Paris

[2]O

"Conocer el amor de mi vida"- Taehyung murmura mientras tacha tal frase de su lista.

El chico levanta su mirada para ver a un ángel durmiendo pacíficamente. Admira cómo el castaño tiene sus labios entre-abiertos y rojos, se veían perfectos para besar. Podía escuchar la respiración suave del menor, era como su terapia.

El mayor se sonríe, feliz de ser testigo de tal hermosa escena, se sentía privilegiado de ser parte de su vida, por ser suyo.

Eran las 6:00 de la mañana y Taehyung no ha dormido nada.

Las escenas de la noche anterior recorrían por su mente, fue una de las mejores experiencias que pudo tener, aún más si fue con él.

Está en su escritorio re-leyendo su lista, con solo la luz de una pequeña lámpara y la poca luz que entraba por la única ventana, iluminando el cuarto.

"Solo dos más..."- el de cabellos cenizas suspira, sus ojos cayendo en la última cosa de su lista.

Morir en París

Taehyung pasa su pulgar por encima de esa frase.

Morir en París

Fuerza una sonrisa, lágrimas llenando sus ojos pero no las deja caer.

Morir en París

Suspira lo alto suficiente para hacer eco.

"Morir en París..."- Taehyung susurra y escribe al lado de tal frase. Se sonríe al leer lo escrito.

"Pronto"

Taehyung está tan perdido en sus pensamientos que no notó al menor caminar hacia él.

El castaño aclara su voz para llamar la atención del mayor, y este brinca levemente en su asiento y mira al menor sorprendido.

El mayor tapa su lista con su mano rápidamente, rogándole a Dios que él no lo haya visto.

Él no quiere que Jungkook sepa sobre tal lista, no quiere, que al leerla, piense que todo fue planeado, es el secreto más grande que Taehyung puede ocultar.

¿Por qué?

Se avergüenza de ser así de cliché.

Lo sé... algo estúpido, sí.

El mayor sonríe al hombre perfecto (al menos para él), frente a él y le sostiene la mano, dibujando círculos imaginarios con su pulgar en su palma.

"Buenos días, cariño"- Taehyung dice con una voz suave e inclina su cabeza para coger un mejor ángulo del menor. No es que necesite en cierto ángulo para que se vea bien, porque de todos modos parecía un ángel.

La manera en que los rayos del sol pintaban su piel, resaltando la miel que recorre por ella. Desde la rosa de sus labios, a la madera fina de su cabello, hasta el dulce chocolate de sus ojos, todo era suficiente y más para enamorar a cualquiera.

Lo más que derrite al mayor es la voz de tal ángel. Retumba como las olas del océano, pero suave como el viento.

Este tiene una voz mañanera, ronca y profunda. Lo suficiente para derretir un chocolate.

"Buenos días, Taetae"- el menor le devuelve una sonrisa. Sus ojos brillan y lineas de expresión marcan las esquinas, dando la ilusión de ojo pequeños a unas grandes y expresivas.

El castaño mira a la mano del mayor que cubre un papel manchado y arrugado.
Se nota que ha sido usado bastante.

Taehyung nota que el menor mira su lista e inconscientemente arrastra su mano junto al papel arrugado.