Había una vez...

38 4 0
                                    

Había una vez un niño de 12 años llamado André, era un niño pequeño de tez blanca como las nubes, pelo rojizo cual lava, y ojos azules como el hielo, tan amable y bondadoso que no dudaba en ayudar a quien lo necesitara, su voz era tan dulce como la miel y su cara tan tierna como un bebé.

El era hijo de un renombrado héroe, salvador del reino, aquel héroe que venció a la oscuridad acechante más allá de las murallas del reino,  pero tras eso falleció en el combate, por eso cada año se recuerda tal épica batalla que definió el destino de toda karcentien.

Su madre en cambio es la druida más, reconocida del reino capaz de hacer hechizos elementales, hasta pociones capaces de rejuvenecer, y aunque no contemplo la gran batalla estuvo presente durante todo el conflicto y tras la guerra logro sellar aquella oscuridad para que no pueda regresar, tras eso se fue a vivir a lumensor con su hijo donde viviría pacíficamente durante 10 años.

André quien era muy amado los las personas de lumensor siempre buscaba que hacer, ya que tenia bastante tiempo libre por haber terminado sus estudios hace 2 años, todos decían que era la el espíritu de su padre quien ayudaba a su hijo en la escuela, más el aprobar todos sus estudió súper temprano no le evitó tener amigos de su edad, Yaxil una niña de 13 años y Gonres un niño de 10 años eran sus mejores amigos.

Gonres era un niño sencillo, de cabello castaño, piel trigueña y ojos de color dorado, era delgado y le fascinaba comer chiles y cosas picantes, aquel niño era muy juguetón, siempre buscaba con quién jugar, pero lo que más lo caracterizaba era su madures a la hora de resolver conflictos.

Yaxil en cambió era una niña de pelo negro cual noche y ojos de un color blanco como su piel, era algo tímida pero muy bondadosa, capaz de dejar cualquier tipo de conflicto con tal de ayudar a quien lo necesitara, aunque era la mayor del grupo el gustaba ser tratada como una niña pequeña por sus amigos.

Tanto Gonres como Yaxil asistían a la escuela de los sabios de la luz donde aparte de estudiar las materias básicas para la vida, aprendían a como utilizar magia elemental de luz, cosa que ya hacia André, y hablando de André, el llegaba de ves en cuando a visitar a sus amigos y a entrenar con los sabios, siempre usando su poder para sanar o ayudar a los demás.
Aunque André era muy hábil con el elemento de la luz no era su elemento afín, eso le dificultaba el usarlo y siempre terminaba muy cansado.

Karcentient: El hijo del Héroe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora