Addicted ○•○Dekutodo○•○

Addicted

- ahh... mmm... si más...- gime- Izu... por... por favor ahhh...- dijo arqueando su espalda a causa del placer que está recibiendo, su cuerpo subía cada vez más de temperatura, su respiración ahora entrecortada indicaba cuan excitado estaba, apretando las sabanas en sus puños y moviendo su cadera al ritmo de los dedos en su interior.

- Sh... tranquilo, no te apresures- susurro en su oído a la vez que metía un tercer dedo en el interior de su amante mientras acariciaba desde su abdomen hacia su cuello, ejerciendo presión  en este ultimo para jalarlo hacia atrás y besarlo con brutalidad.

Moviendo sus dedos un poco más rápido, separándose del beso inicial y comenzando a bajar por su cuello a repartir besos, mordidas y lamidas, dejando marcas en este, se separo de su cuello para fijar su mirada en la cara de su acompañante, la expresión que este poseía en su semblante era simplemente maravillosa y excitante, con los ojos llorosos, los labios entreabiertos, la respiración agitada, el cabello desaliñado y gotas de sudor cayendo por su frente, es un desastre y a Izuku le encanta que sea un total desastre bajo su cuerpo, sencillamente es tan delicioso tener el control de ese cuerpo exquisito, el ver como se estremece con apenas un roce de sus dedos, como con un beso suyo ese hombre serio y poco expresivo se derretía entre sus brazos, como cada ves que hacían el amor este se convertía en un mar de jadeos, gemidos y suplicas, si bien su visión era perfecta no se resistió y beso al muchacho debajo suyo, estrelló sus labios contra la del contrario, en un beso desesperado, entre lengua, labios y dientes, chocando entre sí, un beso brusco que acabo con el aliento de ambos, teniendo que separarse para respirar.

-Izuku... aghm... por... f... favor- gimió retorciéndose de placer, a causa de las embestidas que el peliverde daba con sus dedos en su interior.

Shoto se sentía morir, desea más, necesita más, los dedos en su interior no son suficiente, quiere a Izuku, necesita sentirlo dentro de si, necesita tanto que lo destroce, que lo rompa  y que después lo reconstruya a base de besos suaves, caricias y promesas de amor, Dios, está tan enamorado de ese hombre de sonrisa deslumbrante, mejillas pecosas y ojos verdes repletos de dulzura y alegría, quiere que su amado haga con él lo que quiera, quiere ser corrompido pero también amado, desea a ese hombre, lo anhela, lo ama y lo necesita dentro de suyo con tanta impaciencia  que es insoportable seguir resistiendo.

-Por favor... estoy listo... solo... ahahmmm...-dijo entre gemidos, intentando hablar lo mas claro posible, moviendo sus caderas de forma desesperada, queriendo llegar lo más profundo posible. 

-Que quieres Shoto, dime que es lo que deseas, vamos, solo dime y lo haré- susurró en su oreja y cuando terminó de hablar, mordió el ovulo de esta, claro que sabía que es lo que quiere lo sabe por su exasperación, su amante podía ser muy paciente, calmado, callado e inexpresivo pero en la intimidad se volvía alguien completamente diferente, alguien sumiso, si se trataba de él Shoto le sedería todo el control, le permitiría manejarlo a su antojo y hacer con él lo que quisiera; expresivo, valla que es expresivo, su cara neutral pasa a ser una que refleja todo el deseo, placer y desespero que siente; ruidoso, le encanta cuando suplica por más, como grita su nombre y se deshace ente jadeos y gemidos, delicioso.

-Te... quiero dentro... ¡fóllame Izu... fóllame...!-grito con desesperación, desea tanto tenerlo dentro de si, que se le hizo imposible no gritar, suplicaría de ser necesario, sólo no puede soportarlo más, los dedos no son suficiente, ya no.

-Muy bien, si tanto lo deseas, ven y tómalo tu mismo- dijo contra la mejilla del mayor, pasando su lengua por esta cuando termino de hablar, ama el sabor de su piel junto con el sudor.

Separándose de su cuerpo Midoriya se sentó en la cama con la espalda apoyada en el respaldo de esta, esperando al menor de los Todoroki. Shoto sin siquiera pensarlo dos veces fue  y subió a su regazo, sintiendo la excitación del menor en su trasero, al fin lo tendría dentro, obtendría lo que desea, tomo el miembro y lo presiono contra las mejillas de su trasero quedando este entre medio de ambas mejillas, sintiendo así, el grosor y la longitud de este y no iba a mentir es grande y grueso, sentirlo sólo lo llevo a anhelarlo con mayor ansia, aumentando su lívido, moviéndose de arriba y hacia abajo, masturbando el miembro con su trasero, soltó un suspiro de satisfacción al sentirlo rozar su entrada.

-Mmm... ah... si bebé- palmeo dejando el sector en el que azoto su palma de un color rojizo, apretó con algo de fuerza y amaso el trasero del heterocromático, este lo único que hace es gemir, apresurando los movimientos de su cadera, como ama ese trasero voluptuoso y permitido sólo para él- Vamos cariño, lo querías dentro, tómalo- murmuro contra sus labios para después besarlo con agresividad, mordiendo y chupando su labio inferior demostrando su exasperación, metiendo con fuerza su lengua dentro de la cavidad bucal, saboreándola, acariciando el paladar, delineando sus dientes y frotar con vigor ambas lenguas.

Shouto tomo el miembro del menor y lo posicionó en su entrada, empujándolo lentamente hacia dentro, soltó un gemido bastante parecido a un grito,  estaban unidos, por fin eran uno solo, se sentía tan bien tan lleno y satisfecho con tenerlo dentro, dios, se siente tan bien que es abrumadora la sensación.

-Mmm... tan malditamente apretado y caliente... ah... muévete bebé-hablo entre suspiros, dándole unas nalgada a Shouto.

Este sin chistar comenzó a moverse de arriba hacia abajo en un vaivén lento que comenzó a volverse más rápido y salvaje, mientras más aumentaba el placer, más fuertes las estocadas en su interior, el oji-verde lo tomo de la cintura guiando el ritmo de las envestidas, tocando un punto sensible.

-¡Ahhhh!-grito al sentir un lugar en especial en su interior ser tocado.- !Ahí, ahí, Izu... Dios Si!-grito.

-Eres tan hermoso, maldita sea, di mi nombre... ahh...mmm... di mi nombre Shoto, dilo- dijo contra su boca, para después besarlo de manera salvaje.

- Izu... ku, Izuku, ¡Izuku!... Ahh... si mierda... si.

-Dime Shouto, ¿ A quien perteneces?

-A... a ti... a ti Izuku... sólo a ti.- Siguió cabalgándolo con más fuerza, sintiendo un cosquilleo conocido en la zona baja de su vientre- Me vengo, me vengo.

-Ahh... yo también, vengámonos juntos bebé- comenzó a masturbar al otro al compás de las penetraciones.

Ambos estaban cerca, las envestidas se hicieron aún más brutales hasta que ambos se vinieron con un grito de placer, perdiéndose en los labios del otro, sintiendo los espasmos de su cuerpo se separaron del beso para respirar, quedando sus frentes juntas, intentando calmar sus respiraciones.

Fue en ese momento que Midoriya se pregunto ¿Cómo es que llegó a esa situación? Él lo sabía, claro que lo sabía, así como también sabía que intentar dejarlo no funcionaria pero es que ella no se lo merecía, ella estaría esperándolo en casa, preocupada porque llegaría tarde o al otro día porque si Shoto le pedía quedarse también sabía que no podría negarse, no a él.

Pero no era su culpa, él no se caso por amor fue un matrimonio arreglado pero ¿Quién dice que Uraraka no se enamoro de él? El tiene conocimiento de los sentimientos de la castaña y no quiere lastimarla pero tampoco puede dejar su adicción hacia Shoto y es que este entro a su sistema como una droga volviéndolo adicto en el instante en el que lo probó volviéndose adicto a todos sus gemidos, a cada parte de su cuerpo, a cada espacio de su piel, a su aroma, sus miradas, su calor corporal, a ver su cuerpo lleno de todas las marcas que le indicaban que él le pertenecía, ni siquiera necesitaba hacer el amor con él, había días en los que sólo venía a pasar la tarde con él, ver  una película abrazados entre caricias y besos dulces y Midoriya Izuku jura por dios que intento dejarlo, lo intento pero no duro más que dos meses y medio y volvió a caer en la tentación.

-Te amo Izuku- dijo quedándose dormido acurrucado en los brazos del menor.

-Yo también Sho-shan- dijo dejando un suave beso en su frente.

Y ahí estaba la diferencia él no amaba a Ochaco pero si  Todoroki y es por eso que siempre volvía a él no importaba cuanto lo intentara Izuku nunca podría dejarlo, porque era un adicto y como buen adicto siempre volvería a caer en el vicio.

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Bueno espero que enserio le haya gustado, es mi primera "historia" y estoy muy nerviosa, enserio si tienen algún consejo para darme, dénmelos todos serán bien recibidos.

Sin más que decir bye y gracias por leer.