Library

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Wendy tenía que terminar un trabajo de biología para dentro de dos semanas. Tenía planteada la idea de presentar una apasionante investigación sobre la anatomía de una babosa con capacidad de fotosíntesis de la que no había encontrado información detallada en sus propios libros.

Era por eso que en ese momento se encontraba frente a la biblioteca pública local, a la cual no asistía desde el semestre pasado. Había corrido hasta allí apenas habían terminado sus clases para buscar un libro en particular que era perfecto para su investigación. Sabía que aquella envidiosa de Bin SunHye quería robarle la idea y presentar el trabajo antes que ella, pues se había quedado a escucharla hablar con el profesor.

Ese bicho insignificante de Bin no podría competir jamás con sus habilidades de búsqueda.

Al ingresar al inmenso edificio se dirigió rápidamente a la recepción. Admitió que sintió cierta decepción al encontrar a una mujer mayor y de aspecto cansado que la recibió con una expresión muy poco amigable, pero Wendy no perdió de vista de su objetivo

- Me dijeron que aquí podría encontrar un libro de biología con información sobre especies raras, con autoría de John Milne.—la joven estudiante se mordió el labio, impaciente, mientras la observaba buscar entre sus cuadernos.

La mujer buscó el nombre en una desgastada agenda. Golpeó una larga uña contra una anotación reciente.— Llevado.—respondió aburrida Lo siento, pero será devuelto dentro de una semana.

-¡¿Cómo?!—respondió la castaña, súbitamente desesperada.—¡No es posible, necesito ese libro hoy! ¿No tendrá por si acaso alguna copia?

La canosa mujer negó con la cabeza. — Única copia. Es un libro muy raro y poco solicitado, lo siento.—la mujer se encongió de hombros, desinteresada.

-¡Pero..! -

¿cómo podían haberle ganado tan rápido? ¡Literalmente, había corrido hasta allí!

-¿No me has entendido?— la mujer ahora estaba agitando un dedo frente a ella y estaba levantando la voz.—Acabo de decirte, tú mocosa, que era la única copia. ¡Deja de hacerte la lista! ¡Ay! ¡Hazme el favor de volver por dónde viniste!

Varias personas en la biblioteca levantaron la cabeza, súbitamente atentos a lo que parecía ser un enfrentamiento en plena biblioteca.

Wendy, roja de la indignación, estaba a punto de protestar cuando una voz masculina interrumpió el enfrentamiento.

-¿Hay algún problema?— era la preciosa voz del  sexy bibliotecario a quién pocas veces había tenido la gracia de ver.  

Do KyungSoo era de estatura media, cabello brillante de un color negro intenso, y la mirada más gentil y dulce que no había visto en nadie más aparte del padre de Seungwan.

Lo había visto trabajando por la biblioteca durante el mes en que se había quedado a estudiar para los finales. Él ya la había notado, sin embargo, nunca pasaron del saludo tímido. Lastimosamente, no pudo volver a verlo luego de que su papá decidiera llevarla a un paseo corto por Suecia.

- Oh, Seong Seungwan.—el rostro del hombre se iluminó, pero a su sonrisa pronto la reemplazó una expresión preocupada— ¿qué sucede?

Wendy se habría detenido a admirar la manga larga negra con cuello de tortuga que llevaba puesta en ese momento, si no fuese porque KyungSoo le estaba hablando de frente.

- Vine a prestar un libro de biología muy necesario para un trabajo y tan solo tengo una semana de tiempo, pero parece que la única copia ha sido tomada.—respondió algo agria.

¿Por qué, de todos los reencuentros que pudieron tener, el suyo debía ser así?

KyungSoo se dirigió gentilmente a la mujer.— Señora Lee, yo me encargo a partir de ahora. Vaya a casa, ¿quiere?

La mujer no se opuso y se dirigió rápidamente a una oficina cercana a tomar sus cosas, no sin antes lanzar un comentario odioso hacia Wendy y su "horrible" tinte, el cual ella ingoró muy elegantemente.

Cuando la mujer desapareció detrás de las puertas Wendy se sintió extrañamente incómoda. De las pocas veces que había venido allí, nunca había pasado de saludos cortéses y conversaciones cortas con el bibliotecario, pero mentiría si dijese que no se había tomado la tarea de stalkearlo por sus redes sociales.

Do KyungSoo tampoco se quedaba atrás, en la manera en que pedía a amigos en común que le  facilitásen sus redes (sin el conocimiento de SeungWan, claro).

Y es que para él, aquella brillante estudiante canadiense que visitó su lugar de trabajo casi todos los días del mes, le era extremadamente interesante y atractiva. Incluso ahora que la veía tan cambiada, con su cabello oscuro atado, su camisa holgada y rostro cansado; no podía dejar de sentirse atraído por su personalidad fresca y agradable.

-Hacía ya un tiempo que no te veía por aquí,  pero supongo que no has venido solo a buscarte conflictos con mi compañera, ¿no?

La canadiense se cubrió el rostro con un mano,  avergonzada.— Lo siento, he estado concentrándome en  mis estudio. Y lo lamento por ello, creo que que he exagerado un poco.—se disculpó.—no pretendía crear un escándalo.— agregó en voz baja, mordiendo su labio inferior y jugando ahora con un adorno de su mochila.

KyungSoo sonrió ampliamente.— No hay problema, Seungwan-ah. La señora Lee puede ser un poco... especial, a veces. La agarraste en un día malo.

Wendy rodó los ojos y rió bajito, apartando su lacio cabello del rostro.

No había notado que KyungSoo había estado prestando silenciosa atención a cada uno de estos detalles, sonriendo ligeramente.

-¿qué? —preguntó el joven, alzando una ceja y guardando su sonrisa.

- Es solo que eso es tan típico de ti.— respondió ella, no pudiendo evitar reír ante la mirada confundida que le mandaba el otro.

KyungSoo apoyó ambos brazos en el escritorio y se inclinó hacia ella, muy consciente del color rosado que se esparcía por las mejillas de la mujer.— ¿Qué es tan divertido?— preguntó en voz baja.

Wendy no se hizo para atrás, aún con el rostro ardiendo bajo la mirada del bibliotecario, no se intimidaría.—Eres tú.— respondió, mirándolo a los ojos.—siempre ves solo el lado bonito de las personas, ¿sabías?

El joven abrió los ojos ampliamente, sorprendido.— ¿Y eso es bueno o malo?

-Depende de la persona.

Wendy ahora se había percatado de que estaban más cerca que antes, incluso podía oler el aroma de su colonia.

- ¿Y qué piensas tú?—preguntó,  su mirada estaba fija en ella ahora y la estaba haciendo sentir muy consciente de sí misma.

-¿Eso qué importa?—dijo ella, soltando una risa nerviosa.

- A mí me importa lo que piensas de mí. —respondió él.

Wendy abrió los ojos con sorpresa, sin saber qué responder.

- Salgamos este fin de semana.— soltó él finalmente.

- ¿Esa es una invitación a una cita?

- ¿Eso qué importa?

Wendy golpeó a KyungSoo en el brazo con su libro de matemáticas.— ¡No uses mis palabras!

-¿Eso es un sí?

- Siempre y cuando me consigas esa copia.—dijo ella estirando una mano para tocar su hombro, juguetona, y riendo a la vez.

Los ojos de KyungSoo brillaron mientras ponía una mano sobre la de ella.— Es una cita.

Library (WenSoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora