capitulo 2

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El despertador la sobresaltó. Su respiración agitada disminuyó al ver la hora. 8:00am. No tenía alternativas, ya era 1 hora tarde como para irse a la universidad. Además no tenía tiempo para eso. 

Algo mareada se levantó de la cama. Se duchó y se arregló ligeramente. Abrió la cortina de la ventana, la ciudad de Filadelfia parecía soleada. Se puso un vestido corto y se dejó su larga cabellera suelta. Salió de la habitación y no esperó por Caitlin, su amiga. No le diría una sóla palabra de lo que haría ese día. Pero mientras pensaba en que le inventaría a su compañera de casa, ésta salió de su cuarto. 

—¿Se puede saber por qué no fuíste a la universidad,isabel?— Preguntó acomodándose el cabello con una coleta. 

—Me levanté tarde. Tengo que salir Cait, no me esperes hoy, volveré tarde— Aclaró ella. 

—¿A donde? digo, si se puede saber—.

—No te preocupes, tengo prisa. Te llamo al rato— 
Tomó su bolso y salió de ahi, dejando a su mejor amiga con la palabra en la boca. 

Pero no necesitaba decirle lo que haría, o más bien, no debía. Simplemente iría a despejar su mente, para luego, ir por el... Javier. Ese chico que la estaba matando... que le había roto el corazón en pedacitos, que le había quitado a sus amigos, a su familia, a su propia vida. Pero ya no más, porque ese Martes, la venganza estaba presente. Y no se daría para atrás.Subió a su auto. Empezó a conducir, hasta llegar a un Starbucks. Necesitaba tomar café, eso le ayudaría a analizar lo que estaba a punto de hacer.


NARRA MATT:


Matt tomó su chaqueta negra, junto con las llaves de su 'Ducati', y cerró con fuerza la puerta de su departamento. 
Bajó al primer piso de aquél edificio, directo al estacionamiento. Encendió su motocicleta y se puso en marcha. No había nada que pudiera distraerlo de su objetivo del día. Vengarse de Zack. Antes hizo una parada en un local, compró un red-bull y le dió un sorbo. 

NARRA ISABEL:
—Un café clásico, por favor— Pidió ella —Me lo preparas, ya sabes mi gusto, Bruce— Dijo sonriente. 
—Losé, buen día ________, ¿No has ido a la universidad hoy?— Preguntó el señor Bruce, un amigo por años de ________. 
—No, no me a dado tiempo. Tengo cosas más importantes que hacer— Aclaró ella. Éste prefirió no preguntar más, le regaló una sonrisa e instantes después le entregó su café. 
—Gracias, aquí tienes— Le pagó.
—Dios te bendiga, señorita— Como siempre, la bendecía. Era un gran hombre, casi el único que la apreciaba. 
—Igual a tí, hasta luego— Salió de la tienda para sentarse en una pequeña mesa al frente. El aire soplaba fuerte alrededor. Bebió con lentitud el café, llegándose a quemar un poco. Dió un fuerte suspiro, tratándo de relajarse. Lo necesitaba. El último mes había sido el peor de todos. Ya no soportaba tanto dolor en su corazón, la única que la apoyaba era Caitlin. 

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