo, y qué sigue siendo lo mismo. Su clóset se siente tan diferente. Todavía está lleno de trajes, los mismos de antes, pero la mayor parte de ellos se silencian en color, estilos clásicos. Las vestimentas de un adulto.

Hay un cajón lleno de accesorios desordenados, relojes, anillos y gafas de sol. Algunos de ellos los recuerda, el reloj que Kyungsoo le regaló en su cumpleaños veintiuno, es uno de ellos. Pero hay una gran cantidad que jamás vio antes.

Escondida en un rincón, hay una pequeña caja, del tipo en la que podría entrar un reloj. Jongin lo saca y suavemente levanta la tapa. Hay dos brazaletes en el interior; uno color dorado y el otro plata, pero no tiene idea del significado que podrían tener, ¿por qué estos son los únicos artículos envueltos con cuidado?

Es raro encontrar todas estas cosas desconocidas, pero de algún modo  también es raro encontrar las familiares. Es como si alguien hubiera comprado dos rompecabezas diferentes y hubiese tirado todas las piezas en el suelo, y ahora Jongin no tiene idea de cómo debe adaptarse a todo junto, ¿qué nueva imagen se supone que tiene que hacer?

Cuando busca en su mesita de noche, encuentra una botella de lubricante media utilizada en el cajón de arriba, y el verla le provoca un nudo desagradable en el estómago. Porque si tiene lubricante, eso significa que tiene una necesidad de lubricación. Pero Baekhyun dijo que él y Kyungsoo se separaron hace un tiempo, así que es lógico que esa necesidad no es por Kyungsoo.  Le hace  sentirse incómodo pensar que lo usa con alguien más. Kyungsoo fue el primero, el único chico con el que ha estado. La idea de que podría haber estado con otros desde entonces es... algo que no está del todo bien en este momento. Se siente como una violación. Como si alguien poseyera su cuerpo e hiciera cosas de mal gusto con él sin su permiso, que es claramente una forma irracional de pensar en ello, pero como sea. Todavía se siente raro.

Pero el descubrimiento más raro de todos se encuentra dentro del espejo. Debido a que incluso su rostro es diferente. Hay tenues líneas en las esquinas de sus ojos que antes no existían. Y se siente más grande, más robusto. Se saca su camisa sobre su cabeza y se ve a sí mismo otra vez. La primera cosa de la que se da cuenta son sus pectorales, tonificados y prominentes, ve sus abdominales los cuales no recuerda haber ejercitado. Sus muslos ahora están llenos de músculo. Su cuerpo está muy lejos de ser esbelto, con una curva que debería tener. Es extraño.

Jongin va a la cama esa noche sintiéndose apagado, fuera de sincronización, como si su piel de algún modo fuera demasiado apretada. Le toma horas antes de que finalmente sea capaz de conciliar el sueño.

***

Cuando se despierta a la mañana siguiente, las necesidades básicas se apoderan de él y, socavan la torpeza que todavía siente por estar en ese extraño lugar familiar. Tiene que orinar, y su estómago está gruñendo por comida. Acaba de sentarse para el desayuno, un plato que su madre hizo la noche anterior, cuando su teléfono suena. Y es así es como se entera de que es capaz de recibir llamadas, pero no hacerlas. Desliza su dedo a través de la pantalla y luego lleva el teléfono hasta su oreja.

—¿Hola?

—Hey, Kai. ¿No recuerdas nada todavía? - Es Baekhyun.

—No - dice- Creo que no.